El Litoral
En su paso por La Florida dejó 4 muertos. Ahora continúa su recorrido hacia los estados del norte.
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DPA
El huracán "Matthew" quedó degradado hoy a la categoría 1 de tormenta con vientos sostenidos máximos de 119 kilómetros por hora (kph) mientras avanza por la costa sureste de Estados Unidos.
El centro nacional estadounidense para el control de huracanes (NHC) señaló que la tormenta avanza en dirección noreste con una velocidad de 19 kph, cerca de las costas de Carolina del Sur y Georgia. En las próximas 36 horas, los dos estados pueden sufrir graves inundaciones, advirtió el NHC.
En su paso por Florida, el huracán dejó cuatro muertos antes de continuar su recorrido para acercarse peligrosamente al vecino estado de Georgia y dejar las primeras tormentas en Carolina del Sur.
Las víctimas mortales son un hombre y una mujer que no pudieron recibir asistencia médica de urgencia a tiempo debido al huracán, además de otras dos mujeres que sufrieron el impacto de árboles caídos, informó la emisora CNN citando a las autoridades locales. Además un millón de viviendas se quedaron sin electricidad.
El ojo del huracán, que perdió fuerza y fue rebajado a categoría 2 por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, lo que implica vientos de no más de 175 kilómetros por hora, se acercó después peligrosamente a la isla de Tybee, en el sur de Georgia.
A primera hora del sábado dejó tormentas en Carolina del Sur que alcanzaron las islas de Hilton Head y Pritchards, informaron el centro de huracanes y la emisora WBTV, sin que por el momento haya datos sobre daños.
El huracán continúa su recorrido hacia el norte. Las autoridades han alertado de olas peligrosas a lo largo de las costas de los tres estados.
"Matthew" llegó a Estados Unidos tras sembrar la destrucción en Haití, donde podrían haber muerto 478 personas, de acuerdo con estimaciones de la ONG Care International. Sólo en el Departamento Sur, el más afectado, murieron 283 personas.
La Autoridad Nacional de Catástrofes de Haití confirmó 108 muertos en la mañana del jueves y no se ha pronunciado desde entonces.
Según la ONU, hay más de 1,5 millones de damnificados y 350.000 necesitan ayuda inmediata. La mayor preocupación ahora es evitar el surgimiento de casos de cólera en las zonas inundadas, alertaron organizaciones de ayuda humanitaria.
También en la región de Grand'Anse, en el suroeste, la destrucción es amplia. En la capital, Jérémie, todas las comunicaciones telefónicas están interrumpidas, así como el suministro de electricidad, mientras el 80 por ciento de las viviendas están reducidas a escombros, según la organización humanitaria Care.