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El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, anunció que se enviará un proyecto al Congreso para autolimitar a la Jefatura de Gabinete nacional en el uso de las facultades legislativas que tiene para realizar modificaciones presupuestarias.
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El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, aseguró hoy que el gobierno enviará en las próximas horas al Congreso el proyecto que "autolimita" el ejercicio de los "superpoderes", como se conoce popularmente a la delegación de facultades legislativas a la Jefatura de Gabinete para realizar modificaciones presupuestarias.
En rueda de prensa en Casa Rosada, Prat-Gay relató que "ayer" (por el martes), durante un encuentro en el Congreso Nacional con autoridades de la Cámara y del interbloque Cambiemos, acordaron "ordenar la discusión parlamentaria para el resto del año", empezando por el Presupuesto y siguiendo con el debate "por el impuesto a las ganancias".
En ese sentido señaló que en las próximas horas se enviará al Congreso un proyecto en el que "por primera vez en la historia un gobierno se autolimita en el ejercicio de los superpoderes".
Los denominados "superpoderes" datan del 8 de agosto de 2006, cuando mediante la ley 26.124 se modificó el artículo 37 de la ley 24.156 de Administración Financiera. Ese cambio estableció que "el Jefe de Gabinete de Ministros puede disponer las reestructuraciones presupuestarias que considere necesarias dentro del total aprobado por cada ley de presupuesto, quedando comprendidas las modificaciones que involucren a gastos corrientes, gastos de capital, aplicaciones financieras y distribución de las finalidades".
Ese avance del Poder Ejecutivo sobre facultades hasta entonces propias del Legislativo se concretó en la Presidencia de Néstor Kirchner, cuando su jefe de Gabinete era Alberto Fernández. A partir de entonces, tanto Fernández como sus sucesores (Sergio Massa, Aníbal Fernández, Juan Manuel Abal Medina, Jorge Capitanich y Marcos Peña) mantuvieron las atribuciones para modificar el destino de los créditos aprobados en las leyes de Presupuesto, a través de más de 1.300 decisiones administrativas.
Esas medidas, sumadas a los decretos de necesidad y urgencia, terminaron por desvirtuar las leyes de Presupuesto, al punto que la ejecución del gasto no guardó relación con su autorización legislativa durante muchos años. Por ejemplo, el déficit financiero acumulado en las cuatro leyes de Presupuesto que van de 2012 a 2015 fue de 46.721,2 millones de pesos, un poco más de la décima parte del déficit real, que alcanzó a 455.397,5 millones.
Los "superpoderes" habilitan al jefe de Gabinete a reasignar créditos presupuestarios de una a otra de las cinco finalidades en las que se distribuye el presupuesto (administración general servicios sociales, seguridad y defensa, servicios económicos y deuda pública). Como entre los ítems que puede reasignar figuran aplicaciones financieras y servicios de la deuda, en muchos casos los "superpoderes" implican un perjuicio en el resultado financiero.