El Litoral
Según el organismo, no existe un riesgo para la salud pública que justifique que se retrasen o cambien de lugar.
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DPA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) rechazó la petición de más de un centenar de científicos y médicos para que los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro sean aplazados o realizados en otro lugar a raíz del brote del virus del Zika.
Según el organismo de la ONU, no existe un riesgo para la salud pública que justifique que se retrasen o cambien de lugar los Juegos Olímpicos, que tendrán lugar entre el 5 y el 21 de agosto.
Una decisión en ese sentido no influiría significativamente "en la propagación internacional del virus del Zika", agregó la OMS, que señala que Brasil es sólo uno de los casi 60 países y zonas en los que detectaron casos transmitidos por mosquitos y entre los que hay un intenso tráfico de viajeros.
Más de un centenar de científicos y médicos de todo el mundo enviaron el viernes una carta abierta a la OMS manifestando su preocupación y pidiendo el aplazamiento del evento deportivo o que este se celebre en otro lugar.
"Hacemos este llamado a pesar de la creencia generalizada de que los juegos son inevitables o 'demasiado grandes para fracasar'", señalan los profesores, científicos y médicos en la misiva. "La historia enseña que esto no es así. En 1916, 1940 y 1944 los Juegos Olímpicos no sólo fueron aplazados o trasladados, sino cancelados", recordaron en el texto.
Aclaran que su mayor preocupación está en la posibilidad de poner en riesgo la salud mundial, puesto que la cepa del virus del Zika que circula en Brasil "daña la salud de una manera que no ha sido observada antes por la ciencia".
El país sudamericano ha sufrido una epidemia inédita de microcefalia en recién nacidos de madres que contrajeron el zika durante la gestación, y también registró presuntos casos de adultos que sufrieron el síndrome de Guillain-Barré a raíz del virus, que se contagia a través del mosquito Aedes aegypti.
Por esta razón, los firmantes de la carta consideran "un riesgo innecesario" que "500.000 turistas extranjeros procedentes de todos los países que concurrirán a los Juegos corran el riesgo de ser contagiados por esa cepa y volver a sus países pudiendo provocar una epidemia".
"No es ético correr ese riesgo sólo para realizar unos juegos que podrían hacerse de todos modos si se posponen o se cambian de lugar" concluyen los firmantes, muchos de los cuales son reconocidos profesores de ética médica.