El Litoral
Donald Trump será elegido candidato a presidente del partido y enfrentará a Hillary Clinton en noviembre.
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DPA
Donald Trump no es el típico republicano, pero el partido de centro-derecha estadounidense tiene previsto darle su apoyo como candidato a la presidencia en la convención que celebrará a partir de mañana en Cleveland, Ohio.
Cuando entró en la carrera por la nominación republicana a mediados del año pasado, Trump tenía las de perder ante nombres reconocidos como el gobernador de Florida, Jeb Bush, o los prometedores senadores Marco Rubio y Ted Cruz.
El multimillonario era considerado motivo de broma para los cómicos de los "late-night shows" televisivos, pero los medios estadounidenses se vieron atraídos por sus descaradas declaraciones en entrevistas y sus comentarios improvisados en las redes sociales.
Trump buscó llegar a los votantes blancos de clase media trabajadora, frustrados con el "establishment" republicano, y rápidamente logró conseguir una multitud leal de seguidores que lo acompañaron en sus mítines, en los que prometió "hacer nuevamente grande a Estados Unidos".
Y ese es el mensaje en el que insiste desde que virtualmente se aseguró la nominación de su partido. "Hay una profunda desconexión en Estados Unidos. Hay dos Estados Unidos: la clase dirigente y los grupos a los que favorece, y el resto del mundo", dijo esta semana.
Las victorias en las primeras primarias, en febrero y marzo, dieron a Trump un impulso clave y sus sorprendidos rivales fueron incapaces de reagruparse, por lo que se dividió el voto de los tradicionales seguidores republicanos. Al final, los contrincantes de Trump fueron abandonando la carrera uno tras uno.
El próximo lunes, Trump prácticamente completará su dominio y quedará a un paso de su objetivo: llegar a la Casa Blanca.
Para ganarse el apoyo de todos los que dudan de que es un "verdadero" conservador, el sábado el dirigente presentó oficialmente a Mike Pence como su candidato a vicepresidente.
Pence es un republicano clásico con posiciones marcadamente conservadoras en lo social y muy popular entre los evangélicos. El gobernador de Indiana es honrado, un experimentado gestor y, sobre todo, hizo mucho económicamente por su estado, aseguró Trump.
La convención gira en torno a la votación de los 2.472 delegados del partido, que deberán elegir formalmente a su candidato presidencial. El ganador necesita 1.237 delegados y Trump ya superó esa marca en mayo.
El evento, de cuatro días, finalizará con la aceptación de la nominación por parte de Trump en un discurso televisado el jueves por la noche.
Durante el resto de la convención se aprobará el programa electoral del partido y se escucharán los discursos de algunos militantes y otros candidatos, entre ellos Pence.
Los sondeos estadounidenses dan una ventaja a la demócrata Hillary Clinton sobre Trump, pero el magnate inmobiliario ha reducido la brecha recientemente en varios estados clave. En Florida, Ohio y Pensilvania, tres estados considerados cruciales para ganar la presidencia, la contienda está demasiado ajustada para pronosticar al ganador, según una encuesta publicada el miércoles pasado por la Universidad Quinnipiac.