Destrozos y robos en el Centro de Salud Yapeyú

Redacción de El Litoral
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Pegan donde duele. Esto fue lo que pasó en el centro de salud de barrio Yapeyú, el que esta madrugada volvió a sufrir hechos de vandalismo y robo.

En diálogo con El Litoral, Miriam una de las trabajadoras del lugar, explicó que recibió un llamado minutos después de las 6, alertando por un supuesto robo en el centro. Al llegar al inmueble, ubicado en 12 de Octubre y Teniente Loza, confirmó que había una ventana con signos de violencia. En concreto un barrote de una reja estaba doblado.

“Violentaron una ventana e ingresaron. Hasta el momento detectamos que se llevaron una computadora, una pava y otros elementos. También hicieron destrozos en la parte de los archivos clínicos”, relató la trabajadora del centro.

En su testimonio, Miriam también señaló que luego de recibir ese aviso de inmediato llamó al 911. “Tenemos una comisaría a pocas cuadras (la entrevistada hace mención a la Seccional 7a.) y nunca vinieron. Recién aparecieron cuando tocamos el botón antipánico, como a las 8.30”, amplió.

Al ser consultada por los hechos delictivos que sufrió el Centro, la trabajadora dijo que no es la primera vez que les pasa esto, el año pasado padecieron un robo similar. “La ventana que violentaron es la misma de siempre, reclamamos para que le pongan rejas y nunca lo hicieron”, sostuvo.

Demoras

Más adelante, Miriam agregó que “el botón de pánico en estos centros, nunca funcionó. Hemos tenido hechos de robo dentro del dispensario, de elementos de la gente que está en sala de espera. Apretamos el botón de pánico y la policía llegó después de una hora y media”.

“Hemos hecho los reclamos, pero los gobernantes no quieren que tengamos un policía ni una guardia permanente para que nos den seguridad. Entonces los hechos siguen ocurriendo”.

Sin códigos

Se sabe que los hechos delictivos en centros de salud, escuelas o comedores sociales, duelen el doble.

* “Los que hicieron esto no tienen códigos, porque quizás ellos mismos vienen a atenderse. Atentan no sólo contra el centro, sino también contra su propia familia que seguro recibe la asistencia de nosotros.

“Entonces no lo entiendo... es una pena. Lo que pasa en los comedores escolares, en los dispensarios, en los jardines de infantes, son lugares muy sensibles. Nos dicen que hay más policías, pero los resultados no se ven. Por ejemplo yo hoy llamé a las 6.25 y el patrullero terminó viniendo a las 9 de la mañana. Y tenemos la seccional 7a. a tres cuadras. Lamentable”, cerró.