El Litoral
Suspendió la licitación por la compra de 500 potes de helados y 1,5 toneladas de torta. También 120 frascos de Nutella y quesos finos como la mozarella de búfala o el provolone italiano.
El Litoral
DyN
Quinientos botes de helado y 1,5 toneladas de torta: el presidente de Brasil, Michel Temer, mandó a cancelar hoy una costosa licitación de alimentos para su avión presidencial, después de que la publicación de los detalles del pedido generara duras críticas en un país sumido en la crisis económica.
El jefe de Gabinete, Eliseu Padilha, comunicó que la licitación con un valor de 1,7 millones de reales (520.000 dólares) para la compra de alimentos, muchos ellos de marcas finas y destinados al avión presidencial durante todo un año, había sido cancelada por orden expresa de Temer.
"Por orientación presidencial fue cancelada la licitación nro. 14/2016, (a presentarse hasta) el 02.01.2017, de servicios de atención aérea", escribió Paldilha en su cuenta de Twitter, horas después de que las críticas arreciaran debido a la crisis que vive el país sudamericano desde hace meses.
Un blog del portal "O Globo" había difundido esta mañana los detalles de la licitación publicada el día 19 en el diario oficial del Estado.
Entre otras cosas, el blog señalaba que el Palacio de Planalto pedía 500 botes de helado de la codiciada marca Häagen-Dazs, por un valor de 7.500 reales, o 1,5 toneladas de torta por 96.000 reales, así como 120 frascos de la crema de chocolate Nutella, a 34 reales cada una.
"El desayuno de Temer en el avión será incrementado", señalaba el autor de la nota, que también apuntaba con tono mordaz: "Al propio Temer le debe gustar el dulce" y "Temer fue exigente hasta con los helados".
Otros alimentados extraídos de la lista eran quesos finos como la mozarella de búfala o el provolone italiano.
"O Globo" aseguró más tarde, además, que había encontrado varios de esos productos en supermercados brasileños a precios más baratos que los que pretendía pagar la presidencia.
Los detalles de la compra tocaron un tema sensible en un país que afronta duros recortes como parte de las medidas de austeridad propuestas por el Gobierno conservador de Temer para intentar sacar al país de la crisis.
"¿Crisis? ¿Dónde?", escribió con ironía el juez Sérgio Moro en su perfil de Facebook, donde reproducía la nota de "O Globo". Moro goza de bastante popularidad en Brasil como responsable de los juicios de "Lava Jato", una gigantesca operación que investiga la corrupción política.
Después de registrar un fuerte crecimiento en la década pasada, Brasil cerrará 2016 por segundo año consecutivo con una contracción de más de tres puntos porcentuales de su Producto Interno Bruto (PIB). La economía más grande de América Latina está sacudida además desde hace tiempo por escándalos de corrupción y por una grave crisis política.