Luciano Andreychuk
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Twitter: @landreychuk
Hoy un monoambiente va de 3 mil a 3.500 pesos, y un departamento de dos habitaciones, hasta 5 mil. La recomendación: asesorarse con inmobiliarias registradas o con corredor matriculado.
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Para un padre que manda a su hijo desde el interior a estudiar a Santa Fe, el costo de un alquiler es fundamental. Y puede marcar la diferencia en los gastos mensuales de la canasta universitaria. Por eso, se deben tener en cuenta algunos valores actuales, las zonas de proximidad a la facultades y la seguridad, entre otros factores.
Según los datos de referencia actuales sobre alquileres que maneja la Cámara de Empresas y Corredores Inmobiliarios de la provincia de Santa Fe (Ceci), en zonas de bulevares, en el sur (donde está la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL) y Guadalupe (Católica y UTN Santa Fe), alquilar un monoambiente puede costar entre 3 mil y 3.500 pesos.
Un departamento de un dormitorio, de 3.500 a 4 mil pesos, y uno de dos, entre 4.300 pesos hasta 5 mil pesos. De un año al otro, el aumento de los alquileres va del 30 al 35 %, dependiendo de la inmobiliaria.
Los costos varían dependiendo de la superficie alquilada, las comodidades del inmueble, etc. Servicios y confort también deben considerarse: si un departamento o casa cuenta con todas las prestaciones, podrá salir más caro. Las expensas van a cuenta de quien contrata: ése es otro factor a poner en la balanza, porque hay expensas mucho más caras que otras.
Hoy los padres apuntan a los departamentos, por la seguridad. Además, las casas en alquiler escasean en las zonas cercanas a las facultades. De todos modos, el alquiler de una casa de dos dormitorios va desde los 4.500 hasta los 5 mil pesos, o más.
También deben tenerse en cuenta, al momento de alquilar, los gastos administrativos. Aquí hay tres cuestiones: “Los informes que realizan las inmobiliarias a las personas que forman parte del contrato de alquiler; los honorarios o comisiones de las inmobiliarias, que por lo general tienen un costo de un mes y medio de alquiler y el sellado del contrato. Esos gastos se prorratean por lo general en dos o tres cuotas”, explicó a El Litoral Walter Govone, presidente de la Ceci.
Otro gasto “colateral” a evaluar es el del transporte: por ejemplo, si se alquila en zona de Guadalupe pero el estudiante estudia en el centro de la ciudad o en Ciudad Universitaria, tendrá un gasto fijo por mes de colectivo bastante importante, cuestión que no es menor.
“La principal recomendación para aquellos padres que busquen alquilar en la ciudad es que contraten siempre con inmobiliarias registradas y con corredores inmobiliarios matriculados. Esto permite asegurarse contratos legales y viables. Ante cualquier duda hay que consultar y preguntar. Lo cierto es que el negocio del corretaje inmobiliario es seguro”, subrayó Govone.
“Es una etapa difícil, porque se vienen las elecciones nacionales y podrían haber cambios en el año próximo, con un nuevo gobierno. De todos modos, lo ideal es estar al tanto de lo que pasa”, cerró Govone.
Otras opciones
Hay opciones diversas para residir en la capital midiendo los costos. Alquilar un departamento de dos dormitorios entre dos o tres chicos o chicas es más barato, porque los gastos se dividen.
También está la opción de las residencias universitarias o de las pensiones estudiantiles, que son alojamientos donde se comparte cocina, baño y comedor. Son más económicos, pero menos cómodos para estudiar.
A tener en cuenta
Contratar siempre con inmobiliarias registradas y con corredores inmobiliarios matriculados. “Esto permite asegurarse contratos legales y viables”, dijo Govone.
Evaluar detenidamente qué conviene alquilar en función de la ubicación o la proximidad a la facultad donde se va a estudiar, los gastos administrativos, los gastos extra (como transporte), la seguridad del barrio.
Se debe poner todo en la balanza. Es el primer paso para alquilar bien.