El Litoral
Son cada vez más insistentes las versiones que indican que científicos estadounidenses habrian comprobado directamente la existencia de las ondas gravitacionales que predijo Albert Einstein hace 100 años.
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Cada vez son más los rumores que circulan en Internet sobre un sensacional hallazgo físico y astronómico: científicos estadounidenses podrían haber comprobado directamente la existencia de las ondas gravitacionales que predijo Albert Einstein hace 100 años.
De ser cierto, el descubrimiento sería con gran seguridad merecedor de un Premio Nobel. Y es que no sólo confirmaría la predicción de Einstein, sino que abriría una nueva ventana a la observación del Universo.
Las ondas gravitacionales se crean cuando las masas se aceleran -por ejemplo, cuando las estrellas explotan al final de su vida- y comprimen y estiran el espacio-tiempo de forma similar a las ondas que provoca una piedra lanzada al agua.
Físicos de todo el mundo aguardan desde hace días con expectación la rueda de prensa convocada para las 15:30 GMT de hoy por los astrofísicos del observatorio LIGO de Estados Unidos.
Las ondas gravitacionales son una de las predicciones más espectaculares de Einstein. Según la teoría, todo cuerpo acelerado emite este tipo de ondas, que son más intensas cuánta más masa tenga el cuerpo.
Pero por lo general las ondas gravitacionales son tan débiles que Einstein no creía que pudiesen medirse. Aun así, los físicos intentan desde hace 50 años encontrar una prueba directa de su existencia, aunque hasta ahora todos los hallazgos que se reportaron resultaron ser inconsistentes.
Sin embago, apenas se duda de su existencia. En 1974 los astrónomos estadounidenses Russell Alan Hulse y Joseph Taylor descubrieron un sistema binario compuesto por dos estrellas de neutrones que orbitan una muy cerca de la otra. Su periodo de revolución se reduce lentamente, lo que se explica con la pérdida de energía a través de las ondas gravitacionales. Ambos investigadores recibieron el Premio Nobel de Física en 1993 por esta demostración indirecta.
En enero de este año, un físico estadounidense difundió el rumor de que uno de los instrumentos más sensibles del mundo podría haber demostrado la existencia de las ondas gravitacionales.
Lawrence Krauss, de la Universidad Estatal de Arizona, habló en septiembre en Twitter de "rumores sobre una comprobación (de la existencia) de las ondas gravitacionales en el detector LIGO", el Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales.
En enero, Krauss añadió: "Mi rumor sobre LIGO fue confirmado por fuentes independientes. ¡Sigan atentos! ¡Posiblemente se han descubierto ondas gravitacionales! Emocionante". Krauss no forma parte del proyecto LIGO ni habló directamente con ninguno de sus 900 investigadores, según confesó a la revista "Science".
Pero los investigadores de LIGO no son los únicos que buscan pruebas de la existencia de ondas gravitacionales. En diciembre la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó un proyecto a gran escala para investigar las ondas gravitacionales en el espacio.
El satélite "Lisa Pathfinder" probará la tecnología que se quiere utilizar en el observatorio espacial planeado para dentro de 20 años con el que se podrá detectar esas ondas. "La investigación servirá para entender mejor el mundo en el que vivimos", apuntó entonces el director general de la ESA, Johann-Dietrich Wörner.