De la Redacción de El Litoral
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Una experta recomienda usar varias técnicas de estudio y encontrar las que resulten más efectivas.
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Las técnicas de estudio más utilizadas por los alumnos que recién salen del secundario, ¿son las más adecuadas para afrontar una carrera superior en la universidad? Para Marcela Manuale, profesora en Ciencias de la Educación, magíster en Didáctica y asesora pedagógica de la Facultad de Bioquímica de la UNL, las técnicas de estudio son “cuestiones instrumentales” que ayudan al universitario a procesar conocimientos.
La especialista sostiene que no hay una técnica mejor que otra, sino que cada estudiante -de acuerdo con la naturaleza de su carrera- deberá echar mano a aquellas que le sirvan para lograr la “comprensión” de lo que estudia.
La comprensión es clave
“En la secundaria, con estudiar 4 hojas de memoria a los chicos ya les alcanzaba. Pero cuando llegan a la universidad se encuentran con una gran cantidad de lecturas y con la exigencia de abordar un campo de conocimiento complejo. A veces, las técnicas que a los estudiantes les sirvieron en el secundario, les resultan insuficientes para enfrentarse al estudio universitario”, advirtió Manuale.
Y destacó que para acortar la brecha entre el escuela media y universidad, es indispensable que el docente y la institución se preocupen de que el estudiante alcance la “comprensión” de los contenidos. ¿Qué puede hacer el profesor? “Puede ayudar a entender los diversos contenidos, contextualizando los libros y autores (en qué marco de pensamiento se inscriben, en qué contexto, cuándo fue publicado; lo que se llama el ‘paratexto’).
"Puede hacer una lectura compartida con el alumno como estrategia para ver de qué forma avanza en la comprensión. O, por ejemplo, puede ayudarlo a buscar ejemplos explicativos y a relacionarlos con la vida cotidiana”, especificó.
Camino a seguir
La magíster aconseja al estudiante hacer primero una exploración del libro (índice, autor, ubicar los artículos a estudiar en la obra, leer el prólogo). Después, realizar una lectura “más global” del texto académico para saber lo que plantea, y luego hacer una lectura analítico-comprensiva que permita ver las ideas más fuertes. “Ahí sí, el alumno debe usar algunas técnicas de estudio como el subrayado para resaltar o identificar las ideas centrales”, explicó.
El siguiente paso es traducir esas ideas en un resumen, que sería la condensación de las ideas centrales del autor, pero “con una síntesis personal donde el alumno se vaya apropiando de esas ideas y pueda ir identificando categorías, conceptos o palabras clave, haciendo una anotación con palabras sintéticas y frases cortas en el margen del libro”.
Después, esas palabras clave deben permitir algún proceso de esquematización en forma de cuadro, red o mapa conceptual que reorganice las ideas en una representación gráfica. “Ésta es la última etapa de síntesis del trabajo sobre esos textos que también reunirá las posturas que se desarrollan, los contraste de ideas, la lectura crítica, etc.”. También es interesante la toma de apuntes, otra estrategia para aprender y que permite ir focalizando en los ejes propuestos por los profesores.
“El aprendizaje es un proceso que no se da en una sola etapa o con una sola técnica. Uno va complejizando los niveles de abordaje. Tampoco quiere decir que siempre haga lo mismo con todos los temas o textos”, dijo la docente. Y reflexionó: “Estudiar y aprender con comprensión y significación es un proceso lento que requiere de trabajo, esfuerzo y dedicación. Hay que mostrarle al alumno en el arranque de la universidad que estudiar es un trabajo y que para ellos es prioritario”.
Tips y sugerencias
Familiarizarse con las técnicas de estudio. Y evaluar cuál es la más apropiada para el tipo de conocimiento que deben entenderse (cuadros sinópticos, resúmenes, tomas de apuntes en clases, conceptualizaciones propias en base a lo leído, ejercitación práctica), etc.
En casos de lecturas teóricas, es recomendable primero hacer una exploración y luego una lectura global del libro. En este segundo punto es bueno ir diferenciando mediante el subrayado las ideas centrales.
Elaborar un resumen, una condensación de las ideas centrales del autor a estudiar. Pero ese resumen debe ser síntesis personal donde el alumno “haga una síntesis personal, se vaya apropiando de esas ideas y pueda ir identificando categorías, conceptos y palabras clave”, dijo Manuale.
Esos conceptos deben ser esquematizados en un cuadro sinóptico o mapa conceptual -por ejemplo- que organice las ideas en una representación gráfica.
Oralizar los contenidos leídos también sirve, afirman algunos especialistas.