De la Redacción de El Litoral
En la intersección con calle Iturraspe, los vecinos y comerciantes colgaron sogas con ropa de abrigo y calzado para adultos y niños. Una modalidad que se replica en la ciudad.
De la Redacción de El Litoral
Luciana Peralta, una comerciante de la avenida Aristóbulo del Valle e Iturraspe vio en un medio que, en Capital Federal, se instalaban en la vía pública percheros solidarios y decidió replicar la iniciativa, justo frente a su negocio.
La pollería está ubicada sobre la avenida al 4200. Esta mañana tendió una soga entre dos árboles en el cantero central y colgó la ropa que pudo juntar para que quien la necesite la tome. Unas 72 horas antes, en el cantero siguiente hacia el sur, un vecino ya había hecho uno.
“Hace bastante tiempo que tenía la idea porque había visto que lo hacían en otros lugares. Por acá todos los días pasa un montón de gente pidiendo ropa y comida, sobre todo muchos chicos chiquitos. También un anciano. Por eso anoche estaba en mi casa y dije mañana lo llevo”, explicó Luciana esta mañana mientras atendía la pollería.
En la ciudad hay otro perchero solidario en barrio Roma, en calle Gobernador Vera, entre Roque Sáenz Peña y Juan Díaz de Solís.
De mano en mano
Luciana espera que la iniciativa se replique en otros barrios de la ciudad y a lo largo de la avenida. “Quise poner otro y no sumar al que ya está porque el que yo coloqué me queda justo frente a la pollería y puedo controlarlo. Así puedo ver quién saca cosas y preguntarle si necesitan otra cosa, como comida”, consideró Luciana.
A diferencia del que ya estaba instalado, el perchero de Luciana tiene ropa y calzado para niños. “Habitualmente ayudo con lo que puedo, pero veo que esta es una nueva forma. Así que le dije a mi mamá y me dio cosas que tenía. Así lo armamos con ropa de mi hijo y mi hermana. La idea es que se sumen los vecinos”, explicó.
Tengo un nene chiquito y cuando veo que pasan por acá pidiendo me hace muy mal. Más ahora que hace frío. Si todos colaboramos un poquito podemos hacer el bien”.
Luciana Peralta
Comerciante
Para Luciana su aporte es pequeño pero sabe que si se suman pequeñas acciones, tal vez se solucionan grandes problemas. “No vamos a solucionar el mundo, pero por lo menos va a haber gente que no va a sentir tanto el frío y el hambre. Ojalá que la gente se anime y haya más”, concluyó.