De la Redacción de El Litoral
“Quiero desvincularme de Colón para negociar con otros clubes”, le dijo Montero a Vignatti, Darrás y Fleming. Hoy, se reúne con Central e Independiente en Buenos Aires.
De la Redacción de El Litoral
Si algo faltaba para terminar de incomodar a los dirigentes de Colón en este final de año se dio ayer cuando a Paolo Montero se le ocurrió venir a hablar cara a cara el mismo domingo de Navidad. Así, sobre la marcha, Colón armó su triunvirato del río Salado en apenas algunos minutos, ayer a la tardecita. ¿El escenario?: la propia casa del presidente de Colón, José Néstor Vignatti. Quienes lo acompañaron fueron sus delfines históricos: Patricio Fleming y Horacio Darrás. Este último, que algunas horas antes había tratado de “traidor” a Paolo Montero en medios nacionales, fue el que se sumó más tarde que el resto a la cumbre navideña.
Paolo Montero no llegó solo desde Uruguay: lo hizo acompañado del “Chengue” Richard Morales (ayudante de campo principal) y de Juan Iraola, otro de sus asistentes. Desde Rosario, se acopló Daniel Luzzi, representante de Paolo Montero y hombre marcado por su sentimiento canalla.
“Vengo a presentar la renuncia, cara a cara, porque me acercaron propuestas interesantes y superadoras, no sólo de clubes de la Argentina sino también del exterior”, fue lo que palabras más o palabras menos expresó el ex zaguero de la Selección de Uruguay y Juventus de Italia.
“La última vez que hablamos, nos fijamos el objetivo de terminar en los diez primeros lugares y de los refuerzos. Incluso de poder gestionar el tercer cupo. Y de la pretemporada en Montevideo, donde actuamos en consecuencia: nosotros nos hacíamos cargo del traslado y la hotelería; ustedes de elegir los rivales para los amistosos. Y ahora, de repente, nos encontramos con esto”, le recordaron los dirigentes de Colón ayer domingo en Navidad.
Más allá de las recriminaciones mutuas (los uruguayos estaban enojados porque Darrás usó la palabra “traición” y eso rebotó en los medios del país vecino) y luego de la charla en la cual le dio identidad a la renuncia, ahora los dirigentes de Colón esperan que llegue por escrito la decisión. Hoy más que nunca, estando Paolo Montero de por medio, hay que aplicar el viejo axioma: “A las palabras se las lleva el viento”. Conclusión: Colón espera el telegrama de renuncia de un entrenador que había firmado contrato hasta el mes de junio de 2017.
Luego de la reunión de ayer, hoy la embajada uruguaya y el mismo Daniel Luzzi siguieron camino a Buenos Aires. Por lo que informan los medios rosarinos —concretamente el diario La Capital—, “una gran parte de la dirigencia canalla, al menos los nombres más representativos y de mayor peso en cuanto a decisiones, viajarán hoy a Buenos Aires, donde en horas de la tarde se reunirán con el ya ex DT de Colón. Montero también tiene previsto sentarse a escuchar a Independiente, pero lo hará sólo por respeto porque su intención es dirigir Central”.
El mismo medio expresa que “si todo sale de acuerdo a lo previsto, de lo que surja en esa charla se estará más cerca de cerrar el círculo y ponerle punto final a la búsqueda del nuevo DT. No hay voces oficiales respecto a que Montero es quien más chances tiene, pero lo cierto es que los otros nombres que dieron vueltas hoy casi no aparecen en la agenda. Ni siquiera Gustavo Matosas, con quien entablaron un diálogo la semana pasada. Los vicepresidentes Luciano Cefaratti y Ricardo Carloni y el secretario Rodolfo Di Pollina viajarán hoy a Buenos Aires. Y a ellos posiblemente se les sume algún integrante de la tesorería (puede ser el tesorero Roberto Fattal Jaef o el protesorero Juan Cruz Rodríguez). Y este último detalle no es para nada menor. Se sabe, los responsables de la tesorería suelen participar cuando las charlas ya están avanzadas y el acuerdo está próximo a concretarse”.
Tanto Luzzi como Montero saben que una parte de ese “jugoso” y superador contrato que le ofrece Rosario Central por año irá a parar a manos de la tesorería de Colón a modo de resarcimiento por el daño ocasionado. Se dice que en Arroyito contemplan unos 100.000 dólares mensuales para todo el cuerpo técnico que reemplazará al “Chacho” Coudet.
¿Qué número piensa pedirle Colón a Montero para “dejarlo” trabajar en Central, Independiente o donde sea?: sólo Vignatti, Darrás y Fleming lo saben. Alguien deslizó que la idea es pedirle el valor de los meses que cobró y los que debía cobrar hasta el final del contrato en junio de 2017, a cambio del perjuicio por interrumpir el vínculo firmado.
Los caminos están claros, porque la relación Montero-Colón quedará terminada cuando llegue —hoy o mañana— el telegrama de renuncia. Si Montero y Luzzi ponen un billete arriba del otro lo que Colón va a pedir, se rescinde el vínculo de común acuerdo; por el contrario, si las partes no se ponen de acuerdo, Paolo Montero y su entorno deberán quedarse en Uruguay seis meses sin trabajar, como pasó con el “Coco” Alfio Basile en el 2005 cuando estaba en Colón y lo tentó Boca antes de finalizar el contrato en Santa Fe.
Hoy por hoy, después de la insólita e incómoda reunión de ayer 25 de diciembre, la pregunta que sobrevuela el cielo lluvioso de Santa Fe es una sola: ¿cuánto le costará a Paolo Montero, ex técnico de Colón, este capricho de Navidad para dirigir a Rosario Central teniendo contrato firmado hasta junio de 2017 en Santa Fe?
Entre Méndez y Zielinski
Está más que claro que el listado de entrenadores que le ofrecen a los dirigentes de Colón es, por estas horas, interminable. El sólo hecho de saber que unos 80 entrenadores pasaron por la última temporada en el fútbol de AFA en Primera, habla a las claras de la mano de obra “desocupada” en el rubro DT.
De todos modos, si bien aparecen en el listado nombres como “Pipo” Gorosito, Eduardo Domínguez, Leo Astrada o hasta el mismo Facundo Sava, los dos entrenadores que hoy están en una pulseada mano a mano en Colón son “el Gallego” Sebastián Méndez (se desvinculó de Godoy Cruz) y “el Ruso” Ricardo Zielinski (se fue de Racing).