Fuente: DPA
La Comisión de Apelación de la FIFA redujo hoy de siete a tres años la suspensión que pesaba sobre el ex presidente de la federación chilena, Harold Mayne-Nicholls, anunció el ente rector del fútbol mundial.
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La sanción al sudamericano de 54 años implicaba la inhabilitación para toda actividad relacionada con el fútbol durante el período de castigo.
La Comisión de Ética de la FIFA había suspendido a Mayne-Nicholls porque pese a que era jefe de la Comisión Evaluadora de los candidatos a organizar los Mundiales de 2018 y 2022 pidió presuntamente a uno de los postulantes (al parecer a Qatar) favores para su hijo, su sobrino y su cuñado.
Sin embargo, la medida del castigo, según la Comisión de Apelación, fue “desproporcionada”, por lo que redujo el tiempo de inhabilitación para Mayne-Nicholls, que en un tiempo fue considerado como un posible sucesor del presidente de FIFA Joseph Blatter.
El chileno cree que tras su sanción hay una intriga de la antigua dirigencia de la organización internacional y criticó la desproporción entre su castigo y el que le impusieron a Blatter, que fue inhabilitado por seis años por un dudoso pago de dos millones de francos suizos hecho en 2011 al francés Michel Platini, jefe de la UEFA.
El ex directivo anunció hoy que apelará ante la Corte Arbitral del Deporte (CAS) la sanción y se mostró confiado en probar su inocencia. “Respecto de la rebaja del castigo de FIFA. seguiré el procedimiento y apelaré al TAS donde probaré la absoluta improcedencia de la sanción”, señaló en Twitter Mayne-Nicholls.