Un cuento inmortal

De la redacción de El Litoral
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“Drácula, el musical”, la afamada versión argentina del clásico de Bram Stoker, estrenada en 1991 con libro, letras, puesta en escena y dirección general de Pepe Cibrián Campoy; música original, orquestaciones y dirección musical de Ángel Mahler, se presenta este sábado en el Teatro Municipal. Será en dos funciones, a las 19.30 y 22.45, en el marco de la gira que celebra los 25 años de esta exitosa obra musical.

Las entradas están a la venta en la boletería del Teatro, a un valor de: plateas y palcos (numerados) 600 pesos, tertulia (numerada) 500 pesos, laterales (sin numerar) 400 pesos y generales (sin numerar) 300 pesos.

Cinco lustros

Desde el estreno en el Luna Park, producido por el empresario del box Tito Lectoure, más de dos millones de personas han visto “Drácula, el musical”, no sólo en Argentina, sino también en Brasil (2000), Chile (1992 y 2008) y España (1995), entre otros países.

En enero de este año, el elenco comenzó los festejos de estos 25 años del musical, con 50 representaciones en el Teatro Astral, que finalizarán con tres funciones en el Teatro Colón. El elenco de la gira lo integran Juan Rodó (Drácula), Candela Cibrián (que vuelve al personaje de Mina, reemplazando a Josefina Scaglione), Luna Pérez Lening (Lucy), Nicolás Martinelli (Jonathan), Gastón Avendaño (Van Helsing) y Adriana Rolla (Nani).

La historia

Jonathan Harker, empleado de la firma Hawkins, es enviado a Transilvania a entregar las escrituras de las propiedades compradas por el conde Drácula en la ciudad inglesa de Whitby. Ya en Transilvania, los habitantes lo previenen del peligro del lugar. Jonathan los ignora y junto a un cochero decide recorrer la región. Al llegar al cementerio es seducido por la condesa vampira Dolingen de Gratz y sus amantes, pero con la ayuda del pueblo puede escapar.

Mientras tanto, en Whitby, su prometida Mina Murray espera noticias de él y junto a su gobernanta Nani reciben a Lucy, que viene de Londres para casarse con Lord Arturo, primo de Mina. Pero al llegar a Whitby, Lucy siente que algo extraño le sucede. Los transilvanos llevan a Jonathan a una posada y su dueño lo tranquiliza diciendo que los comentarios son sólo leyendas. Pero es allí donde recibe por intermedio de un mensajero, la esperada invitación al castillo enviada por el conde Drácula. La posadera le recuerda los peligros que le aguardan y le entrega un crucifijo para protegerse. Mientras tanto, en Whitby, la premonición de Lucy la acosa día tras día y su estado mental se deteriora.

Jonathan llega finalmente a la morada de Drácula, que trata de envolverlo en su magia, pero gracias al crucifijo logra salvarse y se instala en el castillo. Pasan semanas y el conde Drácula se prepara para su partida que hará con sus mascotas y como despedida invita a Jonathan a una fiesta junto a sus cómplices, los gitanos.

Luego de ese encuentro, Jonathan descubre el secreto de Drácula, quien al enterarse de ello decide abandonarlo en el castillo, quitándole la memoria y parte de inmediato a Inglaterra. Una vez allí, el Conde se encuentra con Lucy, a la cual posee y se presenta en su fiesta de casamiento para cumplir el rito de la tercera mordida y convertirla en vampiro.

Pero antes de hacerlo lo descubre Mina, en quien Drácula cree reconocer a la mujer que amó 500 años atrás y que él mismo destruyó. Con ella, Drácula trata de recuperar aquella historia perdida. En esa encrucijada entre repetir la historia o redimirse liberando a Mina, se resolverá esta historia de amor pasional y terrorífico.