No deja de sorprender el nivel de agresión que, a veces, se puede alcanzar en un partido de fútbol. Casi olvidando de que se trata de un juego, algunos llegan al extremo de lastimar severamente a los rivales.
Tremenda agresión en el fútbol de ascenso de Noruega.
No deja de sorprender el nivel de agresión que, a veces, se puede alcanzar en un partido de fútbol. Casi olvidando de que se trata de un juego, algunos llegan al extremo de lastimar severamente a los rivales.
Es el caso del fútbol de Noruega, que en una de sus divisiones de ascenso vivió una tremenda patada con los dos pies hacia adelante y con la intención clara de lesionar al rival. El episodio no terminó allí. El agresor no tuvo mejor idea que enfrentarse con otro jugador dándole un cabezazo.
En este selecto club de severas patadas podemos encontrar la de Krupoviesa a Rolfi Montenegro, en un superclásico entre Boca y River ó la repudiable agresión de Gastón Sessa a Rodrigo Palacio, por poner algunos ejemplos del fútbol local.