Danilo Chiapello
Ocurrió a las 7.30 en Estanislao Zeballos y Riobamba. Cuatro delincuentes, (tres hombres y una mujer) se llevaron dinero, ropa, electrodomésticos y dos vehículos del dueño de casa.
Danilo Chiapello
Cuatro delincuentes (entre ellos, una mujer) tomaron por asalto hoy una vivienda en barrio Guadalupe residencial donde, tras maniatar y reducir al dueño de casa, robaron distintas pertenencias para finalmente escapar a bordo de dos vehículos propiedad de la víctima.
La secuencia se inició minutos después de las 7 cuando alguien llamó a la puerta de la vivienda ubicada en la esquina de E. Zeballos y Riobamba, donde reside Diego (43), un empleado de una conocida empresa de refrigeración local.
Ni bien abrió la puerta el dueño de casa quedó cara a cara con un hombre que estaba acompañado por una mujer. No hubo tiempo a nada. Ni siquiera a pensar que había caído en la trampa. Un empujón y los desconocidos ya estaban dentro del inmueble.
Lo que siguió fue un forcejeo entre la víctima y sus victimarios. La disputa fue breve y duró hasta que los delincuentes maniataron al dueño de casa con precintos plásticos.
En esta parte los rufianes dejaron en claro que dominaban ciertas “técnicas”, tales como colocar los precintos en los dedos pulgares de ambas manos de la víctima.
“¡Cortale un dedo!”
“¡ ¿Dónde está la plata?! ” fue el grito de guerra de los intrusos para comenzar una violenta faena que incluyó todo tipo de amenazas y hasta golpes contra el dueño de casa que, en vano, se gastaba en explicar que en el lugar no había dinero.
- “¡Cortale un dedo! ¡Cortale un dedo!” , repetía la mujer furiosa como para aumentar la presión contra su víctima.
Para colmo de males, en medio de los castigos, otros dos malvivientes se sumaron a la “fiesta”. Ahora eran cuatro contra uno.
Poco menos de 1 hora fue el tiempo que los malvivientes estuvieron dentro de la casa. Y cuando se convencieron que no había un “premio mayor”, entonces optaron por el Plan B, que consistió en llevarse todo lo encontraron a su paso.
En esta tarea sustrajeron electrodomésticos, artículos de electrónica, gran cantidad de prendas de vestir y algunos pesos que tenía la víctima.
- ¡¿ Y ahora en qué nos vamos’! se le escuchó decir a uno de los delincuentes. La intriga no tardó demasiado en resolverse.
Un Ford Focus, de color negro, propiedad de la víctima, les sirvió para cargar el “botín” y como vehículo para darse a la fuga. También se llevaron una moto Yamaha de 125 cc.
Hallaron el auto
Como pudo el dueño de casa llegó hasta la vereda y pidió auxilio. Una vecina fue quien advirtió la situación y, con ayuda de cuchillo, pudo liberar a Diego de los precintos.
Poco después llegaron agentes de la seccional 8va junto a peritos e investigadores, los que comenzaron con sus trabajos de rigor.
En simultáneo se irradió un importante operativo que incluyó el cierre de las posibles entradas y salidas de la ciudad.
Y las novedades se produjeron a media mañana, cerca de las 10, cuando una patrulla localizó el Ford Focus robado, en Dr. Zavalla y Moreno donde había sido dejado abandonado.
Según se supo el coche estaba cerrado por lo que el propio dueño debió acudir con el duplicado de la llave para poder abrirlo y dar paso a la inspección de los peritos.
Planeado a medias
“Sin dudas que esto fue un robo planeado pero “a medias” porque en muchos aspectos sus autores se mostraron improvisados”, opinó hoy una alta fuente vinculada a la pesquisa.
“Para mí que fueron con la expectativa de hallar un gran dinero, cosa que no ocurrió. Ese es un primer error de cálculo. Después tampoco contaban con un vehículo para escapar (recordar que preguntaron ‘¿en qué nos vamos?’) Es bastante raro.
Creo que los que hicieron esto contaban con algo de organización, aunque con una precaria capacidad de logística, información e inteligencia”, opinó.