Gabriel Rossini
El ministro de Gobierno y Reforma del Estado hizo un repaso de lo hecho por la administración Lifschitz en su primer año de gestión. Seguridad y obras públicas, entre las prioridades para 2017.
Gabriel Rossini
El ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farías, dijo estar conforme con lo realizado por el gobierno provincial en 2016 por el contexto en el que se dieron los hechos; aseguró que la relación con el gobierno nacional está recompuesta después de los cruces que hubo durante el año; consideró positivo lo hecho en materia de seguridad, porque se consiguió revertir la tendencia creciente de muertes violentas; y destacó la importancia y dinámica del sector productivo provincial, porque permitió que aún en un marco de recesión la provincia haya crecido.
“Obviamente, siempre las expectativas son mayores y uno siente que le quedan tareas por hacer, pero no fue un año sencillo, tuvimos una tensión importante con el gobierno nacional que nos llevó buena parte del tiempo recomponer; la emergencia hídrica que golpeó gran parte de la provincia; distintos hechos que tuvieron que ver con la marcha de la economía en recesión con alta inflación; y algunos desajustes como el de las tarifas, donde primero se presentó un esquema de intento de aumento tarifario excesivamente oneroso y después se retrocedió, lo que generó una incertidumbre importante. En esa situación, me parece que el gobierno provincial estuvo a la altura de las circunstancias y pudimos responder correctamente a la emergencia”, dijo Farías en una entrevista con el Litoral.
—La relación con el gobierno nacional fue un problema político que se puso muy tenso en algunos momentos. ¿Fue superado?
—Nosotros nunca quisimos tener un problema de relacionamiento con el gobierno nacional. Al contrario. El gobernador desde el inicio de la gestión se planteó como un objetivo prioritario tener la mejor relación posible. Es claro que nosotros tenemos diferencias en la visión política, en la forma de gestionar. No pertenecemos al mismo espacio, más allá de que alguna parte del Frente Progresista sí. Pero, por una cuestión de madurez y porque es lo que más le conviene a la provincia, nosotros siempre tuvimos la decisión de llevarnos lo mejor posible. Por lo tanto, los hechos que se dieron fueron no queridos por nosotros.
—Hubo rumores de intervención a la provincia.
—Si, en algún momento maliciosamente un dirigente local opositor al gobierno de la provincia manejó irresponsablemente esa posibilidad, pero me parece que nunca estuvo en la cabeza del gobierno nacional tomar esa decisión.
—Hoy, es buena la relación.
—Sí. Hay diálogo, entendimiento de los problemas comunes. Creo que se destacó el acompañamiento del gobernador en el problema que se generó con Ganancias. Lo hizo desde una relación objetiva, más allá de nuestra opinión contraria a la actual situación del impuesto y de lo que significa para el bolsillo de los trabajadores. Hubo un entendimiento de la situación en general y también la defensa de los intereses de la provincia. Ayudó a que se resolviera este problema. Y es buena también en el sentido de los compromisos que tenemos de Nación de cumplir con alguna de las cosas que le debe a la provincia. Santa Fe es una de las pocas provincias que es acreedora de Nación.
—La mayor parte de la relación se la lleva el tema seguridad.
—Quizás por la forma que está estructurado el Comando Conjunto de las fuerzas federales y provinciales, el área donde mayor comunicación hay es entre el Ministerio de Seguridad de la provincia y el de la Nación.
—¿Están satisfechos con lo hecho hasta ahora en ese área?
—Sí. Creemos que se están dando resultados. Hay cosas que nos gustarían que fueran más extensas. Creo que todos nos generamos una expectativa de mayor presencia de efectivos. Pero también sabíamos que a partir del convenio que se firmó con la Nación iba a haber fuerzas federales investigando delitos federales. Y eso para nosotros es muy importante porque si bien lo es la presencia en las calles patrullando y disuadiendo junto con las provinciales, no es menor que haya cuadros de las fuerzas federales colaborando con la Justicia Federal, una justicia que tiene una estructura de 40 años de atraso, más allá de la decisión política actual de ampliarla, mejorarla y ponerla a la altura de los hechos que se están sucediendo, lo que va a llevar un tiempo.
—El tema de la seguridad es desde hace tiempo la principal preocupación de los santafesinos.
—Hay que ser muy cauto y moderado en la evaluación que se hace. No podemos dejar de reconocer el problema, nunca escondimos las cifras ni lo negamos. Al contrario, lo reconocimos. Está claro que todavía tenemos mucho por hacer. Pero también debemos decir que alguno de los objetivos de corto plazo fijados para este año se lograron. Por ejemplo, redujimos en forma drástica la cantidad de detenidos en las comisarías, que no es menor porque libera a los agentes policiales para que hagan la tarea que tienen que hacer y mejora la seguridad ciudadana porque las comisarías atestadas de detenidos representan un riesgo de fuga. Además, mejoramos los cuadros investigativos de la fuerza, los dotamos de mayores herramientas y trabajamos en una coordinación cercana y más intensa con el Ministerio Público de la Acusación, sobre todo en las ciudades de Santa Fe y Rosario, con un trabajo de mirada conjunto, de seguimiento de los datos estadísticos con los que se cuenta, lo que también está dando sus resultados. Todo esto mostró algunos indicadores como el descenso de las muertes violentas. No es que eso nos conforme o tranquilice, pero al menos son indicios de que hemos empezado un camino de revertir la tendencia.
Aportes y obras
—Respecto de la relación con la Nación, más allá de los temas concernientes a la seguridad, han firmado varios convenios vinculados con obras y programas de asistencia financiera. ¿Se han cumplido?
