Nicolás Loyarte
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@nicoloyarte
Es el cuarto caso en una semana.
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Anoche se produjo el cuarto caso policial en una semana contra un colectivo del transporte público de pasajeros de la ciudad (ver infografía más abajo).
El nuevo ataque fue cerca de las 21, cuando el interno 1130 de la Línea 11 había partido de la parada ubicada en Rivadavia y Genesio, de barrio Altos de Nogueras. A pocas cuadras de allí, en Chaco y Aguado, sorpresivamente dos sujetos a bordo de una motocicleta comenzaron a disparar de forma alocada contra el colectivo.
Al menos tres impactos de bala destrozaron los cristales del costado derecho del micro y por fortuna no alcanzaron a los cinco pasajeros que habían ascendido en la parada, ni al chofer. Luego del ataque los sujetos se dieron a la fuga a toda velocidad.
Acto seguido, el chofer se dirigió a pocos metros del lugar, donde funciona la Subcomisaría 14 de Policía y radicó la denuncia.
Ni bien se enteraron de lo que había ocurrido, los compañeros del chofer tomaron la decisión de suspender el servicio, que permaneció inactivo hasta esta mañana.
“No entendemos por qué fue la agresión, creemos que es un hecho más de inseguridad como los que estamos viviendo en la actualidad”, declaró esta mañana en la parada de la Línea 11 el delegado gremial de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), Oscar Godoy.
—¿Fue contra el chofer o contra un pasajero?
—Le tiraron al coche, no sabemos nada más.
Pasos a seguir
A primera hora de hoy, los choferes y delegados de la UTA se reunieron en la parada de la Línea 11 y tomaron la decisión de restablecer el servicio, mientras que los representantes gremiales de los choferes concurrieron más tarde a la sede de la UTA, donde se desarrolló otra reunión del cuerpo de delegados, para decidir los pasos a seguir en reclamo de garantías de seguridad en pos de poder brindar el servicio de transporte en la ciudad.
Mientras se sucedían las reuniones, el interno baleado fue peritado y esta mañana ya le habían reemplazado los cristales que fueron destrozados por los balazos.
“Estamos al tanto de los otros casos que ocurrieron en los últimos días. Queremos seguridad no sólo para nosotros sino también para los pasajeros”, dijo Godoy, y agregó luego: “Queremos trabajar tranquilos y poder llegar a casa sanos y salvo, que no es poco”. Y finalizó pidiendo “que hagan algo, porque así no se puede seguir”.
Tras la reunión desarrollada en la sede gremial, el secretario adjunto de la UTA, Marcelo Gariboldi, le contó a El Litoral que “se definió trasladar el reclamo de los choferes de la Línea 11 a los propietarios de la empresa, Autobuses, para que sean ellos quienes le pidan a la policía mayor seguridad”.
El dirigente mencionó también que se detallaron “las zonas más comprometidas del trayecto que realiza la Línea 11 y se pedirá que allí se intensifiquen los controles”.
Acordaron realizar controles policiales sorpresivos
Luego de los primeros hechos policiales en colectivos de la ciudad, el lunes pasado se realizó una reunión entre las autoridades de Seguridad provincial, la policía, la UTA y la Municipalidad, para acordar estrategias preventivas del delito.
El ministro de Seguridad de la provincia, Maximiliano Pullaro instó a que las medidas de acción preventiva para disuadir el delito comiencen cuanto antes, para que no se disparen los hechos de este tipo y anticipó que si se incrementan, pedirán que “se centralicen en una sola fiscalía para poder establecer los patrones del delito”. En la reunión se acordó, entre otras medidas, la realización de controles sorpresivos a bordo de los colectivos.
Otro caso este mediodía
Un alumno de 16 años que volvía a su casa -luego de clases- a bordo de un colectivo de la Línea 10 fue asaltado este mediodía, cerca de las 13.15, cuando el coche circulaba por calle Pedro Vittori, a la altura de Luciano Molinas.
Afortunadamente, los audaces ladrones fueron atrapados por la policía unas cuadras después.
Un pasajero alertó a por teléfono a la Central de Emergencias 911 sobre lo que estaba ocurriendo. Los jovenes delincuentes habían abordado el micro unos minutos antes.
Uno de ellos se sentó al lado de la víctima y la amenazó con una chuza (arma blanca de fabricación casera), mientras su cómplice quedaba parado en el pasillo para tapar lo que ocurría.
Una patrulla de la Brigada de Playa que realizaba tareas de prevención sobre Aristóbulo del Valle interceptó el ómnibus en calle Pedro Zenteno. Momentos de extrema tensión se vivió sobre la unidad urbana, a esa altura bastante cargada de pasajeros.
Los malvivientes, al ver que los agentes detenían el vehículo trataron de escapar por la puerta trasera, pero rápidamente fueron alcanzados por los uniformados, que no dudaron en reducirlos y esposarlos.
Se trataba de un menor de 17 años y un mayor de 18, quienes fueron esposados y trasladados a la Comisaría 11a, ubicada a escasas cuadras de donde se produjeron las detenciones.
Allí, quedaron a disposición de la Justicia, acusados de tentativa de robo calificado.