Luciano Andreychuk
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Twitter: @landreychuk
La mediación comunitaria como salida a la violencia del día a día.
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Una mancha de humedad en una medianera. El árbol de un frentista cuya copa cae sobre la vivienda su vecino. Alguien que usa el cesto en altura de quien vive al lado para dejar sus residuos. Ejemplos de conflictos domésticos interpersonales hay cientos. Y muchos derivan en discordias o, lo que es más grave aún, situaciones violentas.
Por eso, el Concejo sancionó por unanimidad una ordenanza que crea en la ciudad la figura del “mediador barrial”, que se apoya en el concepto de mediación comunitaria y cooperativa orientada a la resolución pacífica de este tipo de conflictos.
El mediador no necesariamente será un abogado o un estudiante avanzado de Derecho. Se abrirá un registro de mediadores donde podrá anotarse cualquier vecino o vecina de Santa Fe, que asimismo tenga su domicilio en la ciudad o que debido a la repercusión que posee el conflicto, tenga lugar dentro la jurisdicción del Municipio.
Los inscriptos al registro recibirán una capacitación gratuita sobre cómo intervenir en un problema interpersonal. El Ejecutivo, una vez que reglamente la ordenanza, deberá definir si se da una contraprestación económica -o de otro tipo- por ser mediador barrial capacitado.
Habrá a su vez estrictas pautas que deberán cumplir los mediadores: “Su imparcialidad con relación a los vecinos involucrados; libertad y voluntad de las partes en conflicto, tratamiento igualitario de los mediados; consideración de los intereses de los menores, personas con discapacidad y adultos mayores, secreto profesional de la información aportada por las partes, y celeridad en el proceso”, dice la norma en su artículo 3.
En concreto, su objetivo central será “actuar a solicitud de las partes interesadas como un tercero imparcial y neutral, propiciando la comunicación directa entre las partes en miras a la búsqueda creativa y cooperativa de la solución de conflictos interpersonales barriales”, dice la ordenanza. La coordinación de las capacitaciones dependerá de la Secretaría General del Municipio y de la Dirección de Derechos Ciudadanos, y mediante la firma de convenios entre el municipio e instituciones.
Reducir tensiones sociales
“Esta figura viene a fortalecer la mediación comunitaria, como herramienta de resolución pacífica de los conflictos. Hoy el municipio realiza mediaciones, con buenos resultados. Pero ahora, las personas que quieran ser mediadoras no deberá venir hasta el centro de la ciudad, sino que podrán ir a los centros de los ocho distritos de la ciudad” para recibir la capacitación, dijo a El Litoral Franco Ponce de León (FPCyS-CC/ARI), autor de la iniciativa legislativa.
Antes de ser edil, Ponce de León fue director de Derechos Ciudadanos.
“Los conflictos más habituales que veíamos en aquel entonces eran de todo tipo: desde un perro de alguien que ladraba de noche y no dejaba dormir al vecino de al lado, hasta discusiones por cuestiones domésticas menores. Y lo que ocurre al final es que se ve resentida la convivencia vecinal: se dejan de hablar, se maltratan, y en el peor de los casos se llega a un episodio violento”.
“Lo que busca esta ordenanza es evitar esto, y descomprimir esas presiones sociales mediante una resolución pacífica. Y en las capacitaciones se resaltará la importancia de los buenos tratos, el diálogo, los acuerdos y el respeto hacia el otro”, resaltó el concejal arista.
La ordenanza también prevé que el Ejecutivo dé a conocer públicamente la figura y objetivo del mediador barrial. “Mediante las áreas competentes, (el municipio) impulsará acciones tendientes a la concientización sobre la importancia del buen diálogo y trato que deben proferirse las personas que encuentran un marco de mediación”, dice la ordenanza en su artículo 7.