El precio de la libertad

Juan Ignacio Novak
[email protected]

¿Puede un individuo vencer un sistema perverso y totalitario? ¿O será quebrado? A través de sus acciones más que de sus palabras, Randall Patrick McMurphy (Jack Nicholson, inolvidable) constituye una ambigua respuesta a estas preguntas en “Atrapado sin salida” (One Flew Over the Cuckoo’s Nest) película dirigida por Milos Forman basada en la novela de Ken Kesey, estrenada hace 40 años, el 19 de noviembre de 1975.

McMurphy es trasladado desde una cárcel a un hospital psiquiátrico, al pabellón gobernado por la despótica enfermera Ratched, encarnada con magnética frialdad por Louise Fletcher, que mantiene a los pacientes doblegados bajo una severa rutina. A través de su conducta desprejuiciada y espíritu libre, McMurphy inicia una revolución entre los internos que lo llevará a desafar las rígidas normas del lugar.

Kirk Douglas había adquirido los derechos para llevar la novela a la pantalla grande y estaba empeñado en reservarse a sí mismo el rol principal. Cuando se pudo concretar el proyecto, tenía 59 años y advirtió que esa edad no se acoplaba al personaje, que finalmente recayó en Nicholson. Fue su hijo, Michael Douglas, por entonces veinteañero, quien se probó con éxito como productor. Arranque bienaventurado para una carrera fulgurante en Hollywood.

En efecto, la película fue un triunfo para los que participaron en ella. Nicholson, quien venía de realizar excelentes trabajos en “Busco mi destino” (Easy Rider, 1969), “Mi vida es mi vida” (Five Easy Pieces, 1970), “El último deber” (The Last Detail, 1973) y “Barrio chino” (Chinatown, 1974), se asentó como estrella de cine. El director checo Milos Forman alcanzó un prestigio que consolidaría con “Amadeus” (1984), “Valmont” (1989) y “El mundo de Andy” (Man on the Moon, 1999). Y algunos actores del reparto, Brad Dourif, Christopher Lloyd y Danny DeVito, iniciarían filmografías sobresalientes.

Un lugar en la historia

Tras su estreno, la película de Forman recibió varios premios, entre los que se contabilizan cinco Globos de Oro; seis premios BAFTA, una mención al mejor actor por parte del Círculo de Críticos de Nueva York, reconocimiento como la mejor película de 1975 de la Asociación de Críticos de Los Angeles y dos premios David di Donatello. Pero el récord que todavía ostenta es haber obtenido los cinco premios Oscar principales en su año, es decir los correspondientes a mejor película, director, actor, actriz y guión adaptado. Sólo hubo, en las 86 ediciones que lleva este galardón, dos películas que lograron igualar este logro: el thriller “El silencio de los inocentes” (The Silence of the Lambs, 1991) dirigida por Jonathan Demme, con Jodie Foster, Anthony Hopkins y la comedia romántica “Sucedió una noche” (It Happened One Night, 1934) dirigida por Frank Capra, con Clark Gable y Claudette Colbert.

El autor de la novela en la que se inspiró “Atrapado sin salida”, Ken Kesey, no estuvo conforme con la traslación a la pantalla realizada por Milos Forman. Pretendía que se mantuviera, como en su libro, la narración desde el punto de vista del jefe Bromden, que encarna en la película Will Sampson. Sin embargo, la variante elegida por los guionistas funciona y lo que perdura en la memoria es la mirada perdida de Nicholson-McMurphy catatónico, aplastado por la crueldad sistematizada del sanatorio. Sin embargo, su indómito carácter ha sido trasmitido a Bromdem-Sampson, quien en uno de los finales líricos y recordados del cine de los ‘70 destruye la ventana y escapa. Es libre, el precio fue pagado.

Mala

La enfermera Ratched, que interpreta Louise Fletcher en “Atrapado sin salida”, figura en el quinto puesto en la lista de los mejores villanos de la historia del cine que elaboró el American Film Institute en 2003. Por encima están Hannibal Lecter, Norman Bates, Darth Vader y La Malvada Bruja del Oeste. Dicen que muchas actrices famosas tenían interés en interpretar al personaje que finalmente fue para Fletcher, como Anne Bancroft, Ellen Burstyn y Jane Fonda.