Tres historias violentas

Danilo Chiapello
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Los hechos de violencia en Pompeya comenzaron a la tarde, prosiguieron durante la noche y culminaron recién en la madrugada.

Fue a media tarde que distintos llamados telefónicos alertaron a la policía sobre personas efectuando disparos con armas de fuego, en la zona de pasaje Vías y Javier de la Rosa, esto es, en jurisdicción de barrio Pompeya.

Con premura, los uniformados partieron hacia el lugar aunque una vez que llegaron sólo advirtieron algunos gritos y corridas.

Pero minutos antes de las 20, nuevas comunicaciones telefónicas dieron cuenta de que una precaria casilla había sido incendiada.

Ahora fue una comisión de los Bomberos Zapadores la que salió de urgencia, en simultáneo con agentes policiales. No obstante cuando arribaron, el fuego ya había hecho estragos en un rancho hecho con restos de troncos y chapas.

Ya en el lugar, los actuantes entrevistaron a una mujer, de 32 años, quien refirió que en dicho rancho viven sus sobrinos, los que momentos antes habían efectuado disparos contra el frente de su vivienda, ubicada a pocos metros en un terreno lindante.

Agregó entonces que, enojada por el ataque a tiros contra su casa, decidió arremeter contra la morada de los sospechosos y prenderle fuego.

La novedad fue comunicada al fiscal en turno, quien ordenó se le inicie a la mujer una causa por “Daños”.

Pero los incidentes no terminaron allí. Ya en plena madrugada, cerca de las 3, los policías volvieron a concurrir al lugar tras recibir avisos por disparos con armas de fuego.

En el lugar se logró arrestar a un individuo, a quien de entre sus ropas se le secuestró 1 revólver, calibre 22 largo, conteniendo 5 vainas servidas.

Una rato después (a las 4.30) una patrulla interceptó a otro sujeto. Pero cuando los oficiales se disponían a chequearlo, este individuo comenzó a agredir al personal policial.

Tras algunos forcejeos, el rufián pudo ser reducido y se lo trasladó a sede policial donde se iniciaron actuaciones por “Atentado y resistencia a la autoridad calificado”.

“Visitas” no deseadas en Guadalupe

Amarga experiencia vivieron dos vecinos de Guadalupe quienes se toparon con ladrones dentro de sus domicilios.

* Ayer al mediodía una mujer se encontraba en su vivienda de Larrea al 2000 cuando se vio sorprendida por un intruso, el que le sustrajo un secarropas para luego darse a la fuga.

Puesto al tanto del asunto, la policía inició un patrullaje por la zona el que culminó poco después cuando se interceptó al malviviente, recuperando el elemento mal habido.

* Ya durante la noche, un caso similar ocurrió en otro inmueble de Gral. Paz al 8100.

En este caso un hombre, de 34 años, fue quien resultó emboscado por dos sujetos quienes, bajo amenazas de arma blanca, le sustrajeron una notebook y escaparon.

Con los datos del momento los uniformados iniciaron un rastrillaje y en cercanías de Azcuénaga y vías del ferrocarril se interceptó a los sospechosos.

En poder de los imputados ((un joven de 18 años y otro de 23) se halló la notebook en cuestión además de un cuchillo tipo Tramontina.

El nieto

Este lunes, cerca de las 17, un hombre de 44 años ingresó al hospital José María Cullen con una herida cortante en el lado derecho del cuello.

Según reportaron los médicos que lo asistieron, la lesión no era de consideración y tras recibir las curaciones que su cuadro precisaba fue dado de alta.

En simultáneo la policía procuró esclarecer lo ocurrido y dialogó con el hombre quien explicó que la lesión se la había provocado su nieto adolescente durante una discusión.

Fue así que los pesquisas dieron con el joven en cuestión y las actuaciones fueron derivadas hacia la Subsecretaría de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia.

Tras completar los trámites de rigor, el joven fue restituido a sus abuelos quienes son sus tutores.