El Litoral
Tras el pico de mayo-junio, este mes hubo menos demanda en el Iturraspe, el Cullen y el Alassia.
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Tras el pico de demanda por enfermedades respiratorias, entre fines de mayo y principio de junio, las consultas en hospitales comienzan a disminuir. Así lo confirmaron las autoridades del Cullen, Iturraspe y Alassia. “Hay una disminución con respecto a fines de mayo y principios de junio, cuando estábamos en casi 400 consultas diarias en la guardia, de las cuales entre el 40 y el 50 % eran por cuadros respiratorios. Hoy se atienden unos 200 niños por día, la mitad”, planteó Mariela Allassia, directora asociada del hospital de niños.
Esta situación se repite en el Iturraspe: “Durante junio se amesetaron las consultas, es decir que no fueron en crecida como sucedió durante mayo. Todavía no tenemos las estadísticas de julio, pero la impresión es que seguimos en una meseta que empieza a descender. Esto también se ve en las consultas privadas”, comentó su director, Francisco Villano.
En tanto, el subdirector del Cullen, César Pauloni, brindó el mismo panorama: “Hace un mes y medio era un desborde, con un nivel de ocupación pleno. Pero desde la semana pasada, tenemos menos consultas”. De todas formas aclaró que la ocupación de camas críticas sigue siendo “elevadísima” y la estimó en un 105 % porque “además de las camas de terapia intensiva, se ocupan las de coronaria”. El 30 % de las internaciones se producen por enfermedades respiratorias.
Operativo especial
La merma en las consultas hospitalarias responde, principalmente, a dos causas: por un lado, al operativo de refuerzo que implementó el Ministerio de Salud de la Provincia y, por el otro, al “quiebre” que se produce en la cadena de contagio por las vacaciones de invierno.
La medida ministerial de sumar más profesionales y extender horarios de atención en los centros barriales y en los hospitales “descomprimió” las guardias de los efectores más complejos, como el Cullen, el Iturraspe y el Alassia.
También se articuló la derivación de pacientes a los nosocomios de segundo nivel, como el Sayago, Mira y López, Protomédico y el Samco de Santo Tomé, para los casos menos graves. “Se coordinó con estos hospitales la rotación de pacientes de acuerdo al grado de complejidad que requería cada internación. Se derivaron los pacientes de menor complejidad para que las camas más críticas quedaran disponibles para los más graves. Esto se aplicó tanto con adultos como con niños”, explicó Villano.
El subdirector del Cullen consideró que esta articulación funcionó muy bien y permitió, por un lado, derivar pacientes que no requerían una internación de complejidad y, por el otro, dar respuesta a los que sí la necesitaban.
Por el operativo de “alta demanda” también se ampliaron los recursos humanos en el Cullen, Iturraspe y Alassia. “Al reforzarse la cantidad de médicos en las consultas y demandas espontáneas, se descomprimió la guardia”, precisó Villano.
Por su parte, la directora del hospital de Niños destacó que pese a que durante mayo el departamento de emergencias atendió 11 mil consultas, el hospital “no colapsó gracias a un gran esfuerzo de todo el personal y de las familias”. También reconoció que el refuerzo en los centros de salud benefició al hospital.
Entre los logros, Alassia mencionó: “No nos ocurrió de no tener dónde internar los pacientes o dónde asistirlos. No hemos tenido que recurrir a la parte privada para internar a niños sin cobertura social y tampoco se suspendieron las cirugías programadas, como sucedía en años anteriors cuando la demanda era muy alta”. ¿Cómo lo lograron? “Venimos trabajando desde hace un año y medio para refuncionalizar algunas habitaciones que eran ocupadas por los profesionales y, así, se generaron 16 camas con oxígeno”, respondió la médica.
Menos contagios
La otra causa por la cual disminuyeron las consultas durante julio es que en este período de vacaciones, cuando los chicos dejan de ir a la escuela y muchos adultos, al trabajo, se limita la cadena de contagios. “Durante el período de vacaciones, se disminuye la cadena epidemiológica de transmisibilidad. La semana próxima, cuando los chicos vuelvan a clases, tendremos que estar atentos si llega a haber algún caso índice para saber qué repercusión tiene entre sus compañeros”, explicó Villano.
En tanto, la directora del Alassia no descartó un nuevo brote para agosto: “Por lo general, se da unos 15 días después de finalizadas las vacaciones”, advirtió.
Enfermedades frecuentes
El director del Iturraspe, Francisco Villano, precisó que durante los meses de frío la mayor demanda se presenta por patologías respiratorias, dentro de las cuales la más frecuente es la neumonía. “Generalmente está precedida por un cuadro de gripe A y es la complicación más frecuente. Hubo momentos en los que de 12 pacientes en terapia intensiva, 8 tenían neumonía, con necesidad de asistencia respiratoria mecánica”.
En el Cullen las internaciones críticas también se dan por neumonía y por pacientes con Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc) reagudizado.
En el caso de los niños, lo que más los afecta es la bronquiolitis en lactantes y la influenza, tos y fiebre cuando son mayores.