El Litoral
El Santo Padre llegará mañana a un país golpeado por el narcotráfico. "El México de la violencia no es el que quiere nuestra Madre", dijo.
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Miriam Schmidt e Isaac Risco - DPA
Antes de viajar a México el papa Francisco adelantó el tono de su visita: "El México de la violencia, el México de la corrupción, el México del tráfico de drogas, el México de los cárteles no es el México que quiere nuestra Madre".
En su viaje internacional número 12, el papa argentino vuelve a su continente. Le espera un país de contradicciones: muy católico, golpeado por el narcotráfico, con estabilidad política y crecimiento económico moderado, afectado por la caída de los precios del petróleo y con grandes desigualdades.
El pontífice de 79 años iniciará al atardecer del viernes en Ciudad de México un viaje de varios días (12 al 17 de febrero) para servir como "instrumento de paz". Con temas ácidos en la agenda como migración y violencia, el perfil del viaje será también político.
Más del 83 por ciento de los mexicanos son católicos, lo que convierte a México, con sus casi 120 millones de habitantes, en el segundo país con mayor número de fieles después de Brasil.
Fe y criminalidad: las dos cosas pueden ir de la mano en México. La veneración a la virgen de Guadalupe une a todos bajo la misma devoción, incluso a los capos de la droga.
El Vaticano espera un entusiasta recibimiento para Francisco. "Recuerdo escenas increíbles durante la visita del papa Juan Pablo II, con millones de personas aplaudiendo, gritando, cantando", dijo el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.
Karol Wojtyla estuvo cinco veces en México y su sucesor Benedicto XVI una vez. Nadie le gana hasta ahora en popularidad en México al papa polaco, que llegó a ser declararse "mexicano".
Francisco, el primer papa latinoamericano, estuvo antes en la región con visitas a Brasil, Ecuador, Bolivia, Paraguay y Cuba. En febrero de 2015 provocó controversia cuando en una carta alertó sobre una "mexicanización" de Argentina ante el avance de los cárteles de las drogas.
Las autoridades mexicanas recibieron entonces sus palabras con "tristeza y preocupación" y el Vaticano aclaró que Francisco no había querido estigmatizar a México. El incidente ya parece haber quedado atrás.
Aunque Francisco sigue la huella de sus antecesores al viajar a México, no tomará todos sus caminos. "El papa no solo quiere ir a donde han estado sus predecesores. Quiere ir también a nuevos lugares, que nunca hayan recibido una visita papal", dijo Lombardi.
Sólo Ciudad de México se repetirá. Una etapa importante del viaje será la visita a la Basílica de Guadalupe. Francisco estará también en el estado de Chiapas en el sur y en Ciudad Juárez en el norte, así como en el estado de Michoacán y en la localidad de Ecatepec, cerca de la capital.
La visita a la basílica, el segundo mayor centro de peregrinación católico del mundo después de San Pedro en Roma, será un "momento espiritual importante" y "un punto central del viaje", dijo Lombardi.
Como en todos sus viajes los derechos humanos estarán en el centro. Francisco irá a un hospital, estará con niños enfermos de cáncer, se reunirá con ancianos y enfermos, hablará a jóvenes y familias, visitará una cárcel, comerá con indígenas.
La migración ocupará un sitio relevante. Viajará a dos ciudades de Chiapas, un estado fronterizo con Guatemala, y visitará la frontera con Estados Unidos en el norte.
En Ciudad Juárez el papa celebrará una misa y pasará muy cerca de la línea fronteriza con el papamóvil. Fieles ubicados a ambos lados de la frontera podrán escucharlo. "Él sabe que es un lugar muy significativo de problemas sociales y humanos", afirmó Lombardi.
Francisco se confrontará con problemas como la violencia y el tráfico de drogas. A la misa de Juárez están invitadas víctimas de la violencia, entre ellas familiares de 43 estudiantes desaparecidos hace un año y medio en el sur del país.
Está claro que no tiene previsto esquivar los temas más difíciles. "Por supuesto que yo no quiero tapar nada de eso", dijo, "sino al contrario, exhortarlos a la lucha de todos los días contra la corrupción, contra el tráfico, contra la guerra, contra la desunión".