Mario Cáffaro
Mario Cáffaro
Después de nueve años, un dirigente de origen justicialista vuelve a presidir el Concejo Municipal de Santa Fe. Fue uno de los hechos destacados de la semana y que incluso tuvo impacto nacional, porque ocurrió en la ciudad de la cual es intendente el presidente del Comité Nacional del Radicalismo, José Corral.
Sebastián Pignata se sienta en la silla que ocupó durante cinco años el radical Leonardo Simoniello; los dos anteriores estuvo el propio Corral y antes Jorge Henn. En la mayoría de esos ejercicios, el Frente Progresista fue primera minoría y se aprovechó de las diferencias entre sectores justicialistas para quedarse con la presidencia. Fue siempre un equilibrio inestable y en muchas ocasiones debió intervenir el Ejecutivo municipal para acercar posiciones. No será la primera vez que intendente y presidente del Concejo respondan a colores partidarios diferentes. En la etapa del intendente Tomás Camilo Berdat (PJ) fue Santiago Mascheroni (UCR) titular del cuerpo, y otro radical, Darío Boscarol, lo fue durante parte de las intendencias de los justicialistas Marcelo Álvarez y Martín Balbarrey. El corto mandato de Enrique Muttis (PDP) tuvo en la titularidad del Concejo al justicialista Hugo Ponce.
El interbloque justicialista fue dando pasos de unidad en el último año, que al parecer no fueron advertidos por el propio oficialismo en el Concejo. La decisión política se aceleró en la última semana y se cerró el domingo, vísperas del feriado. La propia conducción provincial del PJ lo subrayó en el comunicado partidario donde se pronunció por la unificación de elecciones nacionales y provinciales el año próximo. Ricardo Olivera, presidente partidario, terminó de zurcir algunas diferencias que existían entre los cuatro sectores internos, una vez que los ediles ligados a UPCN y que alguna vez fueron “Producción y Trabajo” resolvieron que Pignata era el nombre. Los intentos del Frente Progresista por revertir la decisión rebotaron contra la cerrada postura justicialista y sólo restó esperar el pase de las horas del lunes para que se concretara el cambio de autoridades.
Simoniello y la bancada oficialista no habrían advertido a tiempo la decisión y fueron sorprendidos cuando se la comunicaron al propio presidente saliente. El mismo Corral habría intentado que se revirtiera la situación en cruces telefónicos con dirigentes justicialistas, que tampoco llegaron a buen puerto. Varios vetos del intendente a ordenanzas originadas en la oposición también ayudaron a la oposición a abroquelarse.
Lo que viene
Pignata conducirá un cuerpo que debe este año aún sancionar varias ordenanzas, entre ellos la de Presupuesto 2017, y deberá mostrar la muñeca de un dirigente opositor pero que ayude a la administración de la ciudad. Logró la vidriera para reclamar ser la cabeza de listas de la oposición en los comicios 2017. Otras tres bancas renovará ese sector interno (Marianela Blangini, Juan José Saleme y Fernando Fleitas). Tienen el mérito de haber alineado al justicialismo, dato no menor en el marco de la diáspora nacional y provincial. Desde ese fortalecimiento intentarán llevar a otro edil -Ignacio Martínez Kerz- a la Cámara de Diputados de la Nación.
Para el Ejecutivo municipal no cambia mucho en materia de números la relación con el Concejo aunque sí en términos políticos. Esta situación no habría sido ajena a la extensa reunión de ayer del propio Corral con el gobernador Miguel Lifschitz con la excusa de analizar temas de gestión provincial en la ciudad.
En definitiva, en el fragor de la gestión todos tienen en la cabeza las elecciones 2017 donde -siendo o no candidatos- se plebiscitan las administraciones.