Nicolás Loyarte
Desde mediados del año pasado les niegan la posibilidad de tramitar su licencia.
Nicolás Loyarte
[email protected] Twitter: @nicoloyarte Ocho meses pasaron desde que entró en vigencia la nueva Ley Nacional de Tránsito que impide a las personas sordas manejar vehículos en todo el país. Su aplicación en el ámbito de nuestra provincia y, en particular, en la ciudad de Santa Fe, imposibilita renovar su licencia de conducir, como así también tramitarla por primera vez. Desde agosto del año pasado, cuando comenzó a regir la ley nacional en el ámbito santafesino, miembros de la comunidad de personas sordas representados por la Asociación de Sordos de Santa Fe (Asorsafe), se movilizaron e iniciaron gestiones ante el municipio, la provincia y luego ante el Estado Nacional, para intentar desactivar este impedimento legal que a su juicio los discrimina. Pero todavía no lograron recuperar su derecho. En la ciudad de Santa Fe son alrededor de 1.000 las personas con distintos grados de sordera. De los más de 50 sordos miembros de la asociación santafesina, 33 personas tienen licencia de conductor. Todos tramitaron su carné en la ciudad antes de que se implemente el nuevo sistema nacional. De esta forma, a quienes no se les venció su licencia todavía pueden manejar, mientras que a quienes tienen el carné vencido les niegan la renovación de su derecho antes adquirido. Impedimento El problema reside en una Disposición Reglamentaria (Nº 207/09 del Decreto Reglamentario 1617/08 de la Ley Nacional de Tránsito) que especifica en su Anexo II que “no podrá declararse apto a aquellas personas con anacusia”, es decir que les impide conducir a las personas sordas. Es por ello que los miembros de Asorsafe gestionaron la modificación de dicha disposición en diciembre del año pasado. Cabe señalar que previo a ello, en octubre pasado, el Concejo Municipal santafesino aprobó por unanimidad una iniciativa de los ediles Leonardo Simoniello y Leandro González (FPCyS) que encomendó al Ejecutivo Municipal a que “se proceda a elaborar un proyecto de modificación y/o actualización normativa de la Ordenanza Nº 10.017 (Reglamento General de Tránsito) y de toda otra normativa vinculada a la materia, a efectos de armonizar su contenido con lo previsto en la legislación vigente en los ámbitos provincial y nacional” y que “se incorporen los criterios previstos en el Decreto Nº 289 del 26 de junio de 2000”, iniciativa que permitía que personas sordas (anacúsicas) e hipoacúsicas (con distintos grados de pérdida del nivel de audición) puedan tramitar su licencia. Pese a ello, hasta el momento la norma no se modificó. “Supimos esperar en referencia a la catástrofe hídrica, a las fuertes tormentas, pero creemos que ya es suficiente”, sostuvo Sebastián Bruno, quien es secretario General de Asorsafe. “El daño económico y lo referente a derechos vulnerados es muy importante”, agregó. En el mismo sentido se manifestó el concejal González, co-autor de la iniciativa, al decir que “las personas sordas tienen perjuicios por no acceder al carnet de conducir. Peligro de pérdida de fuentes laborales, más allá del propio sentimiento de desigualdad que afecta en la vida cotidiana”. “Ciudad y Provincia están buscando paliativos hasta que la Agencia Nacional genere cambios a la disposición —continuó González—. Se está evaluando la posibilidad de un carnet provincial y/o municipal; que no es la solución de fondo pero mejoraría la situación actual. Deben ponerse de acuerdo y avanzar para que la ciudad de Santa Fe continúe otorgando este tipo de carné”. Traba El secretario de Control municipal, Ramiro Dall’ Aglio, convocó a la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) y al concejal González a trabajar en conjunto para destrabar este impedimento. “Todos estuvimos de acuerdo en la legitimidad del pedido de Asorsafe”, sostuvo el funcionario. Dall’ Aglio explicó que “ambos colegios de médicos de Santa Fe fijaron su posición de seguir considerando a las personas anacúsicas (sordas) como no aptos para obtener la licencia de conducir, mientras que a los hipoacúsicos (con distintos grados de sordera) darles la posibilidad de evaluarlos para decidir su otorgamiento”. Entonces, “para los anacúsicos (personas sordas), se definió que, tras la sanción de la ordenanza que se aprobó a fin de año, la APSV encabece las gestiones ante la ANSV para solicitar que autorice a los municipios de Santa Fe a continuar el trámite y evaluarlos prácticamente al igual que a los hipoacúsicos, pese al no apto médico, y definir así la entrega o no de la licencia —continuó Dall’ Aglio—. Hay gente en estos casos que conduce desde hace 40 años”. En cuanto a las gestiones ante la Agencia Nacional de Seguridad Vial, hasta el momento no tuvieron el resultado esperado, pese a la contribución realizada por Asorsafe que, entre otras acciones, aportó documentos que debieron ser traducidos de inglés a español avalados por lingüistas de trayectoria internacional. “Manifestamos nuestra necesidad de que el trámite continúe a fin de ser aprobada la modificación haciendo saber que ya hemos aportado suficiente material e información sumado a toda la parte legal la cual fue facilitada en primera instancia”, manifestó Bruno. ¿Derecho perdido? Por último, el concejal González también expresó su preocupación por la dilación a una resolución del conflicto. “Ésta es una discusión que la ciudad de Santa Fe tiene saldada. Está más que comprobado que las personas sordas pueden conducir y que desarrollan mayor sensorialidad que las personas que manejan con vidrios cerrados o escuchando radio o música”. “Si tenemos en cuenta que en la ciudad de Santa Fe se otorgaron licencias de conducir a personas sordas desde el año 2000 hasta la puesta en vigencia de la nueva Ley de Tránsito, en agosto del año pasado, son 15 años gestionándolas; son 15 años en los que no se registran conflictos”, finalizó el edil. A continuación, Sebastián Bruno ofrece un panorama sobre la situación actual llevada adelante por Asorsafe, en lengua de señas: