El Litoral
Los ex ministros de Economía de Santa Fe, Walter Agosto, y de Córdoba, Angel Elettore, expusieron sobre la necesidad de dictar una nueva ley de coparticipación federal y sobre las dificultades que ello conlleva.
El Litoral
Gabriel Rossini - @taperossini
Los ex ministros de Economía de Santa Fe y Córdoba, Walter Agosto y Angel Mario Elettore, coincidieron en la necesidad de discutir como la Nación, las provincia y los municipio gasta la plata que recaudan para hacer más eficiente los servicios que prestan, manifestaron su preocupación por la situación fiscal de las distintas jurisdicciones y destacaron que antes de sentarse a discutir una nueva ley de coparticipación el gobierno debe definir los parámetros de la reforma tributaria que impulsa.
Invitados por la agrupación “El Frente” de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Litoral disertaron sobre “Coparticipación Federal: a 20 años del mandato constitucional, un desafío pendiente”, donde plantearon las dificultades que existen en el escenario económico actual para dictar una nueva ley que ordene el reparto de los tributos entre las distintas jurisdicciones.
-La cuestión de la coparticipación ha regresado a la agenda pública por distintos motivos después de mucho tiempo.
- (Elettore) Las condiciones están dadas, lo difícil va a ser que alguna provincia quiera ceder algo de lo que recibe. Creo que el esfuerzo lo va a tener que hacer la Nación. Pero hay discutir muchas otras cosas. Por ejemplo que hacer para que las provincias y los municipios tengan solvencia fiscal, que hacer con ingresos brutos, en definitiva, como hacer que todos los tributos nacionales, provinciales y municipales funcionen como un sistema y no como ha sido hasta ahora que cada órgano nacional o subnacional ha intentado recaudar por la vía más efectiva sin tener en cuenta los efectos económicos.
-Una de las propuestas fue mantener la actual ley y a los nuevos recursos distribuirlos de acuerdo a un índice a elaborar teniendo en cuenta una serie de variables sociales y económicas.
- (Agosto) Hubo varios proyectos en esa línea. La idea era que para que ninguna provincia perdiera en términos nominales, congelar la situación actual y al excedente de la recaudación distribuirlo por otros parámetros. Estoy de acuerdo con la gradualidad porque en algún momento hay que empezar. Esta es una de las líneas de trabajo, pero ahora la idea de que nadie quiere ceder es aún más fuerte porque el gobierno nacional, los provinciales y el sistema previsional tienen un fuerte déficit fiscal.
- (Elettore) Además el gobierno nacional está inmerso en una reforma tributaria profunda. Entonces, para discutir que es lo que vamos a distribuir tenemos que saber primero que es lo que vamos a tener. Deberíamos conocer que reforma tributaria se aprueba para después analizar lo que se distribuye. Saber por ejemplo que va a pasar con Ganancias, Bienes Personales, Ganancia Mínima Presunta.
-Respecto al déficit ¿No se corre el riesgo de volver a recurrir al endeudamiento?
- (Elettore) Es peligroso en un escenario donde la tasa de interés es alta, el dólar bajo y la economía está en recesión. Nos trae malos recuerdos esta situación. Además, hay empresarios que han aprendido a encontrar su punto de equilibrio no en lo económico sino en lo financiero. Ahora, si uno se va a lo que pasa en el día a día, no en la macroeconomía, cuando averigua que municipio lleva bien sus cuentas, quien aplica un devengado, cuantas provincias lo hacen, nos damos cuenta que hemos retrocedido. Hay muchas que antes eran solventes y ahora tienen altos déficits, gastos de manera desmesurada. Córdoba por ejemplo tiene 70 legisladores. Hay otras provincias que son más pobres y tienen el doble. ¿Cuantos son los que hacen falta? ¿Como definimos el gasto? ¿Como definimos cuales son los recursos y donde los tenemos que aplicar? Porque hasta ahora el remedio ha sido aumentar la presión fiscal. El tema no es si los impuestos están altos, sino cuanto uno recibe. Lo que habría que hacer es una redefinición, preguntarse a que provincia le doy y a cual no si no me ajusta sus cuentas previamente. No estoy hablando de echar gente ni nada que se el parezca. Estoy hablando de ajustar el gasto, trabajar los recursos. Hay intendentes y gobernadores que no quieren salir a cobrar un impuesto porque no quieren pagar el costo político y así no funciona la sociedad.
-¿Creen que la política está dispuesta a pagar el costo de hacer esto?
- (Agosto) Hay un poco más de debate y en algunas esferas del gobierno nacional hay preocupación por la presión tributaria. De hecho, se ha constituido una comisión en el ámbito del ministerio de Economía que debería presentar un proyecto de reforma a una comisión legislada en la ley de Sinceramiento Fiscal e integrada por 15 diputados y 15 senadores. Lo diferente es la sensación que tengo en lo referido al gasto público. Evidentemente, y los hechos lo demuestran, este año el déficit del sector público nacional va a ser casi igual al del año pasado. Con suerte se va a cumplir la meta de 4,8 de PBI de déficit primario y en las provincias está pasando algo parecido. El lubricante que han encontrado para este año, y en mi opinión para el año próximo porque es un año electoral donde tampoco va a haber mucha vocación para avanzar en estos temas, es el endeudamiento. Y claramente aún esta disponible, a un costo elevado. Lo que debemos advertir es que esta solución no es eterna. A estos costos, endeudarse en dólares, implica para una provincia o un municipio que en algún momento empezarán a generarse dificultades como ya hemos vivido en otros tiempos.
-Se empezaron a reflotar algunas soluciones a los problemas de financiamiento de las provincias que no son nuevas como los fondos del conurbano. ¿Están de acuerdo?
- (Elettore) Soy partidario de las soluciones integrales. Si no discutimos el gasto y no lo controlamos, podremos armar fondos pero no lo vamos a solucionar. Hay que tener una conciencia de la solvencia fiscal. No me quejo cuando hay que tomar una deuda para hacer una obra de infraestructura que se va a financiar en varias décadas. Lo peligroso es endeudarse para gastos corrientes. La solvencia fiscal tiene dos caminos: el gasto y el ingreso. Si no miramos los dos nos estamos equivocando.
-Si pone tanto énfasis en el gasto puede ser señalado como racionalizador.
- (Elettore) En la provincia de Córdoba fui ministro de Economía los tres períodos que gobernó el kirchnerismo, que no nos mandaba la plata que nos debía, no nos permitía endeudarnos, no nos daba lo que nos correspondía para la Caja de Jubilaciones, y tuvimos que racionalizar el gasto. Pagamos buenos sueldos, buenas jubilaciones e hicimos muchísima obra. Cuando hablo del gasto me refiero al innecesario, improductivo. Igual que recaudar. Para nosotros salir a recaudar en Córdoba no tuvo costo político porque informábamos el destino de cada peso. Teníamos un portal de transparencia donde se podía ver hasta el último detalle de una partida presupuestaria de todo. Cuando la gente sabe donde va la plata paga de una manera un poco más fácil.
- (Agosto) La provincia de Córdoba en el ránking de transparencia presupuestaria que elabora Cippec hasta el año pasado estaba en el primer puesto.
-¿Creen que hay voluntad política de la clase dirigente política argentina por encontrarle una solución definitiva al tema del reparto de los fondos y el gasto?
- (Agosto) En el arranque pareció que el gobierno tenía puestas las pilas en esa cuestión, pero con lo que pasó con la ley de jubilados y reparación fiscal entra en duda, porque pareciera que todo lo que está legislado ahí conspira con el problema del gasto público ya que le está cargando un tema legítimo como es el jubilatorio, que va a ser financiado con recursos extraordinarios y por única vez como son los del blanqueo. Creo que la situación de caída de la actividad económica también condiciona mucha a la política para avanzar en estos temas. El año próximo el problema va a ser la cuestión de las elecciones. Es como que siempre hay una excusa. Pero claramente si Argentina recupera un ritmo de crecimiento, conversar estos temas va a ser mucho más fácil que en un contexto como el actual.
- (Elettore) Creo que si estamos avanzando hacia un modelo de país que quiere promocionar el empleo y la producción hay que tener un sistema tributario que sea una herramienta para ese modelo económico. Cuando digo sistema tributario me viene a la mente que no es un sistema porque un sistema es el nervioso o digestivo, donde cada cosa está puesta por algo en algún lugar. El sistema tributario es un conjunto de parches para tratar de recaudar y salvarse como se pueda. Pero creo que es el momento de pensar hacia donde tiene que ir la economía y en función de ello hay que crear un sistema tributario que se la herramienta para lograr ese objetivo. El gobierno nacional ha comenzado con algunas dificultades como la inflación o el momento de la reactivación. Es preocupante pero espero que la economía ya haya tocado su punto más bajo y empecemos a salir. Lo preocupante es que gran parte de la salida sea con endeudamiento, que no veamos los temas con seriedad, que no nos enfoquemos en el gasto público cuando en julio hemos batido el récord.
-Uno de los temas que está por verse es si el gobierno tiene la masa de poder político suficiente para hacer frente, por ejemplo, a los reclamos sectoriales de los gobernadores para el presupuesto del año próximo.
- (Elettore) Hasta ahora lo resolvió con más gasto publico y endeudamiento. En Córdoba el presidente ha hecho importantes anuncios que debería cumplir porque para eso se hacen los anuncios. Va a ser complicado. También me preocupa la situación social. Y me preocupa el clima. Vamos a ser optimista y pensar que esto va a salir adelante. Ahora, ¿el tiempo que va demorar en salir va a ser el mismo tiempo de espera de la gente que hoy está muy complicada para tener alguna respuesta? Y no se si el gobierno tiene la lectura y la temperatura de lo que está pasando ahora. Si no nos apuramos a salir de esto atrás viene la gente pidiendo respuesta rápidamente y no porque este en contra políticamente sino porque tiene una necesidad concreta.