Conocedor de muchos de los jugadores que vencieron a Sarmiento, “Juampi” tratará de corregir lo poco que se hizo mal e intensificar lo bueno, para jugarse su propia “patriada” en Tucumán.
Enrique Cruz (h)
Es cierto que varias ausencias son obligadas, por lesiones. Ni Leo Sánchez está para “bancarse” un viaje de 800 kilómetros por su problema en la espalda, ni tampoco Anselmo, Acevedo y Rolle están en condiciones de jugar. Con ellos cuatro en condiciones, posiblemente se habrían producido algunos cambios. Pero se nota que Juan Pablo Pumpido vio lo bueno que resultó el desempeño del equipo y no dudó: más allá de alguna incógnita en algún puesto en particular (concretamente el de segundo marcador central), va a adoptar la misma receta que usó Madelón en su partido de despedida.
Decíamos luego de Sarmiento de Junín y en el mismo instante en que se oficializaba la renuncia de Madelón, que había olor a ciclo cumplido pero no síntomas de ciclo cumplido. Mucho más después de esa buena actuación en el 15 de Abril, que fue la mejor de este torneo.
Esa respuesta que le dio el equipo adentro de la cancha y que no sirvió, acompañado de la ovación con que la gente despidió a Madelón en el final del partido, para convencer al ex DT, fue suficiente para que Juan Pablo Pumpido prácticamente repita el equipo. Se dará la vuelta de Brítez y la duda es si Sandona o Fleita, en ese orden, ocupan el puesto de segundo marcador central al lado de García Guerreño.
Cuando terminó el primer tiempo del partido del lunes y Unión ganaba pero Rolle no estaba en condiciones de seguir, Madelón no dudó. El cambio que parecía defensivo se transformó en ofensivo. Puso a Nahuel Zárate de lateral y adelantó a Bruno Pittón para que juegue por el carril como volante. El equipo jugó muy bien el segundo tiempo y creó innumerable cantidad de situaciones de peligro.
Este tema, el de Bruno Pittón, es uno de los pocos en los que particularmente no coincidía con las decisiones de Madelón. Siempre dio la impresión de que a Bruno Pittón no lo quería de volante, sino de defensor. Y tanto frente a Tigre como el lunes, cuando fue a jugar de carrilero en el segundo tiempo, Bruno demostró que está capacitado para jugar en ese puesto.
La salida de Malcorra se sintió en varios “frentes”: hacía goles, le pegaba como los dioses a la pelota y tenía mucho pase-gol. Godoy fue el primero que se buscó, Insúa llegó como una alternativa que apunta a tener más futuro de Colitto (¿lo recuerdan?) que de un jugador en condiciones de ser utilizado, alguna vez se apuntó a Villar para jugar en esa posición (con otro perfil y otras características) y hasta Gamba lo hizo. Desde esta tribuna de opinión, entiendo que con Bruno Pittón se perdió el tiempo al no pensar decididamente en él como una alternativa muy potable para desempeñarse en ese lugar de la cancha. No tendrá la habilidad de Malcorra, mucho menos la pegada, pero es un jugador punzante, encarador, tiene el perfil necesario y una capacidad potencial de crecimiento para explotar.
Distinto fue el tema Mauricio Martínez. Más allá de que llegó Martín Rivero -que todavía no jugó-, Madelón siempre estuvo convencido de que el reemplazante natural tenía nombre y apellido: Mauro Pittón. La dupla con Acevedo funcionó, pero ahí se plantea un lindo problema para el futuro. Y esto se dice a partir de este retorno más que interesante que ha tenido Manuel De Iriondo.
Entiendo que el doble volante central, como el de arquero, es un puesto en el que menos problemas se hace el hincha tatengue. Pero con una salvedad: De Iriondo es, de los tres, el que más recuperación tiene y el que puede potenciar el mejor juego de los otros dos. Es decir, ni Acevedo ni Mauro Pittón tienen las características del “5” tradicional, como sí la tiene De Iriondo. El mejor partido de Mauro Pittón fue el del lunes pasado, sabiendo que detrás suyo había un “perro de presa” como De Iriondo, que mordía, recuperaba y le cuidaba mejor que nadie las espaldas. En fin, un lindo “problemita” a resolver.
Muchas veces también se habló de cierta falta de compañía y de juego adecuado para Anselmo. El ex delantero de Atlético Rafaela y Estudiantes es un jugador que puede lucir adentro del área pero no afuera de ella. Sin embargo, no le llegaron muchas pelotas de la calidad con la que Rolle le puso un “pase a la cabeza” a Soldano en el gol ante Sarmiento. Posiblemente, sea lo que Anselmo necesita necesaria e imperiosamente para sobresalir. Hasta ahora, un solo gol y desde afuera del área, con actuaciones deslucidas en general, no llegan a conformar mínimamente por las grandes expectativas que se generaron a partir de los vaivenes y la decisión del club de comprar su pase.
Guido Vadalá es el otro jugador al que se le podrían haber dado mayores oportunidades. Con el 4-2-3-1 mayoritariamente utilizado por Madelón, se hacía más complicado. Vadalá ha demostrado que es delantero, que tiene que jugar en los últimos 30 metros de la cancha porque su fuerte es el cambio de ritmo y el desequilibrio en base a habilidad. No es un jugador como Gamba, capaz de ser importante recuperando pelotas en el medio o arrancando desde atrás. Es punta o, a lo sumo, media punta. No más que eso. Por lo tanto, debe jugar en alguna de esas posiciones, ya sea acompañando al “9” o jugando detrás de él, pero nunca retrocediendo a la mitad de la cancha para marcar.
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