La había estrangulado su pareja en Mendoza

Cecilia Cortez (39) fue encontrada muerta el 29 de agosto en una vivienda situada en Tacuarí al 9000, en Rodeo de la Cruz, Guaymallén, y su deceso se produjo como consecuencia de “asfixia por estrangulamiento manual”. Al conocerse la determinación forense sobre la mecánica de la muerte, la Justicia imputó a Celso Leonardo Ibarra (40) por los delitos de “homicidio agravado por mediar relación de pareja y violencia de género, coacciones agravadas por el uso de arma de fuego en concurso real”.

Según la investigación, la pareja llevaba separada 15 días cuando se halló el cuerpo de Cortez, mientras que Ibarra fue detenido el 5 de octubre y quedó alojado en el penal San Felipe de Mendoza por un robo cometido después del femicidio junto a dos cómplices en la localidad mendocina de Jocoli.

Los familiares de Cortez también creyeron que la muerte de Cecilia fue por causa natural o sobredosis, pero el cuerpo presentó moretones y algunos golpes, por lo que el fiscal de la causa, Juan Carlos Alessandra, inició una investigación bajo secreto de sumario que terminó con la imputación de Ibarra.

Cecilia, según fuentes judiciales, era víctima de violencia de género pero nunca denunció el hecho ni al agresor, debido a que éste la amenazaba a ella y a sus dos hijas con que “si lo denunciaban las dejaba en silla de ruedas”.

Según el testimonio de las hijas, en el marco de la violencia de género se registraban golpes y amenazas con arma de fuego, lo que fue clave para el fiscal para comenzar una investigación y confirmar los dichos de ellas con las lesiones que presentó la víctima.

Según el resultado de la autopsia que se le realizó a Cortez, las lesiones internas que presentó confirmaron asfixia por estrangulamiento manual, además de hematomas en la región frontoparietal y lesiones compatibles por compresión de dedos en el cuello.