Juliano Salierno
Lo atraparon tras el robo a un autoservicio de la zona norte. Tenía un revólver con el que gatilló al comerciante, pero las balas no salieron.
Juliano Salierno
Un adolescente de 17 años que en 2013 había quedado bajo la guarda de la Subsecretaría de la Niñez por un homicidio, volvió a quedar detenido la semana pasada cuando junto con otro muchacho asaltaron a punta de revólver un autoservicio de la zona norte.
Tenía 15 años cuando el 20 de octubre de 2013 asesinó de un disparo en el mentón a Esteban Martín Baragiola, un hombre de 54 años que esa madrugada de domingo regresaba de un casamiento junto a su esposa, que también resultó herida de bala en una pierna.
Baragiola era empleado del banco Macro de la peatonal y vivía junto a su familia en una casa de Belgrano al 6700, en el barrio María Selva, a pocos metros de donde hace dos años fue acribillado de un balazo para robarle el celular y la billetera.
El crimen se consumó alrededor de las 5.30 de la madrugada. El matrimonio, que regresaba de una fiesta, acababa de dejar el auto en la cochera de Castelli al 2200, a la vuelta de su casa. En el camino, la pareja fue abordada por un joven delincuente que bajo amenaza de arma de fuego intentó despojarlos de sus pertenencias. Baragiola falleció en el acto y su esposa Delia Gloria Peleato debió ser trasladada con un disparo en la rodilla.
Menor detenido
Al día siguiente, el lunes 21 de octubre de 2013, la policía arribó al barrio Guadalupe, donde detuvo a un chico de 15 años y a su madre desde un departamento interno situado en Alberdi 7346. Allí fueron secuestrados una pistola calibre 9 mm que coincidió con el arma homicida y la moto Honda Guerrero Trip de color rojo descripta por la esposa de la víctima.
Dada la corta edad del acusado -menor de 16 años-, éste fue considerado inimputable por la Justicia de Menores y por ende quedó bajo la custodia de la Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia. Desde ese organismo se dispuso el traslado del menor a un refugio de puertas abiertas en la ciudad de Rafaela, donde estuvo hasta julio de este año, cuando regresó a Santa Fe.
No tardó mucho en generar un nuevo episodio delictivo, esta vez poniendo en riesgo la integridad de toda una familia de trabajadores en el norte de la ciudad.
Robo a mano armada
El joven, ahora de 17 años, fue apresado el miércoles 14 de octubre tras cometer un robo a mano armada en un autoservicio de la avenida Blas Parera al 9700, donde según declaraciones de las víctimas, alcanzó a gatillar al comerciante, aunque sin éxito porque no salieron las balas.
Actualmente, se encuentra a disposición de la Justicia de Menores, donde los dos juzgados se encuentran vacantes y las resoluciones quedan a cargo de otros jueces penales bajo un régimen de subrogancia rotativo.
Aunque lleva casi una semana tras las rejas, no se descarta que pueda ser solicitada la libertad para el muchacho, que si bien se encuentra imputado por el delito de “robo calificado por el uso de arma de fuego”, para el sistema no cuenta con antecedentes penales.
Medidas de prueba
A raíz del delito atribuido, el fiscal del caso solicitó el viernes la declaración de las víctimas -un padre y sus dos hijos que estaban a cargo del autoservicio-; así como una rueda de reconocimiento de personas que todavía no fue dispuesta por el juez en turno. También se ordenó un peritaje balístico, para determinar numeración, aptitud para el disparo y características de los proyectiles del arma secuestrada, que sería un calibre 22 con 9 balas.
Claro que el hecho de que uno de los agresores permanezca prófugo acrecienta el temor de las víctimas que tras el ataque, debieron volver rápidamente al trabajo, sin más medidas de seguridad ni custodia que las que cuenta cualquier ciudadano común.