Germán de los Santos
Germán de los Santos
Uno de los principales desafíos de la actual gestión provincial fue encauzar el problema medular de la inseguridad, luego de que en agosto pasado dos marchas multitudinarias en Rosario marcaran a fuego en la agenda política que la demanda de la población no dejaba espacio para la espera.
Desde que la gestión del Frente Progresista llegó a la Casa Gris primero subestimó el problema incipiente de la violencia urbana, que supuraba a partir del derrame de droga barata en los barrios donde se conformaron bandas a la sombra de la Policía. Pero luego los ensayos para enfrentar el problema no dieron resultados positivos.
La escasa información criminal objetiva y el control operativo de la Policía fueron dos puntos claves en este escenario. La llegada del ex gendarme José Ricardo Spadaro, quien creó una oficina para generar datos propios, y procesar y depurar la información de las fuerzas de seguridad, dio el puntapié para remover el histórico enfoque sobre el problema.
En Rosario comenzará a funcionar uno de los centros de monitoreo en seguridad más grandes del país, donde unos 200 efectivos policiales procesarán información en tiempo real de hechos delictivos de 20 ciudades de la provincia. Y en base al monitoreo de estos datos objetivos está previsto que se confeccionen las estrategias de seguridad pública. Este esquema demarca un nuevo capítulo, que apunta a un control civil, a través de la tecnología, de los 18 mil efectivos que hay en la provincia.
El nuevo sistema llamado OJO arrancará en febrero próximo, luego de que se defina en los próximos días la licitación del sistema informático que disputan las empresas IBM y Eurocop. Con ese software se procesarán todas las denuncias e información que surjan en tiempo real de las comisarías, los centros territoriales de denuncias, las Fiscalías y el 911. Con esos datos se desplegarán los patrullajes en base a los mapas de calor y de predicción del delito.
Lo que se busca es que de acuerdo a la cantidad de hechos registrados se puede conocer en qué zonas y en qué horarios se producen las mayores frecuencias delictivas. Y así asignar racionalmente los recursos, en base a información de calidad y certeza en razón de lo que se sepa que pasa en cada una de las 86 cuadrículas en las que se divide Rosario según el plan de seguridad. “La prevención y control operativo se realiza en base a datos estadísticos y se deja atrás la idea de que el delito se puede combatir en base al olfato policial”, explicó Maximiliano Pullaro, ministro de Seguridad de Santa Fe.
La otra pata del plan son los 400 patrulleros inteligentes, que una parte ya se licitó por un valor de 265 millones de pesos. Estos móviles policiales van a estar dotados de lector de huellas y de patentes, y van a estar conectados a la base prontuarial. Cada patrullero va a tener una pantalla táctil conectada al sistema para enviar y recibir información. El otro plano de la reforma en la estructura policial es la construcción de seis megacomisarías en cada uno de los seis centros de distrito municipal de Rosario, que llevará a la eliminación paulatina de las seccionales barriales.
“Lo que se apunta también con la incorporación de esta tecnología es a un mayor control civil de la fuerza a partir del manejo de la información”, agregó Pullaro.