El Litoral
El abuso sexual infantil en los medios nunca deja de ser un pedido a gritos de ayuda.
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Télam
Una adolescente que fue abusada más de una década por su padre y una madre que no encuentra consuelo mientras lucha por su hija de cinco años también víctima de abuso estremecieron con sus historias las redes y los medios de comunicación, lo que no deja de ser un llamado desesperado de justicia, estimaron especialistas.
“Sólo estamos jugando” fue uno de los posteos que Micaela hizo en Facebook entre relatos, frases y fotos de una historia que superó los 40.000 seguidores, y que está publicada en su blog desde noviembre del año pasado.
Tiene 17 años y desde hace unos meses salió a contar que ella era una sobreviviente de Abuso Sexual Infantil (ASI); que desde los cuatro empezó a verse envuelta en un juego en el que su papá le decía que “eran novios”.
“Como muchos niños abusados no conté lo que me sucedía, me sentía culpable ya que mi agresor decía que ’me gustaba’; y no quería que yo le dijera a mi mamá porque según él se iba a enojar conmigo”, escribió la adolescente de 17 años.
Su madre no fue un sostén para ella, ya que no hizo la denuncia porque -según relata Micaela en su blog- “mi abusador es el que mantiene económicamente a la familia”.
“Cuando crecí comencé a buscar información hasta la obsesión, hasta que hablé con otras personas que habían pasado por lo mismo, y sentí ‘ue no estaba sola, informó Micaela en el sitio que recibe decenas de comentarios de solidaridad por día.
Su necesidad de ayudar a los chicos que sufren como sufrió ella, la hace mantener su blog “Por una infancia sin dolor” activo desde hace cinco meses, donde sube videos, poesías, y relatos como parte de una campaña diseñada con cuidado y dedicación.
Especialistas en infancia coinciden en que “esta exposición de Micaela además de estremecer las redes sociales- es un pedido a gritos de Justicia”.
“La Justicia debe actuar de oficio sin demora en el caso de Micaela, quien encontró en las redes sociales la manera de saltar el cerco debido a que su madre no ha podido liberarla. Está clamando por Justicia”, afirma Elvira Berardi, psicóloga especializada en abuso sexual infantil, y titular de la Fundación de la Prevención de la Violencia (Funprev).
Discípula de Arnaldo Rascovsky -médico pediatra y reconocido psicoanalista - Berardi definió el ASI como “una de las presiones más poderosas y torturantes que pueda ejercer un ser humano sobre otro”, y recalcó: “Micaela encontró una forma de sacarse la mordaza, hay que escuchar su voz”, sostuvo.
“Más allá de lo que en cada lector despierte, cuando las víctimas de ASI recurren a los medios hay que poder escuchar el pedido a gritos de ayuda”, estimó la especialista al poner énfasis en que “la exposición de Micaela en los medios puede ser para ella una llave para terminar con el aislamiento”.
Desamparo institucional
La otra historia es la de Camila, una madre que lucha sin éxito por proteger a su hija de cuatro años, según ella, porque “no encontró aún el acompañamiento que creyó iba a tener al denunciar a su ex marido y su ex suegro”.
“A pesar de haber acudido a la Justicia siente desamparo. Sale a los medios porque también clama por Justicia”, sostuvo Berardi que señaló que “por de cada caso que sale a la luz hay otros cientos de niños que sufren abuso o adultos con traumas post abuso sexual infantil”.
El caso de Camila es conmovedor porque según ella misma contó “en el Hospital Gutierrez le dijeron que su hija tenia vaginitis y hemorroides mientras de la casa de su papá y su abuelo venía con toda la cola roja y tenía pesadillas”.
“La primera la cámara gesell que ordenó el Juzgado 106, que interviene en la causa civil, determinó que la nena no tenía aspecto de vincularse con afectos abusivos; no le hicieron el test psicológico el día que estaba citada y esa noche no paró de llorar hasta las 2 de la madrugada”, dijo la mujer.
Su abogada, Agustina Gomez Badano, que la patrocina desde hace un mes y se presentará como querellante ante la Fiscalía 12 del Juzgado 41 para impulsar la causa penal estimó que su cliente “busca Justicia pero estuvo mucho tiempo desamparada, con un acompañamiento casi inexistente”.
“Camila denunció hace tres años ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia al padre y al abuelo pero las medidas cautelares que les prohibía a los presuntos abusadores acercarse se vencieron y los abogados de patrocinio gratuito al que había accedido mi clienta no pidieron prórroga, lo que puso a la víctima en riesgo”, informó Gómez Badano.
La decisión de Camila “pasa también por romper el cerco, que a veces las instituciones no ayudan a saltar, por distintos motivos: la cámara gesell, por ejemplo, no es una técnica, es una herramienta. No siempre el que la usa, lo hace en forma idónea. Hay funcionarios que aún no están a la altura de la función que deben cumplir”, opinó Berardi.
“Los medios actúan aquí como la voz del pueblo”, señaló la experta, quien destacó que ese rol debiera -más allá de las solidaridades- servir para que esta mujer, y su hija, accedieran a una Justicia efectiva, que opinó lo mismo respecto a Micaela, la chica que conmovió a miles de personas por las redes.