Enrique Cruz (h)
“No soy un ladrón, saldré a la calle como siempre, con la cabeza bien alta y le daré las explicaciones que deba a los que me la pidan de buena manera”, dijo el técnico, que tuvo un altercado con un plateista sobre el final del partido.
Enrique Cruz (h)
No es la primera vez que Madelón deja frases, pensamientos y sentimientos para que muchos analicen, incluidos los dirigentes de Unión. Inclusive, no es la primera vez que instala una sensación de no estar asegurada su continuidad. Uno supone que sí. El mismo presidente tatengue, Luis Spahn, le dijo a El Litoral en Colombia que estaba avanzada la negociación con Madelón para ampliar su contrato hasta junio de 2017. Pero se sabe que no sólo importa lo económico, sino lo que el club esté en condiciones de ofrecer como garantía de formación de un buen plantel al técnico. Y de parte del club, la convicción de que el proceso se debe seguir adelante, dándole continuidad al trabajo del entrenador.
Este último aspecto es el más adecuado para armar un buen equipo. Unión, más allá de este deslucido final de temporada, supo cosechar la continuidad que le dio a Madelón. Y hay sobrados ejemplos en el fútbol argentino, como los de Troglio y Zielinski.
Alguien confió a este periodista que “habría que refrescar el plantel”. ¿Qué significa “refrescar”?, seguramente incorporar cuatro o cinco jugadores que lleguen para sumar de verdad, que lo hagan cualitativamente y no cuantitativamente, como por ejemplo se dio con la llegada de Riaño, Matías Gastón Castro y Facundo Castro para esta segunda parte del año, sin que ninguno de los tres logre explotar lo suficiente, ni siquiera aprovechándose del lugar vacante que dejó Triverio y del bajo nivel en el que entró —sin poder salir— Lucas Gamba.
Volvamos a lo de anoche. ¿Qué dijo Madelón después del partido?: “Entiendo al hincha de Unión porque están como yo. Tengo un sentimiento tatengue especial y por eso me voy mal. Lo que hace meses era un jolgorio, hoy se transformaron en insultos (N. de R: tuvo un altercado con un plateista sobre el final del partido). Pero el hincha tiene que entender también que esto es fútbol, que dimos todo, que jugar la Sudamericana era una obsesión para mí y que no tengo por qué ir a mi casa a enojarme, a sentirme mal y a sufrir otro problema de salud como el que tuve a fines del año pasado”, dijo el técnico tatengue.
En el contacto con la prensa, apenas hubo dos o tres consultas. Madelón aprovechó la oportunidad para extenderse y hablar casi en forma de monólogo: “Agradezco al hincha el afecto permanente. Con poco hicimos muchísimas cosas. No sólo tratamos de armar un plantel competitivo, sino que trabajamos mucho en lo estructural, tanto en la cancha como en Casasol, a fin de que el plantel tenga un lugar adecuado para entrenar y concentrar. Pusimos el corazón al servicio de Unión. Ahora hay que enfriarse y juntarse con la comisión directiva. Casi con el mismo plantel que ascendimos, sacamos 41 puntos en Primera. Para mí es valorable”.
Luego, en la parte final de la charla, dijo que “no soy un ladrón, voy a salir a la calle y le daré las explicaciones que deba darle a todos los que me la pidan de buena manera. Fue un año bueno. Siempre fuimos ganadores y no quiero que se diga que esto es un fracaso por no haber seguido en carrera en la Liguilla. Desde hace siete u ocho fechas no somos el mismo equipo. Perdimos a mitad de año a un jugador clave (Triverio) que potenciaba a los demás. ‘Me sacaron el hígado’, dije en aquél momento. Entendí la situación y me hago responsable en la parte que me toca. Vamos a ver ahora qué vara va a poner el club. Ahora parece que todo es negro, que todo está mal y no es así. Por eso es bueno enfriarse. Yo ya lo hice recién, porque en un vestuario muy triste y con fuerte autocrítica de parte de los jugadores, salí y volví a los 20 minutos para juntarlos y felicitarlos por el gran año que tuvimos. Dieron todo, estoy seguro de que dieron todo”, concluyó.
