Por Remo Erdosain —Yo no sé por qué el señor Esteche no está en cana -dice Abel. —Yo tampoco lo sé -repito. —Yo propondría como alternativa el manicomio, es una posibilidad a tener en cuenta. —Yo por respeto a los locos no lo colocaría a Esteche en ese lugar. —Dejemos los detalles para otro momento, yo creo que Esteche no está en cana por la misma razón que Cristina Elisabeth, De Vido o el Morsa Fernández no están en cana. —Pensar que el compañero Esteche está en libertad condicional... —Menos mal que está en libertad condicional... así y todo se da el lujo de declarar que si algún juez se anima a meter presa a Cristina Elisabeth puede aparecer muerto. —Y pensar que “La que te dije” lo acusó a Sabat de escribir un mensaje mafioso porque hizo un dibujo con ella. Ahora su leal seguidor amenaza de muerte a los jueces, pero eso no parece ser un mensaje mafioso. —Es algo más que un mensaje mafioso o, para ser más preciso, es el mensaje de quien sabe que hay que tomarlo muy en serio. —No te entiendo -dice José. —Elemental Watson; el señor que amenaza de muerte a los jueces está acusado o sospechado de tener algo que ver con el asesinato del fiscal Nisman. —Asesinato o suicidio -corrige José. —De acá suicidio; lo mataron y el señor Esteche sabe muy bien que lo mataron, sus recientes declaraciones no pueden leerse en otro contexto que no sea ése. —Lo sorprendente, insisto -dice Abel- es que el tipo siga en libertad... —Bueno... algunas acciones judiciales se iniciaron. —Sí claro, y ya sabemos que como la Justicia es lenta y ciega dentro de diez años podemos seguir hablando de lo mismo. —Yo creo -digo- que en estos temas no podemos joder mucho, las libertades hay que respetarlas como hay que respetar los procedimientos judiciales; hoy lo meten en cana a Esteche de prepo y dentro de un año te meten a vos porque ya se sentó el precedente. —Todo lo que quieras, podés recitar todas las lecciones de Instrucción Cívica, pero convengamos que hay un límite, sobre todo cuando las pruebas sobran para meterlos presos... en el caso de Esteche se trata simplemente de levantarle la libertad condicional... —Y en el caso de Cristina Elisabeth -dice Marcial- también es insólito que esté en libertad con todas las causas que tienen abiertas ella, su familia y sus socios o testaferros. —No está presa porque todavía no está condenada. —Pero ya se han dado pasos en esa dirección; pensemos que según la ley un juez decide meterla presa si considera que hay peligro de fuga... —Peligro de fuga no hay, seamos objetivos. —Comparto. Supongamos que no hay peligro de fuga, pero la otra causal de detención es que el encausado o encausada pueda interferir en el desarrollo del juicio y en este punto está claro que está interfiriendo y lo está haciendo de manera evidente y grosera. —¿Y qué me cuentan de las elecciones en Estados Unidos? Trump presidente. —Yo no lo puedo creer -se queja Abel. —Yo sí lo creo -digo- y hasta te digo que es previsible. —Yo más que previsible -observa Marcial- te diría que los yanquis se merecen a Trump. —A mí el personaje no me cae muy simpático que digamos -dice José- pero hay algunas cosas de él que me resultan interesantes. —¿Por ejemplo? —Bueno... está en contra de la globalización, critica el libre comercio... —¡Y vos le creés? -pregunta Abel- es un multimillonario, un magnate, la expresión típica del halcón yanqui y resulta que ahora vos me lo querés presentar como un defensor de los humildes y un crítico del capitalismo global. —Yo no dije exactamente eso, lo que digo es que hay cosas que me llaman la atención. —Y si, claro, a un peronista un tipo como Trump lo menos que puede hacer es llamarle un poco la atención, nada nuevo bajo el sol -observa Marcial. —Convengamos -dice José- que Hillary no era la mejor candidata. —¿Y por qué no era buena candidata? —Por varios motivos, pero en principio por ser una representante del establishment de Washington, una operadora del régimen liberal capitalista. —Claro, Trump en cambio es un militante de base de la revolución proletaria... —Nadie dijo eso, pero no deja de llamarme la atención el apoyo que el hombre ha tenido de parte de los compañeros trabajadores. —Si vos lo que querés decir es que Trump es el Perón norteamericano, no tengo ningún problema en compartir tu opinión. —No exageren; yo lo que digo es que el asunto no es tan simple... —Si no es simple no sé qué es simple —Claro que no es tan simple -intervengo- gana las elecciones un tipo que fomenta el racismo, practica el más grosero y descarado machismo, elude impuestos como no se atrevió a hacerlo Al Capone y cada vez que abre la boca parecería que lo que está hablando es una cloaca... y resulta que para nuestro amigo José el tema es complejo... pues bien, lo siento, para mí todo esto es de una simplificación estremecedora. —No comparto -remata José.