El Litoral
El centro médico de la ONG en Kunduz deberá ser reconstruído. Durante el ataque ocurrido el 3 de octubre murieron 22 personas 12 de ellos miembros de la organización.
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Télam
Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció hoy que no aceptará ningún fondo de ayuda del Gobierno norteamericano para reconstruir el hospital de la ONG en el que murieron 22 personas, 12 de ellos miembros de la organización, al ser bombardeado por Estados Unidos en la ciudad afgana de Kunduz.
MSF desmintió las versiones de Afganistán de que en el hospital había insurgentes y que desde allí se estaba atacando a sus fuerzas, razón por la que se pidió a Estados Unidos efectuar el bombardeo.
La ONG reiteró su petición de una comisión de investigación independiente, ya que no considera que la investigación del Pentágono, que espera poder publicar en un mes las conclusiones preliminares, pueda ser imparcial.
Con respecto a la reparación económica Médicos dijo en un comunicado que: "Desde hace tiempo la política de MSF es no aceptar fondos de ningún Gobierno en sus misiones en Afganistán y otros conflictos. Esta política nos permite trabajar de manera independiente sin tomar partido por ninguna de las partes", según despacho de EFE.
Por su parte, el Pentágono había anunciado el sábado que dispone de "la autoridad de hacer pagos (...) destinados a la reparación del hospital" bombardeado por Estados Unidos el 3 de octubre, según lo establecido en un programa de respuesta ante emergencias.
Además, el Departamento de Defensa también mostró su intención de "hacer pagos de condolencias (reparación) a los civiles no combatientes heridos y a las familias de civiles no combatientes muertos como resultado de las operaciones militares estadounidenses".
Respecto a ese pago a las víctimas, MSF aseguró no haber recibido todavía "ningún detalle de las compensaciones anunciadas por el Pentágono", pero avisó de que estas ayudas no evitarán las investigaciones ni el reclamo de responsabilidades por el ataque.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió disculpas la semana pasada por el bombardeo a Médicos sin Fronteras, que trabaja actualmente con la presunción de que el ataque al hospital fue un "crimen de guerra".
El hospital atacado, el único especializado en traumatología en la región, quedó parcialmente destruido y ya no está operativo.
El ataque aéreo ocurrió en el marco de la contraofensiva de las tropas afganas por recuperar la ciudad de Kunduz de los talibanes, su mayor logro militar desde el fin de su régimen en 2001.