El Litoral
El candidato ultraderechista Norbert Hofer y el independiente apoyado por los Verdes Alexander Van der Bellen iban cabeza a cabeza. Este lunes se contarán entre 700.000 y 800.000 votos que llegaron por correo.
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DPA
La elección presidencial celebrada hoy en Austria aún no tiene un ganador, después de que el candidato ultraderechista Norbert Hofer y el independiente apoyado por los Verdes Alexander Van der Bellen alcanzaran virtualmente un empate técnico.
El resultado final se sabrá recién el lunes, tras el conteo de unos 700.000 y 800.000 votos que llegaron por correo. Estos representan más de un 10 por ciento de los 6,4 millones de electores convocados a las urnas y corresponden tanto a votantes residentes en el país como en el exterior.
La participación electoral en la segunda vuelta de hoy fue del 71,8 por ciento.
Tras haberle dado la victoria por la mínima a Hofer en un primer recuento, la televisión pública austríaca ORF ubicó por la noche a Van der Bellen por delante, con una ventaja mínima de 4.000 votos sobre el candidato del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ).
"Ninguno de nosotros quería esto. Ambos queremos dormir bien", dijo Hofer sobre el reñido resultado.
El FPÖ es un partido euroescéptico y crítico con la inmigración. En su campaña Hofer, de 45 años, anunció que hará mayor uso que sus antecesores de sus atribuciones, que en Austria son fundamentalmente representativas.
Según los analistas, Hofer obtuvo sus mayores apoyos en las zonas rurales y Van der Bellen en las ciudades. Si el candidato del FPÖ se impone, sería el primer populista de derechas al frente de un país de la Unión Europea (UE).
La campaña electoral mostró una polaridad sin precedentes en Austria entre los dos candidatos a suceder a Heinz Fischer, que termina su mandato en julio.
Por primera vez en la historia del país no estuvieron representados en la segunda vuelta los dos partidos principales del país, el Socialdemócrata (SPÖ) y el Popular (ÖVP).
La debacle que sufrieron los socialdemócratas en la primera ronda de las presidenciales precipitó de hecho la renuncia hace unos días del jefe de Gobierno, el canciller Werner Faymann.
Aunque las funciones del presidente de Austria son principalmente ceremoniales y con influencia limitada en la política nacional, esta elección está atrayendo una inusual atención debido al auge de los movimientos euroescépticos y contrarios a la inmigración en Europa.
Tras la primera vuelta, miembros de los ultraderechistas Frente Nacional de Francia y la Liga Norte en Italia felicitaron a Hofer. Y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tuvo una inusual intervención en la campaña y alertó del peligro de que Hofer saliera ganador.
Hofer venció en la primera ronda el 24 de abril con un 35 por ciento de los apoyos, por delante de Van der Bellen, un profesor de economía de 72 años que fue líder de los Verdes aunque concurrió ahora como independiente.
La victoria de Hofer podría allanar el camino a un gobierno liderado por su partido, que encabeza las encuestas nacionales, según han advertido los partidarios de Van der Bellen. Este candidato abogó en su campaña por una Unión Europea unida y estable y por mantener una política de refugiados humanitaria.
El nuevo presidente asumirá el 8 de julio para un mandato de seis años y puede presentarse una vez a la reelección.
Según los primeros análisis, gran parte de los votantes ejercieron su derecho en contra del candidato no deseado más que a favor del propio. Un 40 por ciento de los ciudadanos que dijeron haber votado por Van del Bellen declararon haberlo hecho "en contra de la derecha".