Joaquín Fidalgo [email protected] Un insólito descubrimiento tuvo lugar este martes por la mañana en una vivienda de calle López y Planes al 2500 de la vecina ciudad de Santo Tomé, en barrio Zazpe. El dueño de casa había viajado a Buenos Aires y su ausencia fue aprovechada por delincuentes que rompieron una puerta de la parte trasera y se metieron en el inmueble. Con tranquilidad, comenzaron a embalar electrodomésticos. Cuando ya tenían varias cosas listas para llevar, uno de ellos activó los sensores del sistema de alarma que había en el domicilio. Eran aproximadamente las 7 y desde la empresa que monitorea llamaron al padre del propietario, quien no dudó en llamar a la Central de Emergencias 911. Un patrullero del Comando Radioeléctrico arribó a la escena en contados minutos y los uniformados se desplegaron por las inmediaciones en busca de algo sospechoso. En eso estaban cuando pudieron observar que un joven salía de las sombras, tras un tapial, y trataba de alejarse corriendo por distintos pasillos y techos. No llegó lejos, porque los uniformados lo interceptaron y lo detuvieron. Estiman que al menos “trabajó” con un cómplice, que logró huir. El arrestado, de apenas 16 años, fue esposado y llevado hasta el patrullero. Luego, el padre del dueño de casa y uno de sus hermanos ingresaron a la vivienda junto con los policías para hacer un chequeo. Allí todos vieron con indignación la casa totalmente desordenada, los bultos que habían preparado los delincuentes y con mayor sorpresa lo que el dueño de casa tenía en una de las habitaciones: tres tarros con marihuana seca picada. Además, también cultivaba sobre el techo quince plantas de cannabis. Ante este hallazgo, los policías solicitaron la intervención de personal especializado de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones de la provincia, que constató que se trataba de la mencionada sustancia.