El número de empleados que viven la incertidumbre de saber que las empresas para las que trabajan se encuentran en crisis, se mantiene estable desde el año pasado en la provincia de Santa Fe. Sin embargo, la cantidad de firmas en dificultades creció ostensiblemente durante 2016. Quizá parezca confuso, pero la explicación es simple. En estos momentos, el Ministerio de Trabajo de la provincia tiene detectadas 111 empresas en concurso preventivo de crisis, lo que representa un crecimiento de la conflictividad con respecto a 2015. Pero en la mayoría de los casos se trata de Pymes, con un número reducido de empleados. Por ese motivo, la situación puede parecer más o menos crítica según qué cifras se tomen a la hora de realizar el análisis. El hecho de que en general sean pequeñas y medianas empresas las que se encuentran en problemas, no es un dato menor. La mayor parte del empleo en la Argentina depende de las Pymes (los porcentajes varían según las fuentes consultadas). Además, los sucesivos gobiernos vienen haciendo hincapié a través de cada uno de sus discursos en promesas de apoyo y fortalecimiento a las pequeñas empresas. Sin embargo, al menos en la provincia de Santa Fe, la realidad dice que es justamente este sector el que siente con mayor rigurosidad la recesión que se prolonga mucho más de lo esperado. Durante los últimos días, el área metropolitana de la ciudad capital se vio sacudida con la noticia de que la empresa Bahco, que emplea nada menos que a unas 200 personas, atraviesa una situación crítica y plantea la necesidad de suspender al personal entre el 12 y el 31 de diciembre, sin cobro de haberes. La estrategia empresarial apunta, además, a que a las suspensiones les siga el período de licencias durante todo enero. De esta manera, recién en febrero retomarían la actividad siempre y cuando, aclaran, la economía nacional comience a dar signos de recuperación. La caída de las ventas no es nueva. Pero durante los últimos meses, la comercialización de los productos que la fábrica elabora se derrumbó un 30 por ciento. En parte por la recesión. Pero también por la competencia -que tampoco es nueva- que deben enfrentar desde el exterior. Se trata de una situación verdaderamente preocupante. Sobre todo, para una ciudad como Santo Tomé. Es que, en el mejor de los casos, los empleados se verían privados de cobrar la mitad del sueldo de diciembre. Desde la empresa aseguran que pagarán el aguinaldo y las vacaciones, pero lo harán tomando créditos bancarios que luego deberán ser devueltos. Si la economía nacional no se recupera en los próximos meses, existen dudas sobre la viabilidad de la planta que funciona en la vecina ciudad. En estos momentos, se realizan esfuerzos desde el Ministerio de Trabajo de la provincia para generar un contexto que permita sortear las dificultades con las menores consecuencias posibles. Mientras tanto, desde el gremio Unión Obrera Metalúrgica se solicitó audiencias con representantes del Ministerio de Trabajo de la Nación. Una alternativa es conseguir apoyo mediante el Programa de Recuperación Productiva -conocido como Repro-, que brinda a los trabajadores de las empresas adheridas una suma fija mensual remunerativa hasta el monto equivalente al salario mínimo, vital y móvil por un plazo de hasta 12 meses, destinada a completar el sueldo de su categoría laboral, mediante el pago directo a través de Anses. Mientras la economía nacional no muestre signos de recuperación, la realidad de numerosas empresas comenzará a complicarse. La recesión en la Argentina se prolonga desde mediados de 2015. Y en este contexto, el tiempo es el peor enemigo.