—Nosotros siempre quisiéramos que los fondos lleguen más rápido y que las obras se concreten lo antes posible. No podemos decir que está incumpliendo la Nación, sí que estamos muy ansiosos para que ese cumplimiento se dé lo más rápidamente posible. El ejemplo más concreto es el dinero que le estamos reclamando a partir del fallo de la Corte de hace más de un año. Tenemos expectativas de que en los próximos días empiecen a cumplirse algunas etapas. En otras áreas, hemos visto cómo se están desarrollando programas relacionados con el hábitat y la vivienda en distintas localidades de la provincia. Con eso, estamos muy conformes.
—Respecto a las obras que la Nación se comprometió a realizar en la provincia, ¿se están haciendo?
—En general sí. En la ciudad, hemos visto varios anuncios y algunos fondos que empezaron a llegar dentro de ese plan de obras. De todos modos, tenemos expectativas con algunas obras nacionales que nos parecen fundamentales como la transformación de la Ruta 11 en autovía o autopista y la construcción de un nuevo puente entre Santa Fe y Santo Tomé, donde hay siempre promesas sucesivas, apariciones y desapariciones en los presupuestos. Queremos que de una vez por todas se concreten, como un nuevo puente con Paraná y la construcción del de Reconquista-Goya.
Perspectivas
—Seguramente, el primer gran tema a encarar en 2017 será el de las paritarias con los gremios estatales.
—Es un tema recurrente en los inicios de cada año.
—¿Puede haber más ansiedad este año que en los anteriores?
—El reclamo de la apertura de la discusión paritarias por el tema salarial tiene que ver con la alta inflación que va deteriorando el poder adquisitivo de los salarios y eso cada fin de año y principio del siguiente va generando que todos los trabajadores sientan en su bolsillo esa diferencia. Si va a haber más ansiedad lo veremos. Algunos sindicatos plantearon un inicio de año con problemas. Nosotros confiamos en que va a haber un buen diálogo y capacidad de encontrar un punto de equilibrio que satisfaga los intereses de todos.
—Venimos de un año de recesión económica, lo que afecta los ingresos de la provincia. ¿Cómo están las finanzas para encarar el 2017?
—No están mal. El tema es que los aumentos salariales siempre son una exigencia mayor para los presupuestos porque no están previstos como tal y hay que calcularlos sobre los incrementos de partidas que pueden proyectarse en el año. La dificultad más grande que tenemos es que en un país con una incertidumbre tan grande como proyectamos la inflación. Si nosotros hubiésemos tomado la pauta del 25 por ciento que el gobierno nacional fijó a principios de año, habríamos quedado al menos 10 puntos por debajo. Por eso, se hace tan compleja la discusión salarial. En ese contexto, uno tiene que cuidar las finanzas de la provincia porque tenemos la obligación de cumplir con todos los servicios que el Estado presta y hacer las obras que prometimos.
—El plan de infraestructura no se toca.
—Hemos hecho las previsiones económicas para poder cumplirlo, entre ellas el endeudamiento. Me parece que eso fue una novedad importante en la política santafesina porque fue el resultado de un gran acuerdo político de las distintas fuerzas, con un consenso mucho más amplio que el del frente gobernante. El primer tramo estará disponible para financiar las obras los primeros meses del año que vamos a ejecutar e inmediatamente iremos por el segundo tramo.
—¿Qué esperan para 2017?
—Tenemos muchas expectativas porque más allá de ser el tercer gobierno del Frente Progresista, para nosotros es un gobierno que recién se inicia. Este primer año de gestión fue intenso, de muchos logros, de muchas peleas que hubo que dar pero también nos permite proyectar con mucha más contundencia lo que vamos a hacer en 2017.
—¿Cuáles son las tres o cuatro prioridades para el año próximo?
—Las políticas de seguridad. Vamos a trabajar para tener más y mejores resultados. Por supuesto, el plan de infraestructura. En términos de educación se han fijado pautas en distintos niveles que van a ser importante cumplir como mejorar la matrícula y evitar la deserción escolar. En salud, donde este año hemos tenido una mayor demanda como consecuencia de la crisis económica, mejorar toda la red de atención. Y en término de políticas sociales, el gobernador ha buscado darle un nuevo impulso al Plan Abre con el Plan Abre Familia donde además de mantener las inversiones en infraestructura, se busca trabajar más focalizadamente hacia el interior de cada familia con vulnerabilidad.
Menos costos y más gestión
El ministro de Gobierno dijo que en la decisión del gobernador Lifschitz de unificar las comicios del año próximo lo que más pesó fue la conveniencia de la gente. “En elecciones de este tipo, es poco justificable ir tantas veces a votar con todo lo que eso implica, además de los costos, que no es menor en un año como el que tendremos”.
“Por otro lado -continuó Farías-, también achicamos el tiempo de la campaña política y ganamos en términos de gestión y de trabajo legislativo. Naturalmente y por el mismo efecto de la compulsa política, las Cámaras Legislativas reducen mucho su actividad y en términos de gestión muchas veces se producen tensiones con el gobierno nacional o con las administraciones locales por las mismas razones que tienen las campañas políticas y eso perjudica la gestión. En ese sentido, unificar también implica reducir esos tiempos y ganar en términos de gestión”, enfatizó.
Reforma constitucional
Para la administración Lifschitz, la reforma constitucional seguirá siendo un tema prioritario el año próximo y su progreso dependerá del consenso político. “Es un tema que surgirá del diálogo entre los distintos partidos e instituciones. Esperamos poder coronar el 2017 con una ley de reforma que nos permita entrar al 2018 con una elección de convencionales constituyentes”, manifestó el ministro de Gobierno.