De la Redacción de El Litoral
Paolo mantiene a Fidencio, Silva por derecha, Poblete en la izquierda arriba Leguizamón por Sandoval. En el fondo, vuelve Olivera y va Torres de “3”.
De la Redacción de El Litoral
Ya había avisado Paolo Montero, antes de Estudiantes, que se venían “los partidos más complicados” para Colón. Y si jugar contra el Pincha —único puntero e invicto— en La Plata fue una misión casi imposible, ahora el que llega agrandado es el Newell’s de Diego Osella. El partido, sin dudas, promete acción desde las cinco de la tarde de un sábado que se anuncia lluvioso en Santa Fe, si es que el pronóstico no falla.
Hasta aquí, con números que le cierran a la perfección, Montero cumplió el objetivo de ganar y sumar en los partidos que —a priori— se presentaban para eso. Pero, por lo visto ante Estudiantes y ahora con Newell’s, piensa en armarlo a Colón en función del rival de ocasión. No está mal, siempre y cuando le salga bien. Algo que pudo ocurrir en La Plata si es que Pablo Ledesma no fallaba el penal cerca del final.
El armado del once titular es una mezcla de cuestiones en el Mundo Colón. Por un lado, la baja de Ortiz. Por el otro, el tema Bastía, a quien el técnico lo nota recuperado para ir al banco pero no para arrancar de titular (lo mismo hizo con “Fatu” Broun cuando volvió de la lesión ante Arsenal), por lo que sigue Fidencio Oviedo desde el vamos.
En el fondo, la vuelta de Olivera y otra vez el paraguayo Torres de “3”, un puesto donde Colón no tiene un jugador competitivo (no la pasa bien Iberbia y está desaparecido Clemente).
En el medio, de paso, cambia los volantes o carrileros de lado: irá el movedizo Silva a la derecha y Poblete a la izquierda, los dos con la cancha cambiada acorde a sus perfiles naturales.
Finalmente, en ofensiva, la elección del chico Leguizamón como socio de Blanco, relegando a Sandoval al banco de relevos.
Las frases de Paolo
* “Nos vamos a enfrentar a un rival que defiende muy bien. También a tres jugadores que se vinieron en su momento de Europa porque el equipo se iba a la B y tienen una jerarquía tremenda. Maxi Rodríguez es uno de ellos. Hay que hacerle un monumento”.
* “Habrá que hacer un buen partido para ganar. Tendremos que abrir bien la cancha para encontrar los espacios que necesitamos. Volveremos al 4-4-2. Va a entrar Emanuel Olivera porque Ortiz está suspendido y lo más probable es que pueda jugar Leguizamón. Está claro que seguirá Oviedo”.
* “Adrián Bastía por suerte entrenó perfecto esta semana y estamos muy contentos, pero preferimos que se ponga bien. Ya vamos sabiendo que la semana que viene será muy linda, porque ambos jugadores estarán a la par para elegir. Esto nos deja tranquilos por el alto nivel que hay en la mitad de la cancha”.
* “A Leguizamón lo veo a la par de Sandoval, pero por como viene entrenando este mes, creo que se ganó una oportunidad. Estamos muy contentos con la dedicación que le viene poniendo al trabajo. Legui se mueve un poco más hacia afuera, pero no olvidemos que es goleador y puede ser un buen complemento para Blanco en esta oportunidad. Leguizamón se merece estar como titular”.
Historias de amor y odio...
Sin dudas que en el partido de mañana se tocarán las manos los dos extremos que suele ofrecer el fútbol en la cancha de Colón, cuando Newell’s Old Boys de Rosario —el rival de turno desde las 17 del sábado— pise el césped del Cementerio de los Elefantes.
Porque cuando el visitante salga a la cancha, el estadio completo “se vendrá abajo” a puro aplauso para reconocer lo que fue por Santa Fe en su momento la campaña con rótulo de hazaña de Diego Mario Francisco Osella.
En su momento, Osella, hoy DT de Newell’s, sacó una cantidad impresionante de puntos con muchos chicos que eran hasta allí desconocidos por casi todos: Alario, Meli, Luque, Graciani, Conti y otros tantos más.
Ese equipo, por ejemplo, si no hubiera regalado los tres puntos por no presentarse a jugar frente a Rafaela, no habría penado con el promedio y ese famoso desempate contra La Crema en la cancha de Rosario Central que lo mandó a la B.
En el mismo equipo donde dirige Diego Osella, juega hoy “el Perro” Sebastián Prediger, jugador que en ese entonces —cuando el plantel decidió no salir a jugar contra Rafaela en 2013— era el capitán del barco que se hundía.
En su momento, Prediger reclamó una deuda de 10 millones de pesos, algo que la jueza del Salvataje sólo aceptó en 3.600.000 de la misma moneda y está dentro del concurso.
Ahora, según trascendió, Prediger estaría pensando en renunciar a una parte de ese monto, algo a lo que hizo referencia: “Tengo una charla pendiente con Vignatti”.
A los números de Colón, mal no le viene que Prediger resigne una parte importante de la deuda. Lo que parece estar claro hasta ahora es que el daño al corazón del hincha de Colón no se arregla con plata. Mañana, desde las 17, la historia de Prediger con el club que lo vio nacer escribirá otro capítulo.