Florencia Arri
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Es una iniciativa de Fundación Manos Abiertas, que se postuló como entidad receptora de refugiados del Programa Siria de la Nación.
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Un joven de 26 años sería el primer refugiado sirio en Santa Fe. Por estos días, la Fundación Manos Abiertas realiza gestiones para recibirlo en el marco del programa especial de visado humanitario del gobierno argentino para extranjeros afectados por el conflicto de la República Árabe Siria.
La fundación se postuló a nivel nacional como entidad “llamante” que pide que se le conceda refugio a una persona o familia determinada. Así, impulsa su propio programa Mi Familia Siria para las nueve delegaciones que tiene en todo el país. En este marco, el grupo de voluntarios santafesinos tramita ante la Dirección Nacional de Migraciones un permiso de ingreso para que esta persona obtenga una visa humanitaria con la cual viajar hacia la Argentina y radicarse por al menos 24 meses en nuestra ciudad.
Los voluntarios trabajan en forma conjunta con el Club Social Sirio Libanés y otras entidades a fin de componer una Red de apoyo que les permita otorgarles un lugar donde vivir y medios para su sustento, la educación de sus hijos en el caso de que lleguen familias, el aprendizaje del idioma y hasta su inserción social y contención.
Así lo contaron a este medio, el sacerdote Fernando Cervera SJ, actual rector del Colegio Inmaculada y asesor espiritual de Manos Abiertas Santa Fe; y el presidente del Club Sirio Libanés, Manuel Sikh, quienes arbitran los medios para que el joven pueda llegar y vivir en nuestra ciudad hasta que pueda volver a su tierra.
"Estamos disponiendo lugares y oportunidades para algunos refugiados sirios y formado una Red de apoyo para darles nuevas posibilidades”.
Fernando Cervera, sacerdote jesuita
Mandato papal
"Insto a cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario en Europa a acoger a una familia”, dijo el Papa Francisco frente a miles de peregrinos y turistas en la plaza San Pedro, durante el Angelus del 7 de septiembre del año pasado.
Del otro lado del océano, quienes integran Fundación Manos Abiertas se sintieron interpelados por el mandato papal. La delegación Buenos Aires ya recibió a una familia en Capital y espera a la segunda, que llegará en los próximos días.
El ejemplo porteño tuvo su eco en el interior y, tal como en Santa Fe, también las delegaciones de Córdoba, Mar del Plata y Jujuy de la fundación ofician como “llamantes” de refugiados sirios. “Aquí somos un grupo de entre 60 y 70 voluntarios que nos movilizamos para que los trámites se canalicen y haya refugiados que puedan tener derivación hacia Santa Fe”, explicó Cervera.
"Esta inmigración es muy distinta a la de nuestros padres que venían buscando un destino económico, las personas que lleguen vienen corridas por la guerra”.
Manuel Sikh, presidente Club Sirio Libanés
Si bien los papeles están en marcha, los santafesinos aún no tienen la certeza de que el joven llegue a nuestra ciudad: “Hay que esperar, porque todo depende de muchos trámites tanto de Siria como de Argentina”, destacó el jesuita.
“Nos gustaría que se dé prioridad a personas sirias con familiares en la ciudad pero no ponemos trabas ni condiciones: estamos dispuestos a abrir los brazos, recibirlos y a trabajar para que se sientan como en su casa”, dijo Sikh.
Nuevas oportunidades
El joven que tramita su visa humanitaria para llegar a Santa Fe, sería el primer refugiado en la ciudad y Manos Abiertas busca que no sea el único. “Estamos disponiendo lugares y oportunidades para algunos refugiados sirios que están por venir dada la oferta del gobierno, y a nivel local estamos formando una Red de apoyo para darles nuevas posibilidades”, expresó el sacerdote.
Como referente local de la comunidad siria, Sikh contempló que la contención emocional es fundamental para los refugiados: “Esta inmigración es muy distinta a la de nuestros padres que venían buscando un destino económico. Las personas que lleguen vienen corridas por un hecho totalmente ajeno a ellas, que las obligó a salir de su ciudad, de su hogar y dejar su vida y sus afectos”, remarcó.
En este sentido, Manos Abiertas busca sumar nuevas entidades para armar una Red de apoyo para contenerlos. Así, quienes integran la comunidad sirio libanesa en Santa Fe se comprometieron a solucionar las necesidades económicas de los recién llegados. Los voluntarios de Manos Abiertas se encargarán la inserción social, la educación de los chicos y la inclusión de la familia en una sociedad tan distinta a la suya.
Tanto el sacerdote jesuita como el referente de la comunidad siria en nuestra ciudad destacaron la buena predisposición de los santafesinos para recibir a refugiados. Sin embargo, ambos coincidieron en que estas novedades distan mucho de ser buenas noticias. “Buenas noticias serían que no tuvieran que dejar su país y su vida para insertarse en otro país con una cultura tan diferente”, manifestó Sikh.
“El deseo es que generar la posibilidad de salir del horror de la guerra. Ojalá este joven pueda volver a su tierra y si no, insertarse en un país que lo aloje como hemos recibido a tantos inmigrantes”, concluyó Cervera.