Laverni: “Me ayudó la tecnología”
Iban dos minutos cuando Rosales adelantó la pelota en un mano a mano con Nereo Fernández, el arquero tatengue se arrojó al piso, manoteó el balón, el jugador de Aldosivi se tiró y Laverni marcó la pena máxima. De inmediato, los jugadores de Unión se le arremolinaron (Zurbriggen, descontrolado, le pegó un “pechazo”) para protestarle por el tremendo error que estaba cometiendo y esto hizo que Laverni se diera tiempo para recibir, por su audífono, la “recomendación” de dar marcha atrás en lo cobrado. Lo hizo, pidió disculpas, los que se le abalanzaron ahora fueron los jugadores de Aldosivi y el partido continuó, con un Laverni que jugó condicionado por esa acción.
Después del partido, el cuestionado árbitro dijo: “Andrés Merlos, el cuarto árbitro, y Hernán Maidana, el asistente uno, me dijeron que no había sido penal, que la mano de Nereo fue directo a la pelota y no al delantero. Entre los dos me salvaron del grosero error que estaba cometiendo. Adentro de la cancha somos cuatro árbitros y ocho ojos. Bueno, la realidad es que cuatro ojos me salvaron”, empezó hablando Laverni.
Luego de aclarar que “por la experiencia que me han dado mil batallas dirigidas, pude dar marcha atrás y rever la medida para no cometer una tremenda injusticia. Luego, el partido se hizo difícil porque se jugó en un clima tenso y adverso”.
Sobre la jugada del primer gol de Aldosivi, en la que Cardozo se quedó en el piso por un supuesto codazo de Sand, quien en definitiva convirtió, dijo que “observé la jugada en la pantalla de un celular, luego del partido. Ví allí lo que observé en la cancha y es que el defensor lo choca a Sand y no al revés”.
Por último, Laverni dijo antes de retirarse con una fuerte custodia del estadio, que “en la jugada del penal, me ayudó la tecnología”, algo que, como se sabe, está prohibido. De esto se deduce que Maidana y Merlos, mucho más lejos que él, obviamente, se valieron del recurso televisivo para indicarle inmediatamente por el intercomunidar, a Laverni, que estaba cometiendo un grosero error.
>>> 2 semanas
Más de trabajo va a tener el plantel de Unión. Volverá a entrenar el lunes a la tarde en Casasol y repetirá los entrenamientos durante todos los días hasta el viernes que viene, habrá descanso el fin de semana y nuevamente cinco días de trabajo hasta el primer fin de semana de diciembre. Allí empezarán las vacaciones hasta el 5 o 6 de enero. La pretemporada se hará en Mar del Plata.
A propósito de lo que dijo Spahn
En la nota que El Litoral le hizo al presidente de Unión, Luis Spahn, habló de la posibilidad de reunirse con Luis Segura. Aparentemente, este encuentro no se hará en Santa Fe —era una posibilidad indicada por el propio Spahn— sino en Buenos Aires.
Como se sabe, Unión hizo público su apoyo a Tinelli. El presidente Spahn estuvo en el palco de la Afa viendo el partido entre Argentina y Colombia en Barranquilla, aunque no viajó integrando la delegación de Afa sino que lo hizo por su cuenta y para hacer gestiones por Unión (se reunió con dirigentes del América de Cali y Nacional, tiene dos jugadores colombianos en carpeta y no habría que descartar que haya negociado por la posible venta de algún jugador del plantel).
El palco donde estaban los dirigentes colombianos —y Spahn— estaba al lado del palco argentino y fue invitado por el mismo Segura para ver el encuentro con los dirigentes del fútbol de nuestro país.
Por lo que se pudo saber, las declaraciones que hizo el presidente habrían generado “polvareda” en cuanto a esa reunión que anunció con Segura y aparentemente habría llegado a conocimiento del mismo Tinelli. De todos modos, se trata de un proceso político, hay dos contendientes con dos proyectos y no está mal que se escuche qué piensa el que, en teoría, no es el que Unión apoya; en este caso, Luis Segura.