El Litoral
El presidente Erdogan dijo que tomaría tal decisión después de que la Eurocámara votara a favor de suspender las negociaciones de adhesión del país al bloque comunitario.
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DPA
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, alertó a la Unión Europea (UE) de que Turquía podría abrir sus fronteras para permitir a los refugiados cruzar a Europa, después de que la Eurocámara votara el jueves a favor de suspender las negociaciones de adhesión del país al bloque comunitario.
"Presten atención, si siguen por este camino entonces se abrirán esos pasos fronterizos. Que no se diga que no lo advertí", dijo Erdogan hoy en un discurso en Estambul.
Turquía acoge a unos tres millones de refugiados de Siria y es uno de los principales países de tránsito de los migrantes procedentes de Asia y África en su intento por llegar a Europa. Ya en el pasado las autoridades turcas habían amenazado a las europeas con el tema de los refugiados, entre otros con dejar sin efecto el acuerdo firmado entre ambas partes.
La UE cerró en marzo de este año un pacto con Ankara para frenar la oleada de cientos de miles de refugiados que llegaron el año pasado al Viejo Continente. El tratado prevé que todos los que lleguen a territorio europeo de forma ilegal pueden ser devueltos al país euroasiático.
A cambio, la UE prometió permitir el viaje sin visado de los turcos si Ankara cumplía con 72 condiciones. Sobre todo una de ellas, la reforma de la ley antiterrorista turca, es la manzana de la discordia entre las dos partes. Ankara se niega a modificar su contenido.
La decisión tomada el jueves por el Parlamento Europeo no es vinculante pero tiene una fuerte carga simbólica y es una crítica a la política de detenciones y destituciones de funcionarios públicos y miembros de las fuerzas de seguridad que se produjo en Turquía tras el intento fallido de golpe de Estado del 15 de julio.
Erdogan la calificó de "amenaza vacía" y acusó a la UE de ser deshonesta. "Ustedes nunca se han comportado de forma leal hacia la humanidad", dijo.
Europa ha mostrado su preocupación por la situación de los derechos humanos en Turquía, la persecución de la oposición y la retórica cada vez más tensa hacia Bruselas.