Darío Pignata
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Hay acuerdo para una salida masiva que contaría con el aval de “casi todos” los dirigentes sabaleros. El club quedaría en manos de los síndicos y se llamaría a elecciones en dos meses.
Darío Pignata
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El presidente Enrique Ariotti estaba volviendo de la Capital Federal (participó de Comité Ejecutivo y arregló la salida “elegante” de Alan Ruiz). En Santa Fe, lo esperaba el ex presidente José Néstor Vignatti y actual asesor de Fútbol de los restos que quedan de una lista que quedó tan desvirtuada después de ganar las elecciones que lo peor que le pudo pasar fue llamarse —justamente— Lealtad. En el medio, quien intenta llevar al barco al mejor escenario posible es Gabriel Somaglia, uno de los tres síndicos titulares.
De los integrantes de la directiva, hay unos 18 miembros que responden a José Néstor Vignatti y 6 que están del otro lado. “Vamos a dar una buena señal, bajemos juntos del micro en la cancha de Unión”, le dijo Ariotti a Vignatti el sábado. El 1-0 de Gamba sobre la hora, los incidentes en el Hotel de Campo y las amenazas a los jugadores terminaron por poner a los dirigentes sabaleros con los pies sobre la tierra: “Así no se puede seguir más”.
Cada uno por su lado, Ariotti y Vignatti no durmieron el sábado a la noche. Y el domingo a la mañana, con Somaglia de mediador, se juntaron. Se dice que Ariotti le exigió a Vignatti un solo requisito: “Basta de delfines, a la lista la tenés que encabezar vos”. El ex presidente consultó con su actual pareja y con sus hijos, que le dieron el visto bueno para volver “con todo” a Colón.
Aunque no lo diga públicamente, Vignatti sabe que “debe” arreglar el error de haber armado una lista sin formar parte de la misma. Y siente, como le pasó con “Cacho” García en los ’90, que se equivocó con Jorge Giorgetti. En aquel momento “lo salvó” el recordado “Buscapié” Cardozo en una calurosa asamblea. Ahora, sabe que los únicos que lo pueden “salvar” —o castigar— son los socios en las urnas: ya no votando candidatos testimoniales sino a Vignatti en persona.
¿Por qué si acordaron el domingo la reunión no se hizo hasta hoy miércoles? Porque Ariotti, como presidente, debió viajar de urgencia hasta Agremiados para “salvar” el pase de Alan Ruiz (ver recuadro aparte), a punto de caerse.
¿Cuál es el escenario para la reunión final? Que renuncien todos al mismo tiempo y que la Sindicatura -que encabeza Somaglia junto a los doctores Camussi (abogado) y Calvo (cirujano)- llame en un período de treinta días a elecciones. Aunque se pongan de acuerdo hoy y Somaglia llame a elecciones mañana, el estatuto habla de 60 (sesenta) días para los nuevos comicios. Conclusión: se votaría nuevamente en dos meses.
¿Qué pasa si alguno, por caso Giorgetti, se niega a renunciar?: se usa la figura de “elecciones complementarias”. Ejemplo: se votan todos los cargos menos el de secretario general que hoy ocupa Giorgetti.
Ariotti puso como requisito que Vignatti se comprometa a ir como candidato a presidente y encabece la lista. Vignatti le pidió a Ariotti que renuncien los seis, incluido Giorgetti.
“Vignatti va a esperar hasta esta noche, si no se cumple lo hablado mañana llama a una conferencia de prensa, porque así no se puede seguir”, confiaron hoy a El Litoral. Ariotti está firme en dar un paso al costado por el bien de Colón, pero no puede asegurar el mismo gesto de Giorgetti que lo acompañó ayer a Buenos Aires.
¿Qué pasa si Ariotti lleva hoy a la reunión cinco renuncias, con la suya como presidente, pero no la de Giorgetti? ¿Qué hará Vignatti con su grupo si renuncian los otros cinco pero no Giorgetti? No hay respuestas, lo que está claro es que hoy se le dará un corte.
Si renuncian todos y se da el llamado a elecciones del síndico, Vignatti irá como candidato a presidente (¿se llamará Fondo Rojinegro?). Del otro lado del mostrador, seguramente, lo esperan en fila india para “atenderlo” Hilbert, Magdalena y Abraham. En el medio, Colón, sus socios y los votos de esos socios.
Nadie sabe qué hará Vignatti si no renuncian todos. Si no se cumple con lo hablado, mañana llamará a rueda de prensa. “Yo gané muchas cosas gracias a Colón y perdí muchas cosas familiares por Colón. No voy a despilfarrar lo que tanto me costó”, es la frase más escuchada de José. La otra es admitir su gran error del armado de esta lista: “Fue un error gravísimo de mi parte, involuntario, pero error al fin. ¿Cómo lo arreglo? Poniéndome adentro de todo, al frente de la lista. Ya está hablado con mi familia”.
En un Colón agitado, lo único que pone paz por estas horas es que hoy se llega al final de la crisis interna. Pase lo que pase, para un lado o para el otro. Era hora. Se veía venir. Porque hasta acá, aunque esta noche asomen vencedores y vencidos, el único que perdió fue Colón.