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Hugo Moyano dejó hoy la conducción de la CGT Azopardo luego de tres mandatos consecutivos y doce años en el cargo, algo inédito en la historia de la central sindical, para dedicarse a tiempo completo a su nueva faceta como dirigente futbolístico.
El jefe de los camioneros fue elegido por unanimidad al frente de la CGT el 14 de julio de 2004, en un congreso que selló la unidad del movimiento obrero. Lo cierto es que su desembarco en la sede de la calle Azopardo fue consecuencia del apoyo que recibió de Néstor Kirchner, pese a que Moyano había votado a Adolfo Rodríguez Saá en las presidenciales de 2003.
En su inicio como camionero de mudanzas, en la década del ’60, Moyano fue primero delegado y después dirigente sindical, aunque tuvo que esperar hasta el ’87 para acceder a la conducción nacional del gremio.
En la década del ’90, el camionero mantuvo sus diferencias con la política del entonces presidente Carlos Menem y, desde el Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA), que formó junto al colectivero Juan Manuel Palacios (UTA), sostuvo un discurso crítico del modelo económico neoliberal y la flexibilización laboral.
Al menos siete paros hizo Moyano durante los dos períodos de Menem, y la misma posición mantuvo con la llegada del gobierno de la Alianza, encabezado por el radical Fernando de la Rúa.
Justamente, en 2000, el sindicalista trascendió al poner al descubierto uno de los principales escándalos de corrupción que sufrió el país, cuando reveló que el entonces ministro de Trabajo Alberto Flamarique le dijo que utilizó una tarjeta de débito bancario Banelco para "convencer" a senadores opositores de que apoyen la reforma laboral que se discutía en el Congreso. "En un momento el ’Bocha’ Palacios le dijo que en Diputados la Alianza tenía mayoría y seguramente lograría aprobar la ley de flexibilización laboral, pero que en el Senado los peronistas eran mayoría y que por ahí no pasaría. Entonces Flamarique le contestó: ’Para los senadores tengo la Banelco’", reconstruyó Moyano la escena.
Tras la crisis de 2001 y con la llegada de Eduardo Duhalde al Gobierno, Moyano mantuvo una postura opositora aunque en ese breve período le agregó otro hecho inédito para la historia sindical al suspender un paro nacional que había convocado para mayo de 2002 por las malas condiciones climáticas.
Si bien Moyano llegó a la conducción de la CGT en 2004 cuando se conformó el triunvirato con José Luis Lingeri y Susana Rueda, tuvo que esperar más de un año para ser consagrado como único jefe de la central sindical. Las crónicas de aquellas jornadas recuerdan que tras su consagración, el dirigente camionero visitó a Néstor Kirchner en la Casa Rosada. Se vivían momentos de armonía entre Moyano y el matrimonio Kirchner, pese a que el entonces presidente mostraba preferencia por el estatal Víctor De Gennaro, a quien llegó a ofrecerle que encabezara la lista de candidatos a diputado nacionales en la primera elección de medio término tras sus asunción.
Poco le importo ese dato a Moyano que llegó a declarar que "Kirchner y yo luchamos por lo mismo" y durante su mandato nunca realizó una medida de fuerza. Moyano participó en el lanzamiento de la candidatura presidencial de Cristina Fernández y durante su primer mandato entre 2007-2011, tampoco convocó a ningún paro, aunque con la muerte de Kirchner, en octubre de 2010, la relación se modificó rotundamente.
En principio se lo vinculó con una supuesta discusión telefónica que el ex gobernador de Santa Cruz y Moyano mantuvieron horas previas a la muerte de Kirchner. La versión fue rechazada aunque los hombres que respondían al jefe de la CGT quedaron afuera del gobierno, se recortaron las asistencias a las obras sociales y se dejó a Moyano afuera del armado de las listas para las elecciones de 2011.
La relación no tuvo retorno y el 20 de noviembre de 2012, a un año de ser reelecta, la ex presidenta sufrió el primer paro nacional para pedir una suba del mínimo no imponible de ganancias. "Con Néstor Kirchner había respuestas. Ahora, no solamente no hay respuestas del Gobierno, hay ninguneo y amenazas", se quejó el dirigente que llegó a convocar cinco huelgas en el segundo período de la ex presidenta.
Con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, Moyano optó, primero, por la cautela, pero después recuperó su tono crítico a la política de gobierno de Cambiemos. "Me voy del cargo pero no de la lucha", declaró el camionero a horas de abandonar la CGT y ratificar su deseo de convertirse a los 72 años en el nuevo presidente de la AFA.