Danilo Chiapello
Dos motochorros atacaron al trabajador en A. del Valle y French. Lo golpearon y le robaron la recaudación.
Danilo Chiapello
Un distribuidor de mercaderías fue blanco ayer de un violento asalto donde resultó golpeado y despojado del dinero que tenía.
Minutos después de las 19, Hugo (60) circulaba con su camioneta por Aristóbulo del Valle cuando se detuvo en la intersección con French, para que su compañero de trabajo descienda y pueda tomar un colectivo.
Hasta allí todo se desarrollaba con normalidad y nada hacia presumir el infierno que estaba a punto de desatarse.
* De repente aparecieron en escena dos sujetos jóvenes (“no tenían más de 20 años”, según refirió la víctima) los que llegaron a bordo de una motocicleta.
Sin más uno de los rufianes le asestó un golpe de puño en el rostro al trabajador, mientras su compinche abordaba la camioneta desde el lado del acompañante.
El tremendo impacto logró el efecto buscado, por cuanto la víctima quedó aturdida y sin posibilidad de reacción.
Esta situación fue aprovechada al máximo por el otro delincuente que, ya instalado en la cabina de conducción, requisó el habitáculo hasta que dio con la billetera del trabajador.
La secuencia terminó con los rufianes escapando a toda velocidad por calle French, hacia el oeste, en dirección a Pompeya.
* “Me llama la atención el lugar que eligieron para robarme. La calle estaba llena de gente. Generalmente te asaltan cuando estás en la puerta del negocio de algún cliente. Pero esto fue distinto. Estoy seguro que me venían siguiendo”, dijo Hugo en diálogo con El Litoral.
Lo que pasa es que me tomaron por sorpresa. Ni siquiera los vi llegar cuando me pegaron esa trompada que me dejó medio atontado. No pude reaccionar”, agregó.
* En general yo nunca me detengo. Pero esta vez había parado en esa esquina para que mi compañero se tome el colectivo. El se metió dentro del furgón para cambiarse y en eso aparecieron estos tipos. Fue todo muy rápido. En esa zona hay cámaras de seguridad en la calle. Vamos a ver ahora si quedó registrado el robo”.
* Un rato después llegó la policía pero yo ni quise hacer la denuncia. La verdad es que estoy cansado. Es el sexto robo que sufro y ya no quiero perder tiempo. Tenés que ir, declarar, y si los llegan a agarrar, yo sé que a las pocas horas están libres de nuevo.
Los que me robaron eran tipos muy jóvenes, no tenían más de 20 años. Actuaron a cara descubierta. No tenían gorra ni nada. Y bueno... así están las cosas... seguro son los hijos de la “Década Ganada”, cerró con ironía.