Sergio Ferrer
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La planta de selección, separación y disposición final de residuos urbanos funciona desde mayo de 2015.
Sergio Ferrer
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A fines de mayo de 2015 fue habilitada la Nueva Planta de Selección, Separación y Disposición Final de Residuos Sólidos Urbanos de Santo Tomé, ubicada en el kilómetro 4.7 de la autovía Nº 19. Allí, en articulación con el municipio santotomesino, la Compañía de Tratamiento Ecológico e Higiene Urbana SA (más conocida como Cotreco) desarrolla el método de relleno sanitario, para el tratamiento y depósito definitivo de las 60 toneladas de basura domiciliaria generada en todo el distrito por día (21.900 anuales).
A un año y medio de la puesta en marcha de este sistema, El Litoral dialogó con María Marta Durelli, directora municipal de Gestión Ambiental y Control Alimentario, quien tiene bajo su responsabilidad la supervisión del funcionamiento y operatividad del mismo.
“El balance de este año y medio de trabajo es positivo, ya que Santo Tomé es la quinta ciudad de la provincia que cuenta con un relleno sanitario y en su momento la realización de este proyecto significó una decisión política muy importante, que se fortaleció con la continuidad de esta gestión, por parte de la intendenta Daniela Qüesta”, manifestó Durelli, quien aclaró también que todo este tiempo transcurrido sirvió para optimizar el modelo de trabajo elegido para tratar la basura y consolidar el desempeño del establecimiento.
“Cuando se inauguró el relleno sanitario, por ejemplo, había que hacer una serie de infraestructura para mejorar la accesibilidad dentro del predio, que hoy está culminada”, acotó la directora, en referencia a los caminos perimetrales a la planta de separación y compactación de los residuos. Luego explicó: “También se amplió la playa de maniobras o de lluvias. Se la denomina así porque durante determinadas condiciones climáticas puede disponerse la basura transitoriamente en ese lugar, hasta tanto el clima mejora y entonces se sigue el procedimiento normal”.
Paso por paso
Otra de las cuestiones que había que resolver y sobre la que todavía se está trabajando, son los caminos de acceso hacia las celdas de disposición final. “Hemos iniciado los trabajos de una tercera celda de disposición final. La construcción de ese sector implica una obra de ingeniería muy importante, porque incluye una impermeabilización previa del suelo, una compactación y los sistemas de captación de los líquidos lixiviados”, amplió la funcionaria.
Dentro del relleno trabajan aproximadamente unas 30 personas, incluido el personal afectado a la separación de los residuos en la cinta de selección, los maquinistas, el encargado, el gerente de la planta y los especialistas en higiene y seguridad. “El funcionamiento, con sus distintos pasos, es sencillo y empieza con la recolección casa por casa que se hace en la ciudad, que es un servicio municipal, algo que debe recalcarse, porque lo que se ha tercerizado es la disposición final de los residuos, únicamente”, aclaró la funcionaria.
Una vez que los residuos que fueron recolectados llegan a planta, son llevados a la playa de lluvia; de allí van a la cinta de selección, donde se separan los elementos con valor comercial, como plástico, vidrio, metal y cartón. En el relleno, lo que se considera “de rechazo” se compacta a través del mecanismo de armado de los famosos “caramelos”, que son cápsulas de envoltura amarilla de un tamaño considerable, las que se colocan en un camión y se depositan en las celdas de disposición final adyacentes. Allí, quedan enterrados por el tiempo de vida útil de cada celda.
Bono de reciclado
“En algunas de las charlas ofrecidas por la Municipalidad de Santo Tomé en el marco de la Semana del Medioambiente, hicimos hincapié en lo que muchos llaman reciclado y que en realidad es separación”, remarcó María Marta Durelli en otro pasaje de la entrevista con El Litoral.
“Lo que hace la planta no es reciclar residuos, sino que los separa”, aclaró la directora municipal. Posteriormente acotó: “Una vez aceitado el funcionamiento de la planta, con el tema de la separación se fue mejorando. En julio de 2015, por ejemplo, se separaban unos 5.000 kilos de cartón, mientras que hoy estamos en 15.000 kilos, aproximadamente. También se fue progresando con el vidrio, el plástico y el metal. En ese aspecto, el municipio tiene que estar satisfecho, especialmente por la forma en que mejoró el sistema de separación en destino de los residuos”.
“El material separado se vende”, señaló Durelli seguidamente. Luego explicó: “Con los ingresos obtenidos sucede algo interesante, porque Cotreco tiene una política a nivel empresarial, por medio de la cual toma un porcentaje de la venta de productos separados y lo divide entre los trabajadores. Es como un incentivo económico, que ellos denominan Bono de Reciclado y que otorgan en concepto de retribución para los empleados que realizan la separación de residuos”. “Esto último se hace, justamente, para fomentar que hagan cada vez mejor el trabajo de separación y recuperación de materiales”, aclaró la directora.
60 toneladas de basura producen los habitantes de la ciudad de Santo Tomé por día. Comparados los años 2015 y 2016, la cifra no ha variado significativamente. Son, aproximadamente, 21.900 toneladas al año.
15.000 kilogramos de cartón son los que se separan en la planta administrada por Cotreco. El cálculo corresponde a noviembre de 2016. En julio de 2015 se separaban 5.000 kilos.
30 personas que trabajan en la planta, incluidas todas las secciones, puestos y funciones.
Del basural a cielo abierto al nuevo método
La directora municipal de Gestión Ambiental y Control Alimentario, María Marta Durelli, se refirió a los cambios vislumbrados a partir de la puesta en marcha del sistema de relleno sanitario y también de su desarrollo, en función de la consolidación del mismo y de su impacto en la comunidad santotomesina.
En tal sentido remarcó: “Al aspecto social lo podríamos medir o analizar a través de una encuesta, por ejemplo, pero todavía no se hizo. No obstante, la percepción personal que tenemos, a partir de diferentes capacitaciones y charlas sobre esta temática, es que todavía no hay un conocimiento real sobre los avances que ha hecho Santo Tomé en materia de disposición final de residuos”.
“Todavía se desconoce a dónde van finalmente los residuos que producimos los vecinos; es una cuestión desconocida y un trabajo que la Municipalidad deberá reforzar a futuro”. En cuanto a los beneficios del sistema de relleno sanitario para el medioambiente, Durelli enfatizó que “ni se discuten”, porque no tienen nada en común un método con el otro. “Nosotros partimos del cerramiento de un basural a cielo abierto, que no tenía ningún tipo de protección y cuidado ambiental”, enfatizó la especialista, a la vez que recordó que, en primera instancia, el desarrollo del relleno sanitario hizo que se abandone la práctica de arrojar residuos en el antiguo basurero a la intemperie, el que “funcionaba” en la zona de Los Hornos, en el oeste de la localidad.
“Hoy estamos en una situación totalmente diferente, porque han disminuido los volúmenes que van a disposición final y eso permite que se prolongue la vida útil del actual depósito”, destacó Durelli a continuación. “Tenemos una capa protectora en el suelo, lo que implica que los líquidos lixiviados, que son los que expide la basura, no penetren en las napas de la ciudad, y que la contaminación del aire o la visual tampoco estén más”, redondeó.