Juliano Salierno
Así catalogó el tribunal a los tres asesinos de Serena Martínez, los cuales fueron condenados a 20 años de prisión el pasado 31 de octubre.
Juliano Salierno
“Un tercero paga con su vida el accionar visceral o primitivo de otros que, intentando matar a enemigos o disidentes, sin mediar razón provocaron un daño irreparable destruyendo la vida de una familia”, escribieron los jueces Orlando Pascua, Jorge Pegassano y Darío Sánchez, en los fundamentos del fallo por el crimen de Serena Martínez, que se conocieron esta mañana.
La pequeña de 7 años jugada en el club Regatas la tarde del 29 de noviembre de 2013 cuando una bala de calibre 9 mm la impactó en la cabeza. En la otra orilla de la laguna Setúbal, en la entrada del distrito costero Alto Verde, grupos antagónicos se enfrentaban a tiros sin reparar en el daño que ocasionarían al otro lado de la laguna, con un disparo arrojado al vacío.
Serena falleció el 5 de diciembre de 2013. Por ese crimen, fueron condenados la semana pasada -31 de octubre- Luis Antonio “Pici” Cabrera (32), Lucas Maximiliano “Cepillín” Fernández (21) y Carlos Roberto Vega (24).
El tribunal pluripersonal impuso penas de 20 años de prisión para cada uno de ellos por considerarlos “coautores de los delitos de tentativa de homicidio agravado por el uso de armas de fuego, reiterado en dos oportunidades, en concurso real con homicidio agravado por el uso de armas de fuego”.
Además del asesinato de Serena, el trío fue hallado culpable de haber intentado dar muerte a Néstor Exequiel Cano y Daniel Hugo Alejandro Ponce, quienes se refugiaron en la denominada “bajada de los Guacharos”, ubicada en una de las márgenes de la laguna Setúbal.
Violencia y descontrol
Para los jueces “los imputados en forma absolutamente desaprensiva, sin importarles vida y bienes de ocasionales personas que se encontraban en las inmediaciones llevaron a cabo sus temerarias acciones con el objeto de satisfacer venganzas, enconos personales sin interesarles que existían otros valores supremos de sus semejantes, asumiendo los riesgos con los resultados conocidos”.
En tal sentido se excusaron diciendo que “lo que la gente reclama, o el clamor social impone, o lo que los afectados emocionalmente pretenden de los jueces en la selección de la pena, muchas veces no es lo que el Derecho Penal, Derechos Humanos, Constitución Nacional y Pactos Internacionales, exigen en un verdadero Estado democrático de derecho”.
No obstante, dentro de los parámetros legales, el tribunal consideró como un agravante “la temeridad demostrada por los imputados”, “la cantidad de disparos, el uso de armas de altísimo calibre y el transitado lugar en el que se produjeron”. “Todo ello introduce la posibilidad de un daño directo y colateral enorme como efectivamente ha sucedido con la muerte de Serena”, expresaron los magistrados.
Asimismo, los jueces se refirieron al “autoritarismo y desapego por vidas ajenas con el que actuaron los imputados” (...) “dentro de un marco de violencia y descontrol” que “impacta a un tercero inocente, en este caso, a una niña de tan sólo 7 años de edad”.
El juicio
El tribunal descartó además los planteos de nulidad formulados por los abogados de Cabrera y Fernández, los Dres. Horacio Paulazzo y José Ignacio Mohamad; así como el pedido de la defensora pública Fabiana de Feo en favor de Vega.
El juicio que comenzó el 17 de octubre tuvo como protagonistas a la fiscal Mariela Jiménez, quien encabezó la acusación contra el trío de imputados; y los abogados Carolina Walker y Martín Risso Patrón, quienes representaron a los padres de la víctima como querellantes.
Durante la primera semana de audiencias y tras los alegatos de apertura, pasó una veintena de testigos que fueron quienes convencieron al tribunal de la culpabilidad de quienes estaban sentados en el banquillo.
En la segunda semana de juicio, el 24 y 25 de octubre, se realizaron dos reconstrucciones del hecho, las que abonaron la tesis del tribunal, y echaron por tierra la estrategia defensiva en cuanto a tiempo y lugar del hecho.
“No cabe duda que Cabrera, Fernández y Vega, perfectamente pudieron cubrir los trayectos que lo condujeron al lugar donde los mismos atentan disparando desde sus caballos contra Cano y Ponce y cuya consecuencia fue la herida mortal recibida por Serena Martínez que se encontraba en la margen opuesta de la laguna (club Regatas Santa Fe), lo que permite concluir que el esquema defensivo que sostenía la defensa técnica en relación a los tiempos, decae por su propio peso”, sostuvieron.