Aguayos, fajas autóctonas y una ambientación campestre con detalles albicelestes completaron el sabor criollo de la tercera edición de Cocina a Ocho Manos, un almuerzo solidario a beneficio del Hospital de Niños que se realizó este mediodía, organizado por la fundación del Alassia.
La cita, que se renueva cada 30 de septiembre sobre el Puente Colgante, esta vez homenajeó al Bicentenario de la Independencia en todos sus elementos. El menú fue ideado por cuatro cocineros destacados de la ciudad: Rubén Rivero, Ernesto Teplitzky, Gustavo Kakazú y Norberto Niemetschek, quienes rindieron honores a la patria desde los sabores. Los platos elegidos comenzaron con salame y queso, y vol-au-vent de osobuco, siguieron con dúo de carnes y petit ojo de bife, y hasta un rogel de postre, con mil hojas de dulce y queso.
Su elaboración contó con la colaboración de un centenar de personas. “Como me gusta decir, no son ocho manos sino más de 200 las que hacen posible el almuerzo, si tenemos en cuenta a los cuatro cocineros, sus ayudantes, a los 22 chicos del Instituto Sol que harán de camareros, los proveedores y organizadores. Es un gran número de personas que logra una sinergia para colaborar con el hospital”, dijo Teplitzky.
Más allá de las particularidades de cada edición, el cocinero se dijo satisfecho con los resultados. “Más allá de la cantidad de comensales, del menú que este año fue distinto o la variación de cualquier componente, el objetivo de ayudar al hospital siempre se cumple y eso es lo importante. La ayuda siempre llega”, destacó el cocinero.La mesa estuvo completa, no faltó ni un solo comensal. “Es un evento atípico que reúne a varios símbolos santafesinos, desde el escenario hasta el beneficiario, no es cosa de todos los días”, remarcó Ana María Caputto, presidenta de Fundación Hospital de Niños. En este sentido, destacó la colaboración de todos los santafesinos con el almuerzo y, a través de él, con el hospital.
“Cada arista del evento implicó gente que se movió, que colaboró para que se realice: hubo empresas que ayudaron comprando tarjetas, otras donaron elementos para el almuerzo, y otras aportaron con la limpieza y el traslado de los elementos, por citar sólo algunos. Tenemos mucha ayuda, la ciudad siempre colabora”, comentó Caputto.
En el año del 25° aniversario de la Fundación, su presidenta remarcó que todas las acciones de la entidad cuentan con el aval de la dirección del hospital. “En las dos ediciones anteriores se logró recaudar lo necesario para cumplir con lo que nos pidieron; esta vez no será la excepción”, expresó Caputto.
El objetivo de esta tercera edición de Cocina a Ocho Manos es reunir fondos para la digitalización de la biblioteca del Hospital de Niños, y para la compra de una máquina pasteurizadora de leche para el Centro de Lactancia Materna. También buscan cambiar 60 nuevos televisores de las salas de los chicos, que buscan colocar sobre la pared y optimizar espacios.