Gastón Neffen
Lo aseguró Jorge Caminos, director del Grupo de Estudios sobre Energía de la UTN, quien advierte que hay un “despilfarro de electricidad llamativo” en comercios, edificios públicos y hogares.
Gastón Neffen
[email protected] En Santa Fe hay gente que disfruta dormir tapada con el cubrecamas en pleno verano, con el aire acondicionado a 18º apuntado directo a la cara, como para “soñar con el hombre de las nieves”. En la peatonal hay comercios que se pasan el día con la puerta abierta —con temperaturas de más de 35º— y con el motor del aire trabajando al límite. Y también hay oficinas públicas, que deberían dar el ejemplo, que están mal aisladas térmicamente y tienen tecnologías obsoletas desde el punto de vista de la eficiencia energética. “Hay un despilfarro llamativo. Con un consumo inteligente se puede ahorrar hasta un 20 % de electricidad”, aseguró Jorge Caminos, director del Grupo de Estudios sobre Energía de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), en una entrevista con El Litoral. En la provincia de Santa Fe, el gobierno informó que el aumento en la factura de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) será de entre el 30 % y el 48 %, a partir de un incremento del 350 % en el valor de la generación. En la Ciudad de Buenos Aires, que tuvo durante años la tarifa subsidiada y a un precio ridículo, se proyecta un aumento de un 350% en los hogares, que llega de golpe y sin anestesia. El incremento, encima, se da en un momento sensible, en la previa de unas paritarias que probablemente no alcancen a compensar la inflación. Pero desde el punto de vista de la eficiencia energética: la tarifa educa. “Lamentablemente somos hijos del rigor”, reconoció Caminos.
Un plan de ahorro
A pedido de El Litoral, Caminos resumió algunas de las principales estrategias para utilizar con racionalidad la electricidad:
— La primera recomendación es usar los electrodomésticos correctamente (ver infografía). Esto implica utilizar el aire a 24º, para que el motor no trabaje todo el tiempo para mantener unos otoñales 18º, revisar los burletes de la heladera para que no pierda frío y no dejar los equipos en stand by para evitar ese consumo innecesario.
— Es fundamental pensar toda la casa para un manejo eficiente del consumo eléctrico. Es una estrategia que comienza en que tenga la orientación adecuada y un correcto aislamiento (en el mercado hay ventanas y aberturas con vidrios dobles, que son mucho más eficientes). También es clave sellar las aberturas y puertas, para que no escape el frío y el calor en el invierno, y utilizar materiales eficientes, desde el punto de vista energético, en las reformas o en la construcción de la casa.
— Hay que sumar la posibilidad de utilizar energías renovables. Con los precios actuales, a los que hay que agregar un previsible aumento del gas, ganan competitividad los calefones solares y los paneles fotovoltáicos para generar energía en casa.
— Se pueden diseñar políticas para premiar a quien hace un uso inteligente del servicio. Los vatios podrían ser más baratos de madrugada, para acostumbrar a la gente a que programe el lavarropa para que funcione de noche y así reducir la demanda de potencia en los horarios pico de la mañana y la tarde.
"En la Argentina el crecimiento anual de la demanda eléctrica, que debería ser del 5% por el crecimiento vegetativo de la población, puede acercarse hasta un 10% por año. Es una cifra muy alta”.
Jorge Caminos
Grupo de Energía UTN.