De la Redacción de El Litoral
Se realizará el sábado a la mañana. Lo organizan vecinos que se inundaron en la última crecida.
De la Redacción de El Litoral
Los vecinos que viven en Rincón Norte y en Arroyo Leyes, entre el kilómetro 8 y 22 de la ruta provincia 1, hace meses que vienen reclamando que se extienda a su zona, del lado del sistema Leyes - Setúbal, el anillo de defensas que protege Colastiné Norte y la ciudad de Rincón, una obra que todavía no convence a los funcionarios provinciales —aunque no la descartaron—, quienes explicaron que antes es prioritario definir un Plan de Ordenamiento Hídrico de la Costa.
Los vecinos van a realizar este sábado a las 10 de la mañana un evento cultural en la explanada que está al lado de la Comuna de Arroyo Leyes (en el kilómetro 12,5). “La animadora va a ser la payasa Libertad y van a cantar y tocar artistas que viven en la zona, como Ana Suñé, Luis “Pollo” Saez y el grupo de candombe Camba Nambí. Queremos visibilizar un reclamo que vamos a seguir planteando a las autoridades”, adelantó Gabriela Antonucci, vecina de Arroyo Leyes, que vino a la redacción de El Litoral junto a Javier Canova.
“En enero, cuando el agua inundaba este barrio, un político cercano al gobierno me dijo: ‘Esta es la última inundación, la defensa se va a hacer”, recordó Canova. A seis meses de la emergencia, los vecinos no recuerdan una sola obra —un nuevo desagüe, un canal, un reservorio— que haya mejorado la vulnerabilidad de estos barrios de Arroyo Leyes y el norte de Rincón.
Para fundamentar el reclamo de la defensa, los vecinos argumentan el fuerte incremento demográfico que se dio en esta localidad de la Costa en los últimos cinco años, en parte debido al Procrear y a que es difícil conseguir terrenos a precios accesibles en otras zonas del Gran Santa Fe (según la comuna, la población pasó de unos 3.500 residentes permanentes a más de 7.000. Los vecinos están haciendo su propio censo para constatar cuánta gente vive en el sector que quieren defender).
Además piden que la obra se realice con estaciones de bombeo y desagües, para que no se convierta en una “palangana” que acumula agua cuando llueve con intensidad, como sucede en algunos sectores del anillo defensivo de Colastiné Norte y Rincón.
En septiembre, el ingeniero Roberto Porta, secretario de Recursos Hídricos de la provincia, le dijo a El Litoral que la extensión de la defensa no es considerada como la mejor alternativa, en un área metropolitana que ya tiene unos 140 kilómetros de terraplenes.
“No descartamos el pedido de los vecinos pero no es lo más viable. El terraplén brinda una falsa seguridad, porque si bien evita que el agua llegue por la superficie, lo hace a través de la napa freática”, explicó. Es un problema que conocen bien los vecinos de Colastiné Norte y Rincón, que en abril padecieron graves dificultades para entrar y salir de sus barrios por el combo: lluvias constantes y napa alta por la crecida.
El funcionario también dijo que desde su área se alienta a que los municipios y comunas realicen los planes urbanos para detectar los lugares bajos y evitar que allí se construyan viviendas permanentes (si se pueden permitir quintas, clubes, etc.).
Tiene lógica. Pero los vecinos sienten que desde los distintos estamentos del estado les llega una postura contradictoria. Por un lado, les cobran tasas e impuestos y ellos construyeron sus viviendas en loteos que fueron aprobados —algunos sin la más mínima infraestructura hídrica— pero cuando llega la inevitable crecida o los escenarios de lluvias intensas se argumenta que la zona es muy vulnerable, desde el punto de vista hídrico, para residencias permanentes.
Planificación
En la Costa también se da otra paradoja. Hay reclamos comprensibles para defender sectores que concentran más vecinos, pero todavía no se pudieron resolver los problemas que tiene el anillo defensivo que se construyó a mediados de los 90 —faltan desagües, reservorios y calles más seguras para circular— en Colastiné y Rincón, dos sectores que ahora están fuertemente densificados y en los que también hay reuniones de vecinos y ONGs para buscar alternativas a los problemas hídricos.
Para los vecinos de Arroyo Leyes, que se inundaron con un pico de 6,61 metros en enero, la ampliación de la defensa es clave. “Nos sentimos discriminados”, razona Canova. Es que hay sectores con cotas más bajas que ya tienen la protección de las defensas.
Lo que esta claro, es que a partir del crecimiento poblacional de esta zona es fundamental ordenar el crecimiento de la Costa y definir prioridades de obras para encontrar alternativas para los problemas y, al menos, evitar que se sigan agravando por la falta de planificación y control.