De la Redacción de El Litoral
Las regiones afectadas por la última creciente de los ríos y por el temporal del verano pusieron en alerta a las autoridades provinciales. Es que fueron varios los municipios y comunas de la costa que, con el avance o el impacto del agua, desnudaron problemas defensivos como también la falta de planificación en el crecimiento urbano.
A partir de entonces se comenzó a gestar el Plan de Ordenamiento Hídrico Territorial, que depende de la Secretaría de Recursos Hídricos del Ministerio de Infraestructura de la provincia. En el marco del programa, desde la cartera están manteniendo reuniones con representantes de municipios, comunas y vecinos preocupados por el tema de Santa Rosa de Calchines, Helvecia, San Javier, Santa Fe, Santo Tomé, Las Toscas, Recreo, Monte Vera, Rincón, Arroyo Leyes, Reconquista, entre otros.
El plan de trabajo tiene dos ejes fundamentales: por un lado, la evaluación de las cuencas rurales -regionales- para conocer los caudales y parámetros hídricos, que afectan a los centros urbanos. Por el otro, se busca fomentar el diseño de los planes directores de desagües pluviales de las localidades, para que puedan ordenar el crecimiento poblacional, a partir de un plan urbano.
“Se trata de brindar asesoramiento sobre cómo administrar el uso del suelo, reservar los lugares bajos para actividades semipermanentes y no para el asentamiento residencial. Y también para llevar adelante los protocolos de gestión del riesgo, ya sea por lluvia o crecida de ríos”, indicó Roberto Porta, titular de la Secretaría de Recursos Hídricos.
Por otro lado, el impacto de las lluvias intensas también representan un eje de trabajo. “Con Rincón y Arroyo Leyes, por ejemplo, estamos trabajando para repotenciar las estaciones de bombeo para enfrentar mejor las lluvias intensas de diseño”, mencionó Porta.
El pedido de la defensa
La referencia del funcionario representa un caso testigo. En el barrio Rincón Norte, al oeste de la ruta 1 y en el límite de la jurisdicción de Arroyo Leyes, un grupo de vecinos reclama el cerramiento de un tramo de 8 kilómetros de la defensa. Se extiende desde el kilómetro 8 al 16.
Es por donde durante la última creciente del verano, ingresó el agua del bañado de la laguna Setúbal. En una de las columnas de alumbrado ubicada al fondo de calle Zapata Gollán -a la altura del kilómetro 10- pintaron el nivel al que llegó el agua en febrero: 6,60 metros es la marca.
En ese mismo lugar, quedan los restos desflecados de las bolsas de arena con las que los vecinos y la Municipalidad de Rincón improvisaron una defensa para detener el avance del agua proveniente de la laguna. Está hacia el norte y bordea la cuneta de Zapata Gollán, para el oeste. De todas maneras la corriente ingresó y generó anegamientos, como también el agua acumulada de las lluvias.
A pocos metros de allí, es notable el crecimiento de la zona. Ya sea por el bajo costo de los terrenos o por las distintas instancias del plan nacional Procrear, son muchos los santafesinos que construyeron en Rincón Norte. Si bien los vecinos reconocen que los inconvenientes que se generan a partir del avance del agua son propios de la zona en la que viven, también advierten que esos loteos fueron aprobados legalmente.
“Nos dicen que estamos en el valle aluvional de la laguna, pero los loteos tuvieron el visto bueno de las gestiones como debe ser. Hay familias que se están instalando desde el año 2008, y desde 2010 el crecimiento fue mucho mayor”, explicó Juan Tombolato, uno de los vecinos referentes del reclamo.
El grupo presentó notas pidiendo la obra ante el gobierno provincial, como también a la Municipalidad de Rincón. “La provincia afirma que a partir del kilómetro 8, en adelante, es valle de inundación de la laguna y que por lo tanto, no se deben construir casas en esa zona, pero a nosotros nos cobran los impuestos”, insistió Tombolato.
Una propuesta en revisión
Si bien en el marco del Plan de Ordenamiento evalúan el pedido de los vecinos, Porta adelantó que la extensión del terraplén defensivo no es considerado como la mejor alternativa.
“En general no somos muy partidarios de los terraplenes de defensa para centros urbanos, mucho menos cuando son muy cercanas a las poblaciones. No descartamos el pedido de los vecinos pero no es lo más viable. El terraplén brinda una falsa seguridad, porque si bien evita que el agua llegue por la superficie, lo hace a través de la napa freática”, precisó y continuó: “Alentamos a que se realicen los planes urbanos para detectar los lugares bajos y fomentar que allí se realicen actividades semipermanentes, pero que no se construyan viviendas”.
Como parte de la propuesta, está la reubicación de familias que viven en zonas bajas, anegables. “Eso es cuando no son muchas pero donde la población es mayor se está analizando cuál es la alternativa de menor riesgo para la gente”, explicó Porta.
—¿Qué motivó el trabajo con las localidades y ciudades de la costa?
— Hubo municipios y comunas que nos pidieron la intervención, lo mismo que los productores. Vimos que durante la emergencia hídrica y las lluvias extraordinarias no tenían respuesta para enfrentar la situación, que no contaban con el plan director de desagües pluviales. Excepto Santa Fe, Rafaela y Rosario, y eso les permite avanzar con obras dentro de programa ordenado. Los otros no tienen, ubican gente en lugares bajos y ante la emergencia, tampoco tienen un protocolo. Los vecinos no sabían qué hacer.
—¿Cuáles son los principales problemas que detectaron?
— Partimos del hecho de que no cuenten con ese plan director de desagües pluviales para las jurisdicciones. Eso no es bueno porque cuando un municipio pide la ampliación de la red, nosotros debemos saber cómo se comporta toda la jurisdicción y no el lugar puntual, eso puede perjudicar a mucha gente. Lo mismo pasa con el uso del suelo, por eso charlamos con los municipios y comunas para que no habiliten nuevos barrios o el asentamiento de familias en lugares bajos.
"No somos muy partidarios de los terraplenes de defensa para centros urbanos, mucho menos cuando son muy cercanas a las poblaciones. No descartamos el pedido de los vecinos pero no es lo más viable. El terraplén brinda una falsa seguridad porque si bien evita que el agua llegue por la superficie, lo hace a través de la napa freática”. Roberto Porta, Secretario de Recursos Hídricos del gobierno provincial
"Estamos trabajando para que los municipios y comunas se ocupen del mantenimiento de los terraplenes. Nosotros los ayudamos con el presupuesto y el asesoramiento técnico”. Roberto Porta, Secretario de Recursos Hídricos del gobierno provincial