El Litoral
Jugaban Almagro y Atlético de Paraná cuando la barra protagonizó severos incidentes y se enfrentó con la policía. Franco Quiroz debió ser trasladado al hospital. Hubo tres detenidos.
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DyN
El partido entre Almagro y Atlético Paraná tuvo hoy un final lamentable en José Ingenieros, con los serios incidentes que se produjeron entre los barras del equipo local y la policía, que terminaron con un futbolista baleado y "tres detenidos", tras el gol que marcó el cuadro entrerriano a un minuto de la finalización, en el comienzo de la decimonovena fecha del Torneo de la Primera B Nacional.
Enzo Noir anotó la ventaja 1-0 para Atlético Paraná, a los 44 del complemento, y a partir de ahí se desataron los incidentes, que según afirmó el presidente de Almagro, Julián Romeo, se pudieron "haber evitado".
En medio del disturbio fue agredido el jugador de Almagro Franco Quiroz, quien fue trasladado al hospital Ramón Carrillo por recibir "un perdigón de goma en la cabeza", informó el titular de la institución de José Ingenieros.
"Antes de arrancar el partido se percibía que algo podía pasar. La APREVIDE no le permitió el ingreso a la barra y les avisé que el operativo era escaso, eran 28 efectivos y pagamos 100", se quejó el dirigente por la señal de TyC Sports.
Luego, Romeo, sintetizó cómo arrancaron los incidentes: "Los barras que no tenían entradas se treparon a una pared lateral y después quisieron llegar hasta donde estaba la dirigencia de Atlético Paraná. La policía entró en escena y comenzaron los incidentes entre ellos".
Ahí fue cuando Quiroz se acercó al alambrado y, luego de pedirle a los efectivos que dejaran de reprimir, dialogó con los violentos y fue herido con un balazo de goma.
Quiroz fue atendido en el hospital Carrillo y luego fue trasladado a un destacamento policial para brindar declaraciones de los sucedido.
Por su parte, el entrenador de Almagro, Felipe De la Riva, comentó: "La hinchada sacudió el alambre para suspender el partido, era lo único que querían. Desde que estoy en el club, hace seis meses, me robaron cuatro veces en el predio donde vamos a practicar".
"Lloré en el vestuario por la impotencia, estaba con mi hijo acá. Lo primero que se me cruza por la cabeza es renunciar, pero también tengo claro que mi familia y yo vivimos de esto, y si me voy a otro club pasará lo mismo, porque ya me pasó en Los Andes", dijo el técnico por Radio Continental.
"Estoy cansado de ser rehén de ellos, los jugadores viven con una desprotección total", aseguró.
Por su parte, el titular de APREVIDE, Juan Manuel Lugones, informó, por Radio Rivadavia, que hubo "tres detenidos" por los incidentes y que "los barras están por plata y muchas veces la política está detrás".
"Desde el lugar que estamos no nos dejamos apretar y no lo vamos a permitir. Vamos a trabajar para que en estas dos fechas (antes del receso) no tengamos que lamentar otro hecho como este", añadió el funcionario.