El Litoral
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Es el costo de un control básico, con revisión técnica vehicular incluida. Los talleres mecánicos están completos por estos días.
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“Hasta Navidad todo el mundo piensa en el regalo, y recién el 26 se acuerdan de preparar el auto para salir el 1º de enero de vacaciones”. Ese fue el análisis de Omar Marsilli al ver su taller mecánico colmado de autos. Como cada año, la mayor demanda de trabajo se produce en los días previos a las vacaciones estivales, cuando los conductores se preocupan por llevar a su familia a destino de un modo seguro.
Un relevamiento realizado por este diario en talleres de nuestra ciudad indica que preparar el auto para salir a la ruta implica un mínimo de $ 3.390. Este es el costo del control mínimo necesario: $ 650 por alineación, balanceo y rotación de las cuatro ruedas, $ 1.000 por cambio de pastillas de freno, y $ 1.100 de cambio de aceite y filtro; y otros $ 640 por revisión técnica vehicular (RTV) si la antigüedad del modelo es mayor a dos años.
Estos fueron los valores promedio brindados por los talleres relevados, que recomendaron realizar los chequeos con la debida anticipación. “La mayoría viene el día previo y a veces se encuentra con un desperfecto mayor que puede llevar tiempo. Por eso pedimos que vengan por lo menos cuatro días antes del viaje”, expresó Laura G. atareada detrás del mostrador de uno de los talleres consultados.
El caso extremo del mes fue un auto cargado, con la familia adentro, que llegó con el freno de mano trabado y la consecuente imposibilidad de salir de viaje.
“Hay problemas que se pueden prever y otros que no, pero es importante tomar todos los recaudos. En esta época del año están todos corriendo. Lo hacemos todos: me voy en un par de días y no miré mi camioneta”, reconoció el mecánico Alberto Risso entre risas, e hizo la aclaración: “Estoy tranquilo, porque sé en qué estado tengo mi vehículo”.
La evaluación casera tiene un límite: los tres años. Es la antigüedad que marca la necesidad de realizar la revisión técnica vehicular, que controla tren delantero y trasero, y cuya oblea será requerida en todos los controles tránsito.
Control completo
Poner el auto a punto para salir de vacaciones puede resultar un poco más caro para quienes hace tiempo no visitan un taller. “La mayoría viene para controlar y cambiar la correa de distribución, que si se corta rompe todo”, contó Pablo Álvarez, al frente del servicio motriz que lleva su nombre. Con repuesto y mano de obra, esto puede implicar entre $ 5.700 y hasta $ 10.000, según el modelo del auto y el lugar donde se realice el trabajo.
En los talleres de Omar Marsilli, “lo más común son las cubiertas gastadas o problemas en el tren delantero: vienen porque notan una vibración, detectan un ruido -contó-. Para prevenir inconvenientes, lo ideal es ir al taller de confianza para alinear, rotar y balancear, ahí se detectan los problemas”, recomendó.
“Todo depende del tipo de mantenimiento que tenga el auto”, destacó también Germán Rodríguez, jefe de posventa de Nation. Rodríguez marcó la importancia de realizar los service de mantenimiento cada 10.000 kilómetros. “Si hiciste el servicio basta con realizar un control mínimo antes de salir de viaje para evaluar la presión de las cubiertas y ver que todos los fluidos estén a nivel, como el aceite y el líquido refrigerante por ejemplo. Eso, siempre y cuando tengamos el auto controlado. Si no, es necesario una revisión completa para irse seguro”.
En la cuenta regresiva de las vacaciones, para los desprevenidos el tiempo resulta un factor fundamental: por la demanda en los talleres, un chequeo completo lleva entre 24 y 48 horas y hasta puede incluir un control computarizado de las conexiones electrónicas. “Lo hacemos sin cargo porque si no te vas a otro lado”, dijo uno de los mecánicos. Otros señalaron que esto vale $ 1.200 y lo realizan en el día.
Revisión técnica, un elemento clave
Saber si el automóvil está en condiciones de transitar lleva sólo los 20 minutos necesarios para realizar la revisión técnica vehicular, con trámites y documentación entregada.
El chequeo dista mucho de ser sólo un trámite: una línea de trabajo controla puntos claves del vehículo para certificar su seguridad. En detalle, controla el sistema de frenos, freno de mano, tren delantero, sistema de dirección, suspensión, emisión de gases, estado de las cubiertas, luces completas, espejos, elementos de emergencia (matafuego, baliza y botiquín) y cinturones de seguridad. También, que el auto no tenga ningún tipo de polarizado ni film adherido a los parabrisas: las únicas reglamentarias que pueden estar en los vidrios son las obleas de RTV y la del GNC.
“Si bien es la época de mayor demanda, a las puertas del período estival de vacaciones, no hay demora porque los talleres se equiparon con líneas de trabajo de revisión técnica muy rápida, por eso no hay demora”, explicó Gabriela Luncarini, al frente de Control Vehicular SRL, en avenida Blas Parera 10400. El dato no es menor: por este taller pasan, por día, más de 100 vehículos.
La Ley Nacional de Tránsito indica que este control es obligatorios para vehículos con una antigüedad de al menos dos años. “Las anomalías más frecuentes son los vidrios polarizados, frenos traseros y fallas con las luces”, agregó Luncarini. Los autos deben aprobar el control para obtener el certificado y oblea que lo habilitan a transitar.
Cuando las anomalías son moderadas se entrega al vehículo un permiso condicional que le permite circular por 60 días para reparar y volver a verificar. “El certificado tiene validez nacional, por lo cual podría irse de vacaciones”, observó Luncarini y agregó que, en ese lapso, el vehículo debe volver con las anomalías reparadas. Si, por el contrario, las anomalías detectadas son graves, el vehículo es rechazado y no puede circular, tiene que ser reparado y volver al taller pero no tiene permiso para circular.
“La gente no toma conciencia de que la revisión es vital para salir a la ruta con seguridad. No hay que esperar a último momento porque puede haber algo que arreglar del vehículo y que puede llevar tiempo”, concluyó Luncarini. En ese caso, el ciclo vuelve a comenzar: todo depende de la disponibilidad de los mecánicos que, en estos días, no es mucha.